viernes, 15 de agosto de 2008

El desarrollo urbanístico de Málaga queda ya en manos de la Junta tras aprobarlo el PP en solitario (SUR)


El Gobierno autonómico decidirá dentro de un año lo que autoriza o no del nuevo Plan General PSOE e IU rechazan el PGOU porque no resuelve los problemas de los barrios y agota el suelo urbanizable
¿QUÉ PASA AHORA?
Fases que quedan para la aprobación definitiva del PGOU:
Declaración de impacto ambiental: El PGOU se remitirá a la Delegación de la Consejería de Medio Ambiente para que, en el plazo de un mes, emita la declaración.
Informes: Se vuelve a requerir informes vinculantes sobre el plan a los organismos central y autonómico de Carreteras, Transportes Urbanos y Metropolitanos de Viajeros en Andalucía, Demarcación de Costas, responsables de infraestructuras ferroviarias, Agencia Andaluza del Agua, Autoridad Portuaria, Aena, Ministerio de Defensa, Ministerio de Medio Ambiente y Consejería de Cultura. Estos informes deben emitirse en el plazo de un mes.
Difusión: Publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de la Declaración de Impacto Ambiental.
Junta de Andalucía: Tras lo anterior, el Ayuntamiento remitirá el expediente a la nueva Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio, que debe emitir un informe preceptivo, desde su delegación provincial, en el plazo de un mes y proceder a su aprobación definitiva en los cinco meses siguientes por resolución del consejero.
Aprobación definitiva: La Junta tiene cinco opciones en ese sentido: Aprobar el PGOU tal y como viene del Ayuntamiento, aprobarlo pendiente de la subsanación de determinadas deficiencias, aprobarlo parcialmente (suspendiendo o denegando la parte no autorizada), suspender su aprobación por deficiencias sustanciales o denegar esa aprobación definitiva.
Visto para sentencia autonómica. Así ha quedado el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga, tras la aprobación provisional que le dio ayer el pleno municipal con los votos a favor del equipo de gobierno y el rechazo unánime de PSOE e IU, algo que sucede por vez primera en la historia democrática del Ayuntamiento y que el alcalde, Francisco de la Torre, volvió a justificar en que la oposición tiene que «marcar sus diferencias». A partir de ahora, el contenido del documento que planifica el desarrollo urbanístico de la capital durante la próxima década queda en manos de la Junta de Andalucía, que debe proceder a aprobarlo de manera definitiva en su totalidad o en parte.Un año puede tardar todavía la resolución del consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, que tiene cinco meses para realizarla una vez que se cumplimenten nuevos informes sobre el plan, aunque éste ya no puede tocarse. Así, de la decisión del Gobierno andaluz depende que se autoricen o no algunas de las operaciones por las que el Consistorio prevé ingresar más de 210 millones de euros por convenios, para destinarlos a infraestructuras.
Proyectos que chocan
Cabe recordar que una decena de los proyectos incluidos en el Plan General chocan, como ya adelantó este periódico el pasado lunes, con el contenido inicial del Plan de Ordenación del Territorio (POT) del área metropolitana que tramita la Junta y al que debe someterse. Incluido el expediente para construir viviendas y hoteles en la parcela de Arraijanal, por el que el Ayuntamiento prevé ingresar 28 millones de euros.El traslado del colegio de los Hermanos Maristas a un suelo protegido por el plan metropolitano, cambios de usos en la Sierra de Churriana, la construcción de viviendas al norte de la Ronda Este y el puerto deportivo en El Morlaco son, entre otras, algunas de las cuestiones en las que existen diferencias entre el planeamiento local y el regional.
Sesión plenaria
El PGOU recibió la aprobación provisional en un pleno en el que no hubo sorpresas y los grupos políticos volvieron a escenificar sus argumentos de las últimas semanas para defender sus posturas encontradas acerca del Plan General. Tras las intervenciones de los representantes de ocho colectivos ciudadanos que lo habían solicitado -la federación de vecinos Unidad, el sindicato Comisiones Obreras y Ecologistas en Acción, entre otros- y una discusión sobre el uso o no de la tribuna central del salón de plenos, que no fue utilizada por el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, por su elevada estatura (según justificó el alcalde) comenzó el debate político, que se prolongó desde las doce del mediodía hasta las tres y media de la tarde.Los turnos se iniciaron con una exposición de Manuel Díaz -que leyó casi todas sus intervenciones- sobre las que considera como cinco cualidades principales del plan: abierto a la ciudadanía, sostenible con el medio ambiente, social por la promoción de VPO, que transforma la ciudad hacia la vanguardia y que aumenta los espacios productivos para consolidar su liderazgo económico. «El plan mantiene la proporcionalidad entre los servicios públicos y los usos lucrativos», subrayó el edil, quien destacó que las torres y rascacielos que incluye son «símbolos de modernidad y progreso». «Los arquitectos más afamados han puesto sus ojos en Málaga para diseñarlas», agregó.Además, quiso tranquilizar a los trabajadores de la fábrica Salyt, que también intervinieron al inicio del pleno, sobre el traslado de esta empresa y el mantenimiento de sus puestos de trabajo en otra ubicación, aún por determinar.El portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, que efectuó sus intervenciones en su sitio, pero de pie -como también lo hizo el portavoz socialista, Rafael Fuentes, en su segundo discurso- criticó en primer lugar las declaraciones realizadas momentos antes por el alcalde, en las que, cuestionado por el rechazo de la oposición al plan, afirmó que ésta «perdería su identidad si lo apoyara». «No hagan esa caricatura de la oposición», exigió Moreno Brenes, quien insistió en que el PGOU no garantiza tres claves esenciales: el acceso a la vivienda, la mejora de la calidad de vida de los vecinos y las zonas verdes.
Otra sesión extra
En el mismo sentido, el portavoz del PSOE, Rafael Fuentes, recordó que el plan «se olvida de los barrios en los que viven la mayoría de los malagueños» y anunció que su grupo va a solicitar la celebración de otro pleno monográfico sobre el documento para el mes de octubre. «Un plan general no se puede hacer a golpe de cheque y agotando todo el suelo para siempre, porque usted, señor De la Torre, no diseña ciudad, sólo espera a que le lleguen los promotores y siempre son los mismos», aseveró Fuentes, quien rechazó la cantidad de nuevas viviendas previstas. «Si los pisos ya no se venden, ¿por qué proponerse que todo sea construir pisos en esta ciudad? Málaga necesita una apuesta decidida por el sector productivo y este documento está vacío de contenido», añadió.El concejal de Urbanismo, quien aseguró que la próxima semana estarán trabajando para la aprobación definitiva del plan, indicó que el nuevo PGOU contempla un 20% menos de oferta residencial que el anterior del año 97 y aseguró que no consume todo el suelo, ya que abarca el 30% de la superficie del municipio.Rafael Fuentes mostró folios en su segunda intervención para rebatir las tesis del equipo de gobierno y criticó que el documento no contempla actuación alguna que avale la candidatura de Málaga a la Capitalidad Cultural Europea. Por su parte, Manuel Díaz le espetó que no tiene un modelo de ciudad alternativo y sacó a relucir que no planteara en anteriores intervenciones el asunto de Arraijanal -al que sí hizo alusión IU- «porque es la gran mentira del PSOE».

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