domingo, 15 de junio de 2008

Se vende convento (SUR)


Las monjas dominicas quieren desprenderse del edificio que dejaron hace dos años en el centro por la falta de religiosas. Piden por él unos seis millones de euros. Por el momento no hay comprador seguro

'Se vende convento del siglo XVIII enclavado en pleno Centro de la ciudad. Interesados, consultar a las monjas dominicas'. Es el anuncio que podría publicarse para dar a conocer el interés de las Madres Dominicas por desprenderse del edificio de la calle Andrés Pérez que se vieron obligadas a abandonar hace dos años ante la falta de religiosas. Con el mismo sigilo con el que se marcharon procuran llevar a buen puerto la venta del convento, lo que cerrará la puerta a un posible regreso a la ciudad. Sin embargo, la búsqueda de comprador no resulta del todo fácil.El convento reúne una serie de condicionantes que, a priori, le restan atractivo para su venta. Por un lado, se trata de un inmueble que cuenta con protección arquitectónica integral, lo que limita las posibilidades para reformarlo o adaptarlo a un nuevo uso. Y, por otro, está calificado con un uso de equipamiento, lo que impide la construcción de viviendas.Por ello, las monjas han ofrecido el edificio expresamente al Ayuntamiento por si quiere adquirirlo para crear en él algún equipamiento de carácter público. Según fuentes consultadas por este periódico, el equipo de gobierno aún no ha tomado una decisión al respecto y estudia la oferta planteada por las religiosas, que en días pasados se desplazaron a Málaga desde Córdoba y desde Antequera para comunicarle su propuesta al alcalde.
Templo
El precio del inmueble es una de las cuestiones que, por el momento, hacen recapacitar al Consistorio. Las monjas piden unos seis millones de euros por el convento sin incluir, en principio, su iglesia, que aún se abre al público por las mañanas. Y es que la comunidad de dominicas adquirieron el compromiso con la Cofradía de Viñeros de cederles el templo para que puedan dar culto a sus imágenes titulares aunque la comunidad no estuviera allí presente.El Consistorio, que hace años llegó a ofrecer a las monjas la opción de alquilarles parte del edificio y contribuir a su rehabilitación, ha estudiado las opciones que tiene de incorporarle algunas de las fincas adyacentes para hacer más atractiva su posible adquisición. El análisis ha concluido que la única parcela susceptible de poder sumar es la situada en la esquina con la nueva plaza creada entre los pasajes de Gordón y del Pericón, ya que es de propiedad municipal. En este solar, el equipo de gobierno ha previsto la construcción de un edificio para albergar una guardería, un centro de participación ciudadana y oficinas del Área de Igualdad que en días pasados recibió subvención de fondos europeos para su ejecución a lo largo de los próximos cinco años. En caso de comprar el convento, este proyecto municipal podría ampliarse con los patios que durante más de dos siglos albergaron el día a día de las monjas de clausura.Al margen de que el Ayuntamiento u otra institución pública pueda adquirir el convento, las monjas no descartan que algún privado lo compre. En ese sentido, sostienen que podría albergar un hotel o una residencia de mayores, uso este último que concuerda con su calificación como equipamiento.
Desalojo
El desalojo del convento de las Dominicas se produjo en el verano de 2006 tras el fallecimiento de la mayor parte de las monjas de avanzada edad que aún quedaban en él. Esto redujo la comunidad a una sola monja acompañada por varias novicias que, al no haber hecho todos los votos en la orden, no pudieron hacerse cargo del lugar. La orden trasladó al convento que tiene en Antequera las piezas artísticas que poseía en Málaga y la religiosa que aún quedaba en el edificio, un lugar que deberá abandonar también tras la venta la comunidad de padres dominicos, ya que reside en una parte de sus dependencias.Las Madres Dominicas estuvieron instaladas en Málaga desde el año 1720 en la ermita de la Aurora María, en la calle Puente. Según la 'Guía histórico-artística de Málaga' de Rosario Camacho, en 1759 recibieron la donación de unas casas en la calle Andrés Pérez en las que se construyó un nuevo convento, al que se trasladaron en 1787. Desde entonces, se ha conocido popularmente por el Convento de las Catalinas, dada su proximidad con la calle Muro de las Catalinas. El edificio está formado por cuatro patios y cuenta en su interior con una pequeña estancia que ha servido como cementerio para las monjas. No obstante, los restos de las fallecidas en 2006 podrán ser extraídos de allí una vez que transcurran tres años.

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