La Sección de Blanqueo se incautó de cerca de 100 millones de euros de una veintena de grupos organizados relacionados con estos delitos que fueron desarticulados durante el pasado año
La operación Astapa desarrollada esta semana que ha dejado al descubierto una supuesta trama de corrupción y blanqueo de capitales tejida a través del Ayuntamiento de Estepona ha vuelto a poner de manifiesto una problemática tristemente enraizada en la Costa del Sol y con la que en los últimos tiempos se trata de luchar. Pero casos como éste o Malaya son la cara visible de una realidad delictiva potenciada a la sombra del crecimiento urbanístico de la provincia y que deja cifras tan impresionantes como las 640 viviendas intervenidas por estos hechos en 2007 y los casi 100 millones de euros puestos al descubierto.La memoria de la Sección de Blanqueo de la Udyco Costa del Sol recoge que durante el año pasado se desarticularon un total de 20 grupos organizados vinculados a esta modalidad delincuencial en sendas operaciones que se saldaron con 93 detenidos de diversas nacionalidades, profesiones y estatus social. Estas intervenciones permitieron la incautación de 1,37 millones de euros en efectivo y se bloquearon cuentas corrientes en numerosas entidades bancarias por un montante de 94,3 millones. Un dato que refleja el impresionante volumen de ingresos de estos ladrones de cuello blanco y una percepción que aumenta exponencialmente con los bienes inmuebles intervenidos: 28 vehículos de lujo, dos yates e innumerables joyas de gran valor.No obstante, y a pesar de lo reveladores de estas cifras, éstas palidecen cuando se comparan con el dato de que durante los doce meses del año pasado se intervinieron un total de 640 bienes inmuebles, entre chalés, casas y pisos, y cuya valoración aún no se ha podido establecer. La principal explicación a este impresionante número es que la mayoría de los grupos desarticulados invertían en el sector inmobiliario el dinero obtenido con sus actividades delictivas. La operación que concentra la cifra más alta de inmuebles intervenidos es la que se denominó Hidalgo y que tuvo como principal epicentro el despacho de abogados Cruz Conde, ubicado en Marbella. Los investigadores de la Sección de Blanqueo determinaron que a través de este bufete lavaban su dinero nueve organizaciones criminales europeas dedicadas, entre otras actividades, al tráfico de drogas, prostitución o estafas. Pero el dato más revelador de esta intervención policial fueron sin duda las 553 propiedades inmobiliarias incautadas.La operación Heineken no se aproxima ni por asomo a este número, pero evidencia el montante económico de las inversiones en la construcción por parte de estas mafias. Este caso se inició a raíz de una comisión rogatoria de las autoridades holandesas por una presunta trama de blanqueo de capitales en torno a la cual se cometieron dos crímenes y concluyó con el arresto de 15 personas, tres de ellas en España. El operativo también permitió la intervención de una decena de propiedades, cuyo valor se estima que superaba los 15 millones de euros.
La operación Astapa desarrollada esta semana que ha dejado al descubierto una supuesta trama de corrupción y blanqueo de capitales tejida a través del Ayuntamiento de Estepona ha vuelto a poner de manifiesto una problemática tristemente enraizada en la Costa del Sol y con la que en los últimos tiempos se trata de luchar. Pero casos como éste o Malaya son la cara visible de una realidad delictiva potenciada a la sombra del crecimiento urbanístico de la provincia y que deja cifras tan impresionantes como las 640 viviendas intervenidas por estos hechos en 2007 y los casi 100 millones de euros puestos al descubierto.La memoria de la Sección de Blanqueo de la Udyco Costa del Sol recoge que durante el año pasado se desarticularon un total de 20 grupos organizados vinculados a esta modalidad delincuencial en sendas operaciones que se saldaron con 93 detenidos de diversas nacionalidades, profesiones y estatus social. Estas intervenciones permitieron la incautación de 1,37 millones de euros en efectivo y se bloquearon cuentas corrientes en numerosas entidades bancarias por un montante de 94,3 millones. Un dato que refleja el impresionante volumen de ingresos de estos ladrones de cuello blanco y una percepción que aumenta exponencialmente con los bienes inmuebles intervenidos: 28 vehículos de lujo, dos yates e innumerables joyas de gran valor.No obstante, y a pesar de lo reveladores de estas cifras, éstas palidecen cuando se comparan con el dato de que durante los doce meses del año pasado se intervinieron un total de 640 bienes inmuebles, entre chalés, casas y pisos, y cuya valoración aún no se ha podido establecer. La principal explicación a este impresionante número es que la mayoría de los grupos desarticulados invertían en el sector inmobiliario el dinero obtenido con sus actividades delictivas. La operación que concentra la cifra más alta de inmuebles intervenidos es la que se denominó Hidalgo y que tuvo como principal epicentro el despacho de abogados Cruz Conde, ubicado en Marbella. Los investigadores de la Sección de Blanqueo determinaron que a través de este bufete lavaban su dinero nueve organizaciones criminales europeas dedicadas, entre otras actividades, al tráfico de drogas, prostitución o estafas. Pero el dato más revelador de esta intervención policial fueron sin duda las 553 propiedades inmobiliarias incautadas.La operación Heineken no se aproxima ni por asomo a este número, pero evidencia el montante económico de las inversiones en la construcción por parte de estas mafias. Este caso se inició a raíz de una comisión rogatoria de las autoridades holandesas por una presunta trama de blanqueo de capitales en torno a la cual se cometieron dos crímenes y concluyó con el arresto de 15 personas, tres de ellas en España. El operativo también permitió la intervención de una decena de propiedades, cuyo valor se estima que superaba los 15 millones de euros.
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