Los sindicatos piden la "inmediata" revisión de los convenios con cláusula salarial, que afectan al 91% de los trabajadores, para que no pierdan poder adquisitivo
El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió en febrero en Málaga el 0,3% respecto al mes anterior, según el Instituto Nacional de Estadística, lo que sitúa a la provincia con una tasa interanual del 4,2%. La subida en Málaga, por encima de la media nacional (0,1%), es la más alta de Andalucía, aunque compartida con cuatro provincias: Córdoba, Granada, Huelva, y Sevilla. Esta es la subida más alta registrada desde enero de 2006, cuando la tasa interanual se situó en un 4,3%.En el conjunto de Andalucía, el IPC creció en los mismos términos, un 0,3%, respecto al mes anterior, con lo que la tasa interanual se sitúa en el 4,3%.Los sindicatos UGT y CCOO criticaron la subida y señalaron que supone una "importante pérdida" de poder adquisitivo para los trabajadores y merma la competitividad de los productos malagueños con respecto a los de la Unión Europea. El secretario general de UGT Málaga, Manuel Ferrer, mostró su preocupación ante el hecho de que el aumento de los precios afecte sobre todo a productos como los alimentos, el transporte, la vivienda y la enseñanza. "Las principales perjudicadas continúan siendo las economías domésticas", dijo. También insistió en que la mayoría de los convenios colectivos deben recoger cláusulas de revisión salarial que permitan que los empleados no pierdan poder adquisitivo este año.Por su parte, el secretario general de CCOO, Antonio Herrera, calificó estos datos como "muy negativos" y coincidió en reclamar la "inmediata" revisión de las cláusulas salariales de los convenios que protegen al 91% de los trabajadores de la provincia. "La pésima evolución de los precios en el último año y la información disponible refleja múltiples dudas sobre la posibilidad de controlar los precios en el entorno del 2,5% este ejercicio", dijo. De ser así, según Herrera, la economía malagueña acumulará "una desviación en su contra, con la correspondiente pérdida de competitividad en el mercado, lo que generará más preocupación en un contexto de fuerte desaceleración de la actividad en la construcción, ámbito donde se ha apoyado buena parte de la actividad productiva en los últimos 14 años".
El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió en febrero en Málaga el 0,3% respecto al mes anterior, según el Instituto Nacional de Estadística, lo que sitúa a la provincia con una tasa interanual del 4,2%. La subida en Málaga, por encima de la media nacional (0,1%), es la más alta de Andalucía, aunque compartida con cuatro provincias: Córdoba, Granada, Huelva, y Sevilla. Esta es la subida más alta registrada desde enero de 2006, cuando la tasa interanual se situó en un 4,3%.En el conjunto de Andalucía, el IPC creció en los mismos términos, un 0,3%, respecto al mes anterior, con lo que la tasa interanual se sitúa en el 4,3%.Los sindicatos UGT y CCOO criticaron la subida y señalaron que supone una "importante pérdida" de poder adquisitivo para los trabajadores y merma la competitividad de los productos malagueños con respecto a los de la Unión Europea. El secretario general de UGT Málaga, Manuel Ferrer, mostró su preocupación ante el hecho de que el aumento de los precios afecte sobre todo a productos como los alimentos, el transporte, la vivienda y la enseñanza. "Las principales perjudicadas continúan siendo las economías domésticas", dijo. También insistió en que la mayoría de los convenios colectivos deben recoger cláusulas de revisión salarial que permitan que los empleados no pierdan poder adquisitivo este año.Por su parte, el secretario general de CCOO, Antonio Herrera, calificó estos datos como "muy negativos" y coincidió en reclamar la "inmediata" revisión de las cláusulas salariales de los convenios que protegen al 91% de los trabajadores de la provincia. "La pésima evolución de los precios en el último año y la información disponible refleja múltiples dudas sobre la posibilidad de controlar los precios en el entorno del 2,5% este ejercicio", dijo. De ser así, según Herrera, la economía malagueña acumulará "una desviación en su contra, con la correspondiente pérdida de competitividad en el mercado, lo que generará más preocupación en un contexto de fuerte desaceleración de la actividad en la construcción, ámbito donde se ha apoyado buena parte de la actividad productiva en los últimos 14 años".
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