domingo, 13 de enero de 2008

Un Parque de secano y dejado (La Opinión)

Una de las aportaciones de los árabes a los jardines andaluces fue el uso del agua como elemento decorativo y para refrescar el ambiente. Fuentes, estanques y acequias se multiplican ofreciendo lugares frescos ante los días calurosos, pero también el murmullo relajante del líquido circulando o el agua cayendo en una fuente. Sin embargo, la sequía ha terminado de un plumazo con ese bagaje cultural en el Parque. Un año después de su reinauguración se encuentra todas sus fuentes apagadas menos una, mientras que en los dos grandes estanques no corre el agua. Más bien todo lo contrario. Está estancada, de un color verdoso poco sano y llena de basura.Esto ocurre con las fuentes del jardín de Pedro Luis Alonso, así como las tres que hay en la parte sur del Parque: ´Ninfa de la Caracola´, ´Ninfa del Cántaro´ y la que se instaló donde antiguamente estaba la fuente de Carlos V, ahora en la plaza de la Constitución. Sólo hay una que funciona, que es la fuente de Narciso Díaz Escobar, en la parte del Parque junto al Palacio de la Aduana.No es precisamente el agua lo que más luce del Parque en estas fechas. Ha desaparecido completamente como elemento decorativo de plazas y caminos. Y donde se encuentra, es para estar estancada desde hace meses y recoger todo tipo de desperdicios. El jardín de Pedro Luis Alonso es uno de los ejemplos. En el centro hay un estanque que, durante muchos años, ha servido para que los patos tuvieran un lugar donde permanecer. En la actualidad hay restos de la fiesta navideña, latas, botellas, naranjas en mal estado, palomas muertas, una tetera de latón, una maleta e, incluso, dos mantas. Esto último además es prueba de que los patos han sido sustituidos por personas, que han hecho de este espacio su improvisada vivienda.El estado del jardín de Pedro Luis Alonso no es ahora el más lucido. También es verdad que el Servicio de Parques y Jardines se encuentra probando un nuevo producto contra las malas hierbas, que parece bastante efectivo. Eso le obliga a cubrir los parterres con un plástico para completar el tratamiento, aunque el objetivo es que para la primavera todo esté cuajado de flores de temporada.Donde realmente se notan los efectos del vandalismo es en las zonas de paso. Los parterres que hay junto a los aparcamiento de la avenida de Cervantes y anejos al paseo central son los que más sufren esta falta de cuidado general. Bolsas, papeles, latas y botellas llenan estas lenguas de tierra que van a lo largo del Parque. El jardín es casi inexistente en ellos. Es un terrizo donde sólo están plantados los grandes árboles.Pero la suciedad no es lo único que trae de cabeza a los responsables municipales. El riego por goteo, con su sistema de canalizaciones, es el principal objetivo de los vándalos. Así lo reconocen las fuentes municipales, que señalan que diariamente hay algún destrozo en este tipo de instalaciones. El verano es la peor época para sistemas de riego, con la sustitución de cientos de metros al mes. Sin embargo, también en invierno se producen este tipo de destrozos, aunque en menor medida. Tubos levantados o simplemente cortados. Arrancados de su itinerario normal y destinados a la basura por su mal estado. Los operarios se ven obligados a sustituir una gran cantidad de estas instalaciones de forma constante.La suciedad en los bancos de piedra, muchos de ellos realizados en la última remodelación de hace un año, demuestra cierta dejadez que, afortunadamente, no ocurre con su riqueza botánica.

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