martes, 6 de noviembre de 2007

"La Carretera de Cádiz nunca podrá convertirse en otra calle Larios". Entrevista al Sr. Casero (Málaga Hoy)

-¿Cuesta pasar de hablar de planes parciales a hacerlo de tráfico?
-Ya tenía algún conocimiento del área. El alcalde siempre procuró que no se alejase urbanismo de tráfico y además era vicepresidente de la EMT. De modo que el conocimiento de la materia no era exhaustivo pero sí genérico. En ese sentido no ha supuesto mucho problema. Además, el alcalde, siguiendo un criterio general, le da mayor rango al área de Movilidad, convirtiéndola en Tenencia de Alcaldía.
-Usted era concejal de Urbanismo y tras las elecciones el alcalde le encomienda Movilidad. ¿Le sorprendió?
-Es algo que no tiene importancia. Llevo trabajando más de veinte años para este partido y sé de sobra cuáles son mis obligaciones y derechos. Y sé también de la lealtad que se debe a quien tiene la responsabilidad en cada caso, tanto en el gobierno como en la oposición. Eso no quiere decir que no me hubiese gustado terminar los proyectos que empecé en Urbanismo.
-En su nuevo departamento, ¿qué objetivos se marca?
-En materia de movilidad no sólo es importante el concurso de nuevas vías de comunicación y medios de transporte, sino también el cambio de hábitos. Yo he pasado, en mi niñez, de ver a todo el mundo ir andando, a ahora, cuando todo el mundo va en coche a comprar el periódico. En otras ciudades se ha cambiado esa dinámica. Pero aquí estamos en el inicio de la transición. Mientras en Sevilla caminar 20 o 30 minutos o en Madrid, una hora, es normal, en Málaga hacerlo 10 minutos se nos hace cuesta arriba.
-Pero eso es motivo de protesta en Málaga.
-Aquí uno asiste a las protestas de determinados colectivos por la restricción del acceso en coche al centro histórico. Es algo que tenemos que asumir, porque si no ocurrirá como en Londres, donde se paga un peaje para circular en el centro, o en Milán, donde no se puede acceder. En Málaga no estamos en esa situación, pero tenemos que acostumbrarnos a caminar más. Todos tenemos que poner de nuestra parte y eso hay que hacerlo cambiando los hábitos. Algo que es más sencillo con los más pequeños. Por eso prevemos, a través de la Cátedra de Transporte de la UMA, realizar visitas a los centros docentes para explicar las fórmulas de movilidad y desarrollar campañas de concienciación. Ninguno de los planes que se proponga tendrá éxito si no hay cambios de costumbres.
-Al menos existe esa voluntad de la cambiar la dinámica.
-Está desde hace tiempo, no sólo en Málaga. Aunque tampoco hay que demonizar la situación del tráfico de Málaga, que no es de las peores en comparación con otras ciudades. Los atascos que se producen son los que se dan en otras urbes. Hay que minimizar esos problemas, asumiendo que estamos en un mundo civilizado con servidumbres.
-Usted dijo hace unos años que las obras del Metro iban a ser un infierno. ¿Sigue pensándolo?
-Lo es para los vecinos afectados. Tener abierta una zanja en la puerta de tu casa no deja de ser una tortura. Lo que se ha hecho con el Metro ha sido tratar de minimizar esos efectos, que no se pueden obviar. Porque una obra siempre produce disturbios. Lo que pasa es que se ha dilatado todo tanto en el tiempo que hasta que se han tomado las medidas adecuadas, el efecto de infierno no ha sido tal y se ha quedado en un purgatorio.
-Su antecesor, Javier Berlanga, se hizo famoso por una fotografía en la que transportaba con una carretilla el anteproyecto del Metro.
-Aquella imagen fue fruto de un error importante de la Consejería de Obras Públicas, pero afortunadamente se ha superado. Las relaciones entre Junta y Ayuntamiento se han normalizado. Espero que la puesta en funcionamiento de la comisión técnica contribuya a que no haya más conflictos de esta índole. Aunque hay algunas cosas de las que debería tener conocimiento la Administración municipal antes que algunos medios de comunicación.
-¿Dispone el Consistorio de información sobre el ramal a Teatinos? ¿Entiende el retraso en la definición de los proyectos?
-Creo que lo entiende todo el mundo. Muy tarde hemos venido a caer en la cuenta de que el sistema que se empleó para el Metro no es el adecuado. Parece que la Junta trata de corregir ese tema. Hay que recordar que se habla de la línea 1 y la 2 como cosas separadas, pero no lo son. Porque o funciona el ramal a Teatinos o no vale para nada lo hecho ya. La línea 1 ha sido un dislate desde el principio, con el cambio de trazado. Además, hay que tener en cuenta la experiencia de Barcelona, que debe hacernos reflexionar a todos e ir poco a poco. Si es necesario estar un año más, que se esté. Hay que tener en cuenta que los suelos de Málaga son bastante semejantes a los de Barcelona.
-Los proyectos de la línea 1 elevan el coste a 760 millones. ¿Es lógico este desfase?
-Me parece lógico, porque sobre un estudio previo, que es sobre lo que se hizo el convenio, no cabe esperar que el coste de la obra se aproxime.
-Y de la semipeatonalización de Carretera de Cádiz, ¿qué? ¿Cree imposible limitar el acceso al tráfico?
-Dos cuestiones básicas. Es una anécdota eso que vi en algún momento de trasladar alguna imagen de calle Larios a Carretera de Cádiz. Porque quien piense eso de hacer otro centro de Málaga u otra calle Larios… La calle Larios es irrepetible, como la Carretera de Cádiz. Carretera de Cádiz no se llama así por causalidad. Y segundo, quitar todos los tráficos de ahí sin que haya una alternativa no es posible, y eso no ocurrirá hasta que esté terminado el bulevar sobre el soterramiento del ferrocarril. Cuando todo eso ocurra ¿qué pasa? Que Carretera de Cádiz tiene unos 100.000 habitantes. ¿Se van a suprimir los tráficos dentro del barrio? No, por mucho Metro que haya. ¿Eso quiere decir que Carretera de Cádiz se va a convertir en otra calle Larios? Nunca, en mi opinión. Habrá, seguro, que mantener al menos un carril bus, uno o dos carriles por sentido para tráfico privado y carriles bici en la zona de aceras.
-Imposible, pues, una Carretera de Cádiz semipeatonalizada, como pretende la Junta.
-Quitar todos los coches es prácticamente imposible.
-Durante la campaña a las municipales se habló de retomar el tranvía. ¿Tiene visos de realidad?
-El tranvía y el autobús prestan el mismo servicio. Y tienen ventajas e inconvenientes. El tranvía contamina menos, hace menos ruido, gasta menos energía, pero su trazado es rígido y queda reservado. El autobús gastamás, contamina más, pero es más manejable. Hay que sopesar todas estas cosas. No estoy en contra del tranvía, pero tampoco tengo datos que avalen que hay que quitar un autobús para ponerlo.

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