domingo, 21 de octubre de 2007

Las obras de la nueva cubierta de la Catedral comenzaron ayer, con el objetivo de evitar las goteras y las manchas de humedad en el templo

LA NUEVA CUBIERTA

Así serán las obras en el tejado de la Catedral de Málaga, que permitirán evitar las goteras y las manchas en el techo del templo:

A la catalana: Sobre la estructura ya existente se construye una nueva, separada por cámaras de aire, que permitan disipar la humedad. Ello permite mantener la imagen actual del tejado, en el que las cúpulas sobresalen sobre la azotea.

Aislante: En el interior de las celdas se colocará un aislante térmico de fibra de vidrio que evitará que se enfríen las bóvedas.

Láminas de plomo: Se utilizarán láminas de plomo para conseguir la impermeabilidad.

Cerámica: El remate final será de cerámica monocroma.

Canalización de la lluvia: El caudal de lluvia se recogerá en una serie de canaletas con una sección amplia, de manera que las aguas discurran con fluidez hacia los bajantes y salidas.

LAS lluvias del otoño de 2003 permitieron un respiro a las sufridas reservas hídricas de la capital, pero mostraron las debilidades que los siglos de historia y la falta de mantenimiento habían causado en el techo de la Catedral de Málaga. Desde aquellos primeros cubos para recoger el caudal de las goteras y los trozos de pared (y evitar así que los fieles y los turistas resbalaran) hasta ayer han pasado cuatro años. Nunca es tarde si la dicha es buena. Los trabajos para dotar al templo mayor de una nueva cubierta, acabar con las filtraciones de la lluvia y, de paso, evitar la condensación de humedad que tanto daño hace a los viejos techos, comenzaron oficialmente ayer. Tras ascender unos 200 peldaños, escalón arriba o abajo, hasta la cubierta del templo, el acto de la colocación de la primera piedra contó con la asistencia del obispo, Antonio Dorado Soto, la consejera de Cultura, Rosa Torres y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.La Catedral presentaba dos problemas fundamentales, según el arquitecto redactor del proyecto en el concurso de ideas (convocado en 2004), Juan José Jiménez Mata, que dirigirá las obras junto al experto malagueño Álvaro Mendiola. El primero, la falta de impermeabilidad frente a las lluvias. El segundo, las condensaciones producidas al disiparse el vapor de agua creado por las personas en el interior, «que tiende a subir, y al pasar a la fábrica de las bóvedas se enfría y se produce en la superficie un ennegrecimiento», según Jiménez Mata, que también es conservador del templo principal de Cádiz.Mantener la imagenSe ha optado por una solución que resuelve ambos problemas a la vez. Para ello, se confeccionará, sobre la estructura ya existente, una cubierta denominada «a la catalana». Esto es, un sistema de cámaras de aire entre la antigua y la nueva, que permitan disipar la humedad.Ello permite mantener la imagen actual del tejado, en el que las cúpulas sobresalen sobre la azotea. En el interior de las celdas se colocará un aislante térmico de fibra de vidrio que evitará que se enfríen las bóvedas. Se cerrará mediante láminas de plomo, una técnica constructiva ancestral para conseguir la impermeabilidad. El remate final será de cerámica monocroma. En este punto, el alcalde, Francisco de la Torre, solicitó al arquitecto que se opte por un material colorido, para ser totalmente fieles a la estructura actual. Jiménez Mata respondió que sería más caro, pero que lo propondrá.El caudal de lluvia se recogerá en una serie de canaletas con una sección amplia, de manera que las aguas discurran con fluidez hacia los bajantes y salidas. Los trabajos se prolongarán durante un año.Un año de duraciónEl grueso de la financiación correrá a cargo de la Consejería de Cultura de la Junta y del Ministerio correspondiente (con 680.000 y 639.000 euros, respectivamente). Mientras que el Ayuntamiento de la capital asumirá la parte que le tocaba al Obispado (330.000 euros).La consejera, Rosa Torres, señaló que la actuación logrará solucionar los problemas por las lluvias en la Catedral malagueña. Al tiempo, aplaudió la alternativa aportada por Jiménez Mata, ya que, dijo, utiliza materiales tradicionales y técnicas contrastadas.El alcalde, Francisco de la Torre, se mostró contento de que se llegue a este primer ladrillo simbólico, aunque criticó que la solución técnica se ha extendido «demasiados años». Una vez decidido el arreglo, «corresponde a todos hacer el esfuerzo de ponerla en marcha», dijo el regidor.

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