La mayoría absoluta del equipo de gobierno fue suficiente para sacar adelante la aprobación provisional del documento, que por primera vez no recibe votos de otro grupo municipal. El PP defiende la bondad de un plan que es visto como agresivo con el terreno por la oposición
MIGUEL FERRARY. MÁLAGA La última gran ordenación urbana de Málaga recibió ayer la aprobación provisional del pleno del Ayuntamiento. Bien es verdad que con los únicos votos del PP, que gobierna con mayoría absoluta. Por cierto que este dato es bastante relevante, en tanto que es el primero que no cuenta con el consenso con algún grupo de la oposición. El aprobado en 1983 fue apoyado por todo el pleno, mientras que el de 1997 fue votado por el PP y el PSOE. De este documento se desmarcaron los dos grupos de la oposición. Así, tanto PSOE como IU coincidieron en apuntar que se opta por un modelo urbanístico que abusa de la edificación de viviendas en los últimos suelos libres de la ciudad. De hecho, una vez agotado este plan, que no será antes de 2020, apenas quedará terreno urbanizable en el municipio para futuras expansiones. "Este plan sólo opta por consumir todo el territorio para hacer viviendas", argumentó el portavoz socialista, Rafael Fuentes, quien apuntó que la construcción de las 70.000 viviendas previstas "supondrá unos 300.000 nuevos residentes para la ciudad, que ya cuenta con 560.000 habitantes, pero no se apuesta por el tejido productivo; entonces ¿de qué va a vivir Málaga cuando se agote la construcción?". El concejal socialista criticó que sólo el 15% del suelo se destine a equipamientos, mientras que el 85% restante quede en manos privadas. En este sentido, argumenta que se prevén pocas VPO, ajustándose al mínimo legal del 30% del total proyectado, y lamentó que se planteen promociones de viviendas en zonas ya masificadas como la Carretera de Cádiz y la Cruz del Humilladero: "Allí viven 200.000 personas y quieren meter otras 40.000 personas más". Los argumentos de IU en contra del PGOU coincidieron en gran parte con el grupo socialista. El portavoz de la coalición, Pedro Moreno Brenes, lamentó que no se apueste de una forma más clara por la construcción de VPO "ya que son mayoría los malagueños que no pueden acceder a una vivienda libre". "El PGOU debe ser un instrumento para hacer justicia y no mitificar el crecimiento por el crecimiento", afirmó Moreno Brenes, al tiempo que explicaba sus razones para desacreditar los argumentos del PP sobre la sostenibilidad e idoneidad de la reforma planteada. "No se aprovecha el plan para conseguir más zonas verdes y equipamientos, porque se ha hecho a través de convenios, respetando el interés de unos pocos", planteó Moreno Brenes, quien puso de relieve aspectos que considera poco ecológicos, como el desarrollo de Arraijanal, la pérdida de suelo rústico para construir viviendas, el puerto deportivo del Morlaco y la central de ciclo combinado de Endesa. Argumentos del PP. El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, basó la defensa del PGOU en que continúa con el modelo consensuado en 1997, pero aportando soluciones a la movilidad y con la obtención de zonas verdes. Díaz considera que los proyectos de nuevas viviendas que se plantean no abusan del terreno, sino que se proyectan de forma moderada. En esta línea, subrayó que reducen un 20% la oferta residencial respecto al PGOU vigente de 1997; en un 26% la edificabilidad y en un 23% el aprovechamiento de los suelos. El responsable de la política urbanística reiteró que no sólo se busca la expansión de la ciudad por nuevas zonas, sino también la regeneración de antiguas zonas industriales que se han quedado obsoletas y vuelven al uso ciudadano. Aquí defendió los convenios firmados para reordenar Martiricos, Repsol y la Térmica, donde se han previsto varias torres. "Al construir en altura concentramos servicios de calidad y dejamos mucho espacio libre a su alrededor", aseguró. Además, afirmó que grandes firmas de la arquitectura han puesto sus ojos en Málaga y que las torres permitirá disponer de edificios emblemáticos. La mejora de las infraestructuras viarias y los proyectos de transporte fueron un aspecto que ocupó una parte importante de la argumentación de Manuel Díaz, con 274 millones de euros en inversiones para este apartado. Díaz recordó que se prevén más de 3,5 millones de metros cuadrados de zonas verdes y 1,5 millones para equipamientos.
Manuel Díaz (PP) El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, se encontraba ayer ante su pleno más importante. La aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) va a determinar el desarrollo futuro de la ciudad y es mucho lo que se jugaba. Entre los periodistas se especulaba si el alcalde, Francisco de la Torre, intervendría abriendo el discurso o cerrándolo, algo que en muchas ocasiones ha hecho en debates de calado. Al final fue Manuel Díaz quien intervino en solitario por parte del PP. Y no lo hizo mal. Todavía se le ve un poco incómodo con las intervenciones en pleno, quizá por la importancia de ésta. Estuvo demasiado ceñido al discurso escrito, con poca cintura dialéctica en las dos primeras intervenciones. No quiso atosigar con datos. Se centró en los lemas y en las ideas. Eso hizo que a veces su argumentación sonara un poco hueca. Abusó de palabras como progreso, centralidad, sostenibilidad y social, tanto que al principio pintó el mundo de los ´Teletubbies´. Se creció conforme avanzó el pleno. Recurrió a los datos, hizo alguna broma, rescató la ironía y planteó la siempre efectiva comparación con Sevilla. Además fue hasta duro al abordar el tema de Arraijanal.
Rafael Fuentes (PSOE) El portavoz del grupo municipal socialista, Rafael Fuentes, se ha convertido rápidamente en una referencia en la oposición. Aporta nuevas formas. Sin perder la dureza de sus argumentos, sabe imprimir cierto humor y cercanía en sus intervenciones, algo que se echaba en falta con la anterior portavoz. Tenía las intervenciones muy bien preparadas, casi antecediendo los pasos que iba a dar el concejal de Urbanismo en su discurso. No era de extrañar, puesto que este debate del PGOU se ha estado desarrollando desde hace días a través de los medios de comunicación. Pero no se trata de quitar mérito a una actuación notable, donde acudió a los ejemplos concretos y cercanos al ciudadano para despertar la espesa atención del público. Mordaz en algunos momentos y contundente casi siempre, Fuentes tuvo la virtud de acaparar mucha atención en un pleno al que la oposición acude con todo perdido. La crítica que se le puede hacer es que su discurso a veces sonaba poco convincente cuando se iba más allá de la crítica del plan. Patinó levemente en el debate sobre las VPO e inició una discusión absurda sobre el uso del atril antes de comenzar.
Pedro Moreno (IU) Pedro Moreno Brenes, portavoz municipal de IU, planteó su discurso sobre dos puntos fuertes. Una crítica feroz contra las formas del pleno (elección del día, entrega de la documentación y falta de participación) y otra contra el fondo del PGOU. Quiso hacer todas su intervenciones de pie, ganando en proyección de voz y en presencia física. Sus intervenciones fueron cortas, apenas apuró los tiempos en las dos primeras (de 30 y 15 minutos, respectivamente). Eso fue un hándicap, ya que perdió parte de su intervención en volver con insistencia sobre la idoneidad de las fechas o aspectos formales del plan. Es cierto que tienen su importancia, pero como una parte de su primera intervención. Más allá es tiempo que no usa en analizar y entrar en más detalle sobre el PGOU que, al fin y al cabo, es lo que va a permanecer. Su primera intervención sobre el fondo del plan fue bastante interesante, con datos y aspectos concretos que sometió a crítica. Tocó aspectos en los que otros no entraron e intentó rebatir las principales líneas de argumentación del PP. En las siguientes, llegó a ser reiterativo en algunos momentos y entró a debatir el informe de la Secretaria General sobre el PGOU sin mucha fortuna.
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