La decisión de la Junta de Andalucía de afrontar el sobrecoste de las obras de la línea 1 del Metro, entre La Malagueta y Teatinos, sacando a concurso la construcción de algunos de los tramos del ramal, va a ser más ambiciosa de lo inicialmente previsto. Fuentes cercanas al proyecto informaron a este periódico de que al recorrido en superficie de la línea por la zona de la Universidad, ya anunciado oficialmente por la Consejería de Obras Públicas, se le va a sumar con casi toda probabilidad el paso del suburbano por la Alameda Principal y el Paseo del Parque, el tajo de mayor complejidad técnica de toda la intervención.
Las fuentes consultadas confirmaron que el cambio de estrategia de la Administración autonómica va a afectar también a parte del tramo común de las líneas 1 y 2. La determinación supondrá que la Junta retire a la unión temporal de empresas (UTE) adjudicataria del ferrocarril urbano, integrada por las promotoras FCC, Azvi, Comsa, Sando y Vera y la financiera Cajamar, esta parte de la construcción, sacándola a concurso mediante un procedimiento negociado.
Y no parece que el plan se quede aquí, puesto que el sentido de la actuación de la Administración autonómica es el de asumir toda la parte de la infraestructura que vaya a suponer un incremento del presupuesto por encima de los 403 millones de euros por los que se contrataron inicialmente. O lo que es lo mismo, la UTE del Metro se encargará, según lo previsto, de ejecutar sólo la obra que puedan por el dinero del contrato. Eso siempre que los socios privados mantengan su posición actual.
La propia consejera de este departamento, Concepción Gutiérrez, ya dejó caer la pasada semana, durante la visita que realizó junto a los miembros de la Comisión de Infraestructuras del Parlamento andaluz, a Londres, la posibilidad de que junto al tramo de la UMA se incorporasen algunos otros. El paso tiene como base la enorme variación existente entre el precio por el que se contrataron los trabajos, unos 403 millones de euros, y la cifra que plantean los socios privados en sus proyectos, que se eleva a 760 millones, con un 90 por ciento de incremento.
La incorporación del tajo entre el Guadalmedina y La Malagueta, según apostillaron las fuentes, tiene su razón de ser en las grandes dificultades técnicas que tiene la ejecución de la línea (aún se desconoce si se hará con muros pantalla o tuneladora), al tratarse de una de las zonas que más tráfico soporta al día y uno de espacios neurálgicos de la capital. A ello se suma la enorme variación económica que propone la concesionaria en su proyecto constructivo para esta parte del recorrido y que, a la espera de conocer cifras concretas, es casi tres veces superior a lo inicialmente previsto. Todo ello sin que se produzcan grandes modificaciones en la intervención, puesto que la técnica constructiva que propone la concesionaria, la tuneladora, es la misma que la que contemplaba el anteproyecto que sirvió de base para la contratación de las actuaciones.
Parte del incremento presupuestario que defiende la UTE liderada por FCC se localiza en la ampliación en unos trescientos metros de la parte final de la línea, de modo que la estación terminal se trasladará de Torrijos a La Malagueta. De acuerdo con los cálculos genéricos de la construcción de un kilómetro de túnel, incluyendo la infraestructura, esa ampliación podría suponer un incremento del coste de unos 15 millones de euros.
Fuentes cercanas a la concesionaria destacaron el buen clima de diálogo con la Junta y aseguraron que de momento no se ha cerrado un acuerdo definitivo para ninguno de los tramos, aunque sí apuntaron como muy probable la intervención por parte del Gobierno autonómico en el tramo de la Universidad.
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