viernes, 6 de junio de 2008

La Junta rectifica y no derribará el edificio de Tiro de Pichón defendido por los arquitectos (SUR)


El Gobierno andaluz anuncia que hará la nueva sede de Obras Públicas en el resto de la parcela del antiguo laboratorio. Más de 150 profesionales se opusieron a que desapareciera

Su petición ha sido escuchada y atendida. La Junta de Andalucía ha dado marcha atrás y no derribará el edificio de un antiguo laboratorio que se encuentra en una parcela de la barriada de Tiro de Pichón, en la que va a construir la nueva sede de la Delegación Provincial de Obras Públicas. Como adelantó este periódico la semana pasada, el Colegio Oficial de Arquitectos había emprendido una campaña para evitar que el laboratorio fuera derribado, como se preveía en la actuación del Gobierno andaluz. Más de 150 profesionales de la arquitectura se sumaron a la iniciativa, basada en que el citado edificio fue diseñado por Antonio Fernández Alba, premio nacional de arquitectura en los años 1963 y 2003, y medalla de oro de la arquitectura en 2002. Aunque su aspecto resulta poco vistoso, sostienen que se trata de una «maravilla» en cuanto al empleo del hormigón armado, que supuso un punto de inflexión en la arquitectura de la segunda mitad del pasado siglo.Según pudo conocer este periódico, la directora general de Patrimonio de la Junta, Isabel Mateos, ha remitido una carta al Colegio de Arquitectos en la que le comunica que ha adoptado la decisión de «compatibilizar la construcción del nuevo edificio de oficinas previsto en la licitación con el mantenimiento del pequeño inmueble existente, destinado antiguamente a laboratorio de obras públicas, tratando con ello de armonizar todos los intereses», señala el escrito de Patrimonio.
Sin protección
No obstante, en el documento se apunta que en un principio se contempló el derribo del laboratorio porque éste «no se encuentra sujeto a ningún grado de protección urbanística ni cultural». «Con posterioridad ha surgido la polémica basándose en que, aunque el edificio no está incluido en el trabajo que se está realizando por la Consejería de Cultura en relación con los edificios del movimiento moderno que se pretenden proteger, tiene el suficiente valor como para que no se derribe, y ello a pesar de existir numerosos edificios idénticos en otras provincias», prosigue la carta al colegio, que incide en que el laboratorio se mantendrá pese a que no parece que vaya a contar con protección arquitectónica en el futuro.Según un artículo del profesor de la Escuela de Arquitectura de Málaga Javier Boned, el edificio posee «una concepción, diseño y finura de ejecución inigualables». «Es edificio de una sola planta, discreto y funcional, pero repleto de detalles magistrales, una pequeña joya de aires orientales. El artesanal encofrado del hormigón armado está puesto en este caso al servicio de un impecable lenguaje plástico, expresivo y cuasi-escultórico», precisa este profesor.

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