martes, 30 de octubre de 2007

«En Velázquez hay que mantener al menos un carril por sentido» (La Opinión)

El concejal de Movilidad descarta una excesiva peatonalización de la Carretera de Cádiz y advierte de que la decisión de poner en servicio un línea de tranvía en la ciudad no está clara todavía
Cinco meses después, Juan Ramón Casero relata con detalle los proyectos del área de Movilidad y las carencias de la ciudad en ésta área, que asumió tras las elecciones en sustitución de su compañero Javier Berlanga. Como principal novedad reconoce que todos los martes hay una reunión con Urbanismo para coordinar las dos áreas y favorecer los proyectos que incluyan mejoras en la circulación.
-¿Qué retos se plantea para el área de Movilidad, una vez que ya conoce los detalles del área?
-Tengo que reconocer el trabajo importante y bien hecho por mi predecesor Javier Berlanga. Cuando empezó no existía el área de Movilidad. El alcalde le encomendó la tarea de crearla y él puso los cimientos. Ahora estamos definiendo la movilidad para resolver el transporte de personas y mercancías con rapidez, seguridad, eficacia y con la menor contaminación. Esto es fácil plantearlo, pero difícil de llevar a la práctica. También hay que conseguir un cambio en los hábitos, porque la gente va a todas partes con el vehículo y eso produce muchos problemas.
-¿Cómo se pueden cambiar estas costumbres?
-Sólo hay dos forma de cambiar estos hábitos: mediante las sanciones, que no se pueden olvidar, y por la educación. Prefiero incidir en esto último, tanto en los niños como en los mayores. Hay un aspecto que me llama la atención y es que en cualquier ciudad del mismo tamaño que Málaga es normal recorrer una distancia de 20 ó 30 minutos andando, pero para el malagueño parece insalvable más de 10 minutos. Hay que cambiar esos hábitos y costumbres.
-Uno de los retos más inmediatos es responder a la apertura de Ikea y los previstos atascos.
-Para la inauguración del Ikea hemos estado trabajando con los responsables de la empresa. Es una lástima que no esté acabada la conexión entre la A-7 y la MA-21. Pero al menos habrá un carril paralelo a la A-7 que llegue a Guadalmar, de sentido único, que ayudará a la salida del tráfico. Ikea es un fenómeno social, la verdad. No conozco otro igual con tanta capacidad de atracción. En Sevilla han saturado la A-4 y el de aquí es el doble de grande. Los clientes van allí como si fuera a cerrar al día siguiente, pese a que va a estar muchos años.
-¿Qué alternativas ofrece Movilidad para llegar a esta tienda?
-Ya hemos reforzado la línea 10, que ha rebajado la frecuencia de paso a la mitad e Ikea va a poner autobuses lanzadera desde la estación de Renfe en Plaza Mayor. Son personas que tienen un gran conocimiento de su producto y de sus ventajas, por lo que intentan escalonar la afluencia de personas para que no se concentre el fin de semana.
-Sin embargo, parece que el atasco va a existir.
-Ellos comentan que es una tienda familiar. Habitualmente es visitada el sábado por toda la familia, que aprovecha para ver y decidir lo que van a comprar. Cuando toman una decisión, suelen ir entre semana para comprar. Por eso, ellos concentran sus promociones entre semana. De todas formas, creo que se ha magnificado el problema.
-Pero los atascos parecen algo muy real.
-La EMT realizará un esfuerzo importante, al que la propia empresa sueca se ha sumado con rebajas para los que acuden en transporte público. Es normal que en los primeros días haya atascos. La solución final para toda esta zona, donde hay muchos proyectos comerciales, será la construcción de la hiperronda y la ampliación de la A-7. Hasta entonces habrá dificultades. Pero hay que recordar que existe un exceso de uso del transporte privado.
-La entrada en servicio de la Ciudad de la Justicia plantea la necesidad de solucionar los acceso. ¿Qué soluciones se han dado?
-Para la Ciudad de la Justicia hemos cambiado tres líneas, a las que hemos reforzado la frecuencia de paso de los autobuses, que han pasado de 20 a 10 minutos. Además, una de ellas, la 27, tiene una parada en la misma puerta de la Ciudad de la Justicia. También estamos haciendo algunos retoques en las alineaciones en los viales de Teatinos para darle más capacidad y abriremos un cruce exclusivo para la línea 27 desde Cortijo Alto hasta la Ciudad de la Justicia.
-¿Será posible la peatonalización de la Carretera de Cádiz, como se está estudiando?
-La Carretera de Cádiz no se llama así sin más. Es la antigua N-340 y seguirá siendo así. En ese ámbito viven cien mil personas, lo que supone un movimiento de entre 40.000 y 50.000 vehículos, además del tráfico comercial. Pensar que el tráfico interior o de paso va a desaparecer por el metro, no es viable. Otra cosa es que baje el tráfico privado.
-¿Cuáles son los servicios mínimos que necesita?
-Con toda seguridad habrá un carril-bus, un carril-bici y, al menos, un vial por sentido. Eso permitirá aprovechar más espacio para mejorar la calidad de vida de la zona. Los tráficos transversales permanecerán y en los barrios no desaparecerán las vías de tránsito.
-Pero el soterramiento de las vías y su sustitución por un gran bulevar podrá desviar gran parte del tráfico actual de la Carretera de Cádiz.
-No sólo el metro tiene su influencia en este proyecto. El enlace entre la autovía y la estación de tren, sobre las vías soterradas, tiene que estar en servicio antes de actuar sobre la Carretera de Cádiz, porque el tráfico hacia el oeste tendrá que seguir pasando por la avenida de Velázquez.
-La llegada del metro obligará a cambiar el concepto de la EMT. ¿Qué camino se han planteado?
-Estamos realizando un estudio muy ambicioso que estará en el verano. Se harán 10.000 encuestas para ver el efecto del metro sobre la EMT. El objetivo será mejorar el servicio, adaptándolo a donde no llegue el metro y mantener los puestos de trabajo. Ya no tendrán tanto sentido las líneas troncales de este a oeste, como la que recorre la Carretera de Cádiz. Habrá que atender los barrios y sus enlaces con las paradas del metro. Las circulares, de las que tenemos en marcha dos líneas, están dando muy buen resultado y pueden ser la clave.
-¿Y el tranvía? La Junta se comprometió a financiarlo, pero todavía no se conoce un proyecto.
-Primero hay que estudiar su viabilidad y sus ventajas. Sabemos que contamina menos y que tiene más ventajas energéticas. Como punto débil tiene la rigidez de su trazado y que no se puede dedicar para otros tráficos. En algunas calles se puede plantear, no en cualquiera. Pero primero hay que estudiar el balance entre beneficio y coste, algo que no está claro. Hemos encargado un estudio para ver si puede ser un medio complementario al autobús, porque el tranvía iría en detrimento de éste. Cuando se analice todo con mucho cuidado, se tomará una decisión. Tenemos que ver antes cuántos autobuses se liberan por el metro y comprobar si es mejor usar el tranvía o el autobús para las nuevas líneas por la ciudad.

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