El proyecto de soterramiento del tráfico abre la posibilidad a peatonalizar la calle, permitiendo sólo la circulación para cruzar de calle. Hasta ahora Urbanismo preveía dejar dos carriles en superficie, que desaparecerán
La arteria principal de La Malagueta, la avenida de Cánovas, pasará a ser peatonal una vez que se soterre la circulación. Al menos así lo plantea el proyecto que está elaborando Urbaconsult y que estudia la posibilidad de eliminar todo el tráfico de la superficie, incluido los dos carriles que inicialmente estaban previstos.La peatonalización de Cánovas del Castillo es la gran propuesta que aporta el proyecto de Urbaconsult, encargado por el Ayuntamiento de Málaga, para cambiar la faz de La Malagueta. El soterramiento de la circulación es la clave para aspirar a esa peatonalización. La propuesta técnica de Urbaconsult establece la construcción de un gran cajón subterráneo con dos plantas. En cada una de ellas irían tres carriles de coches, uno para cada dirección. Este túnel tendría una de sus bocas en el final del Paseo de los Curas, aprovechando el actual desnivel que hay junto a la esquina de los muelles 1 y 2 del Puerto. La otra boca se situaría a la altura del futuro hotel Miramar. Todo ese trazado quedaría para uso exclusivamente peatonal, que se ganaría casi como una extensión del paseo marítimo de Picasso.El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, indicó que el tráfico quedaría únicamente reducido a la circulación de cruce desde las calles transversales, para facilitar el paso de Este a Oeste. El resto quedaría unificado para uso exclusivo del peatón, con la ampliación de las calzadas para unir los dos lados de la avenida.No obstante, Díaz todavía no quiere dar por cerrada esta posibilidad y adelantó que el proyecto que debe entregar Urbaconsult en pocas semanas incluirá las dos alternativas: la peatonalización completa de la vía y mantener dos carriles de circulación (uno por sentido) como estaba previsto en el anteproyecto original.La decisión definitiva será adoptada cuando Urbaconsult entregue el proyecto y se analicen los efectos de una y otra alternativa. Lo cierto es que los tres carriles por sentido del túnel parecen suficientes para absorber los casi 30.000 vehículos diarios que transitan por esa vía en días laborables, por sentido. De hecho, el Ayuntamiento contempló soterrar dos carriles y finalmente se optó por hacer dos plantas en el cajón para dar entrada a un tercer vial. La ejecución de la obra de soterramiento tendrá un plazo de ejecución cercano a los dos años, aunque su comienzo todavía no está decidido a falta de concretar la financiación. La construcción del túnel se realizará mediante muros-pantalla, lo que reduce los problemas por el nivel freático, ya que el terreno está muy cerca del mar y no tiene excesiva consistencia.Los trabajos se circunscribirían a la calzada, permitiendo el tránsito durante las obras por la acera. Otra cosa son los desvíos de tráfico, que se estudian ahora, aunque sin una salida clara al no poder contar con el paso por el Puerto y el túnel de la calle Vélez, como se llegó a plantear.
La arteria principal de La Malagueta, la avenida de Cánovas, pasará a ser peatonal una vez que se soterre la circulación. Al menos así lo plantea el proyecto que está elaborando Urbaconsult y que estudia la posibilidad de eliminar todo el tráfico de la superficie, incluido los dos carriles que inicialmente estaban previstos.La peatonalización de Cánovas del Castillo es la gran propuesta que aporta el proyecto de Urbaconsult, encargado por el Ayuntamiento de Málaga, para cambiar la faz de La Malagueta. El soterramiento de la circulación es la clave para aspirar a esa peatonalización. La propuesta técnica de Urbaconsult establece la construcción de un gran cajón subterráneo con dos plantas. En cada una de ellas irían tres carriles de coches, uno para cada dirección. Este túnel tendría una de sus bocas en el final del Paseo de los Curas, aprovechando el actual desnivel que hay junto a la esquina de los muelles 1 y 2 del Puerto. La otra boca se situaría a la altura del futuro hotel Miramar. Todo ese trazado quedaría para uso exclusivamente peatonal, que se ganaría casi como una extensión del paseo marítimo de Picasso.El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, indicó que el tráfico quedaría únicamente reducido a la circulación de cruce desde las calles transversales, para facilitar el paso de Este a Oeste. El resto quedaría unificado para uso exclusivo del peatón, con la ampliación de las calzadas para unir los dos lados de la avenida.No obstante, Díaz todavía no quiere dar por cerrada esta posibilidad y adelantó que el proyecto que debe entregar Urbaconsult en pocas semanas incluirá las dos alternativas: la peatonalización completa de la vía y mantener dos carriles de circulación (uno por sentido) como estaba previsto en el anteproyecto original.La decisión definitiva será adoptada cuando Urbaconsult entregue el proyecto y se analicen los efectos de una y otra alternativa. Lo cierto es que los tres carriles por sentido del túnel parecen suficientes para absorber los casi 30.000 vehículos diarios que transitan por esa vía en días laborables, por sentido. De hecho, el Ayuntamiento contempló soterrar dos carriles y finalmente se optó por hacer dos plantas en el cajón para dar entrada a un tercer vial. La ejecución de la obra de soterramiento tendrá un plazo de ejecución cercano a los dos años, aunque su comienzo todavía no está decidido a falta de concretar la financiación. La construcción del túnel se realizará mediante muros-pantalla, lo que reduce los problemas por el nivel freático, ya que el terreno está muy cerca del mar y no tiene excesiva consistencia.Los trabajos se circunscribirían a la calzada, permitiendo el tránsito durante las obras por la acera. Otra cosa son los desvíos de tráfico, que se estudian ahora, aunque sin una salida clara al no poder contar con el paso por el Puerto y el túnel de la calle Vélez, como se llegó a plantear.
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