domingo, 13 de enero de 2008

La segunda vida del jardín de La Concepción (La Opinión)

La rehabilitación del jardín botánico, realizada en 2007, ha recuperado, además del palacete, elementos poco conocidos de la finca como el espacio del teatro, una balanza gigante y ha traído un moderno invernadero
El carruaje de la familia Loring Heredia cubría en media hora la distancia entre Málaga y la lejana finca de La Concepción.En 2008, los tiempos se han acortado y el jardín botánico de Málaga estrena una ´segunda vida´, gracias a una amplia remodelación. Desde hace cerca de un año, la finca cuenta, por ejemplo, con un tercer invernadero, el único en funcionamiento. Se trata de 240 metros cuadrados, mantenidos estos días a 22 grados, destinados a la investigación que, de momento, sirven para estar "cuidando y engordando cactus", señala Carmen Martínez, a cargo de las instalaciones. Se trata de una amplia colección donada por un alemán de la Axarquía, antes de regresar a su país. Los cactus, una vez aclimatados, serán una nueva atracción de la finca en la zona próxima al mirador, construido en 1917 por la familia Echeverría-Echevarrieta, los siguientes propietarios de la finca tras los Loring-Heredia. "La idea es tener el invernadero como estudio de las semillas que nos mandan los botánicos y de nuestro banco de semillas", explica Carmen. Además de la rehabilitación del precioso palacete de aires neoclásicos, 2007 ha dejado la recuperación de elementos muy poco conocidos de La Concepción como el peso de hierro forjado, que se utilizaba para pesar mercancías....y personas. De él sólo queda una bonita jaula de hierro, situada cerca del camino principal de entrada a la finca. "Estaba roto y machacado", recuerda Trinidad Sánchez, botánica de la finca. También ha aparecido el espacio en el que se instalaba un fastuoso teatrillo. "El teatro estaba cubierto de tierra y un día los jardineros descubrieron un hoyo, parece que de una fuente, y también hay huellas de una cascada", destaca Trinidad. En este descampado, frente al palacete, se levantaba el teatrillo. "Los invitados se sentaban en las sillas, enmarcadas por cuatro plátanos orientales", cuenta la botánica. También se ha rehabilitado la preciosa fuente del Tritón, construida en la fundición francesa de A. Durenne, en Sommevoire a finales de la década de 1870. De esta fundición también salió, por esos años, la fuente de las Tres Gracias. En un lateral del palacete se ha recuperado además una fuente muy poco conocida: la del sarcófago o el león.En los próximos años es muy posible que se restaure una pequeña alberca, junto a uno de los invernaderos antiguos, que originalmente estaba rodeada de columnas y que era la única que, como se ve en fotografías antiguas, se utilizaba para el baño.El equipo de botánicas de La Concepción también ha acabado con la idea de que la mayoría de las plantas llegó en barco. "Hemos desbancado la teoría de que las trajeron los barcos de América", explica Trinidad Sánchez, que cuenta que el estudio de la flora señala que la mayoría de las especies proceden de Europa y Asia. Seguramente fue el tren, y no el barco, el método de transporte más utilizado.

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