martes, 27 de mayo de 2008

Atarazanas al desnudo (SUR)




Los trabajos de rehabilitación del mercado dejan a la luz el esqueleto de hierro y obra de este edificio y muestra unos grandes espacios diáfanos. Ya se ha demolido la entreplanta añadida en los años 70 del pasado siglo, así como los viejos vidrios de los laterales y la uralita de la cubierta

El proyecto
¿Qué se ha hecho?


Entreplanta: Ubicada en el centro del inmueble, se ha derribado.


Puestos de venta: Se han demolido.


Vidrios: Se han quitado. Estaban en los laterales.


Techo: Se ha retirado la uralita colocada en una de las reformas.


¿Qué queda por hacer?


Cubierta: Se colocará vidrio en la parte central y tejas al estilo de las del siglo XIX en las laterales.


Estructura de hierro: Se le quitará el óxido acumulado; se le aplicará una capa contra el fuego y se pintará con un color verdoso.


Puerta nazarí: Al igual que toda la fachada se restaurará. El interior del torreón se acondicionará para acoger las oficinas.


Puestos: Será lo último que se coloque. Serán unitarios y modernos.


Servicios: Queda por instalar las canalizaciones de luz y agua.


Catas arqueológicas: Para documentar las antiguas murallas de la ciudad.


Datos


Trabajos: Recuperación y rehabilitación del mercado de Atarazanas.


Presupuesto: 6,9 millones de euros. De ellos el Ministerio de Fomento pagará 5,2 millones de euros y el resto, el Ayuntamiento de Málaga.


Plazo de ejecución: 18 meses. Los trabajos comenzaron a finales de enero.


Constructora: Sacyr.


Aquitecto: José González Gallegos y María José Aranguren.



ATARAZANAS ha mudado su piel en apenas cinco meses. Desde que a finales del pasado enero comenzaron los trabajos de rehabilitación, el histórico mercado central de la capital presenta en estos días una nueva fisonomía, desconocida para la mayoría de los malagueños. El edificio se ha desnudado de parte de las viejas ropas con las que lo fueron vistiendo a lo largo de los años y ahora muestra sin pudor sus entrañas. Sobre él se colocará 'el traje' para devolverle a la futura plaza de abastos el aspecto original con que fue diseñado por el arquitecto municipal Joaquín Rucoba a finales del siglo XIX. La nueva indumentaria ha sido trazada por el estudio madrileño Aranguren y Gallegos y está siendo realizada por la constructora Sacyr. El arquitecto José González Gallegos acompañó ayer a este periódico por las entrañas del inmueble para conocer el desarrollo de la obra.Las primeras actuaciones consistieron en el derribo de la entreplanta construida en la parte central del edificio durante una remodelación efectuada en los años 70 del pasado siglo y en la demolición de los viejos puestos. Asimismo se quitaron los techos de uralita y las láminas metálicas exteriores de vidrio que el paso de los años y la falta de limpieza volvieron totalmente oscuras. Una vez culminados estos trabajos, el esqueleto deja ver unos espacios totalmente diáfanos en las tres naves en que se divide este mercado -que data de 1879-, así como la estructura de obra e hierro, por donde se cuela la luz del mediodía malagueño. En la fachada, una lona con imágenes del mercado envuelve el inmueble. Ahora, según explicó el arquitecto, se está compactando el suelo para empezar a colocar las diversas canalizaciones de servicios (agua, electricidad, desagües, entre otras) y se va a comenzar a actuar sobre el hierro para devolverle su esplendor. «Vamos a quitarle el óxido acumulado, se le va a aplicar una protección contra el fuego y se va a pintar en un tono verdoso», señaló. En los laterales de la estructura de hierro se dispondrán láminas de vidrio, así como sobre la parte central del tejado del mercado. En los laterales de la cubierta se colocarán tejas con diseño del siglo XIX -se elaborarán 'ex profeso'- que formarán rombos. Y ello con dos objetivos: de un lado, devolverle a este edificio la estampa originaria y, de otro y relacionado con el anterior, que tenga una mayor luminosidad, perdida en las últimas décadas.


Puerta nazarí


Una de las características más destacables del mercado es la puerta nazarí que en 1875 fue desmontada pieza a pieza para poder trasladarla unos 25 metros del lugar donde se encontraba hasta situarla en el centro del edificio, donde, actualmente es la entrada principal. Esta puerta histórica será restaurada, al igual que toda la fachada exterior, y se acondicionará el interior del torreón del pabellón de acceso para que albergue las oficinas y los cuadros de contadores. De igual forma, los vidrios de la parte trasera también serán recuperados para devolverle su aspecto original.Estas serán las actuaciones que se desarrollarán en los próximos meses, según González Gallegos, como paso previo a la ubicación de los puestos. Éstos estarán aglutinados por productos: en el centro los pescados y a cada uno de los lados carnes y verduras. Los nuevos tenderetes tendrán un diseño unitario, moderno, con todos los estándares de calidad y se entregarán totalmente equipados (mostradores, frigoríficos,...). Además, su altura no superará los 2,95 metros para evitar que puedan tapar los hierros, como ocurría hasta ahora.
Trabajo integral
«Esta rehabilitación integral del mercado supone la puesta en valor de los importantes elementos históricos de este edificio», afirmó el arquitecto, cuyo estudio ha realizado, entre otras, la restauración del inmueble del nuevo parador de turismo de Alcalá de Henares (Madrid) o el museo de Bellas Artes de Cáceres. Sobre la evolución de los trabajos, indicó que «van a buen ritmo». El plazo es que, desde el inicio de las obras, en 18 meses debe estar concluida la rehabilitación. Además, añadió que están a la espera de que el Ayuntamiento empiece las catas arqueológicas. «Quieren documentar la existencia en el subsuelo de las antiguas murallas de la ciudad. Para ello realizarán los trabajos y después se volverá a cubrir. Esto puede suponer un ligero retraso, aunque los plazos no es lo fundamental, sino que todo lo que hagamos sea con la mayor calidad», manifestó. Para acometer esta importante actuación -que por diversos motivos se ha ido retrasando en el tiempo-, se cuenta con un presupuesto de 6,9 millones de euros, de los que el Ministerio de Fomento abonará 5,2 millones y el Ayuntamiento de Málaga, el resto. Asimismo, el Consistorio ha asumido el coste -de 3,4 millones de euros- del mercado provisional ubicado sobre el 'parking' de la calle Camas, donde se han instalado 260 puestos. Los expertos destacan la importancia de la recuperación de este importante ejemplo del patrimonio y resaltan que es una de las más tempranas muestras de utilización del hierro para grandes proyectos arquitectónicos.

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