lunes, 29 de septiembre de 2008

La caída de venta de pisos castiga con dureza a la capital y la costa occidental (Málaga Hoy)

En municipios como Marbella, Torremolinos, Fuengirola, Benalmádena, Manilva o la propia Málaga el desplome inmobiliario ha sido superior al 40% en un año.

Decir que no se vende un piso en Málaga es falso porque, obviamente, los ciudadanos demandan viviendas y se están haciendo operaciones. Pero si se comparan con las efectuadas años anteriores, los datos son desoladores para el sector inmobiliario. Y no sólo para los promotores sino para los propios particulares que quieren deshacerse de su inmueble, por las razones que sean, y que ven cómo les resulta casi imposible encontrar un comprador, bien porque espera una rebaja de precios o simplemente porque el banco no les da la financiación necesaria.
El desplome de la venta de pisos afecta a la mayoría de grandes municipios de la provincia, aunque la costa occidental y la capital son, por volumen, las más castigadas y están sufriendo descensos superiores al 40%. Por poner algunos ejemplos, en Málaga se vendieron en el primer semestre de este año 3.144 inmuebles frente a los 5.246 del mismo periodo de 2007, lo que ha supuesto un descenso del 40%, según los datos oficiales ofrecidos por el Ministerio de Vivienda. En Marbella la caída ha sido del 42%, en Torremolinos del 44%, en Fuengirola del 45%, o en Benalmádena del 41%. En el conjunto de la provincia, en el primer semestre del año se vendieron 14.513 pisos, un 33% menos que de enero a junio de 2007. La principal caída se produjo en la comercialización de inmuebles de segunda mano, cuya venta descendió a la mitad. Los propietarios de las inmobiliarias son los que sufren a pie de calle esta situación y están bastante preocupados. José Pérez es el propietario de Exclusivas Sol en Fuengirola y afirma con cierta resignación que "la cosa está muy mal, todo paralizado. El mercado está muerto y apenas hay compradores".
Pérez dice que lo que más salida tiene son pisos pequeños con un precio máximo de 130.000 euros pero, por encima de ese coste, la demanda es reacia. "He visto el caso de compradores que me han llamado por teléfono para que les rebaje el precio de sus pisos en un 30% y ni por esas". Este profesional señala que hay muchas inmobiliarias que están cerrando porque no pueden hacer frente al pago del alquiler y a la nómina de los empleados. No es su caso porque lleva 30 años trabajando y tiene oficina propia y su hijo como empleado "por lo que intentamos sacar un sueldo para cada uno y ya está. Lo único que nos queda es aguantar".
Pérez señala sin duda que esta está siendo la peor crisis de las tres últimas décadas "porque la gente no puede pagar y los promotores han construido miles de viviendas que están vacías, por lo que muchas empresas van a ir a la quiebra". Carmen de Julián también lleva más de 30 años trabajando en la capital con su inmobiliaria. Ella lo tiene bastante claro y achaca toda la crisis a la falta de financiación de bancos y cajas. "Mientras los bancos sigan así vamos a vender poco, porque sigue habiendo demanda pero no le dan la hipoteca. Hace apenas dos años te subvencionaban hasta el 120% y ahora hay que presentar mil papeles para que te den el 80%". De Julián dice que lo que mejor se vende son los pisos en la periferia, de dos dormitorios y con un precio máximo de 200.000 euros. Ahí no se incluye lógicamente a las grandes fortunas, que van por libre, y siguen adquiriendo los inmuebles que le gustan al precio de mercado habitual en estas lides.En el interior de la provincia también hay municipios en los que el descenso de ventas ha sido espectacular.
Uno de ellos es Antequera, donde apenas se han comercializado 194 inmuebles en el primer semestre de este año frente a los 581 de enero a junio de 2007. Román Mejías, propietario de la inmobiliaria Mejías, también subraya que en el último año han cerrado sus puertas muchas inmobiliarias en la localidad, aunque este profesional es optimista. "Ahora la tarta es más chica y tocamos a más, aunque tenemos todos menos ventas". Mejías destaca que Antequera "tiene condiciones especiales que nos invitan a pensar que podemos tener un buen futuro a medio plazo, por lo que igual salimos de la crisis antes que otros lugares". El propietario de la inmobiliaria cita los proyectos "del parque agroalimentario de Los Llanos, el puerto seco, el aeropuerto o la cárcel que se habla en Archidona que van a crear puestos de trabajo y precisarán nuevas viviendas en Antequera y la comarca". En cualquier caso, Mejías afirma que en el interior "la crisis está siendo menos profunda porque es una zona más estable, mientras que en la costa suele haber más dientes de sierra".
Entre los grandes municipios de Málaga sólo ha habido un aumento de ventas en Alhaurín de la Torre (71,7%) y Rincón de la Victoria (23,1%) mientras que en Ronda se ha estabilizado. Esto es lo que dice la estadística oficial, pero la realidad no es siempre la que indican esos datos. Rodrigo Rodríguez, trabajador de la inmobiliaria La Biznaga en Rincón de la Victoria, explica que "pese a esa estadística nosotros no vendemos ahora ni el 10% de hace un año y si nos mantenemos a flote es porque tenemos otros negocios alternativos". Rodríguez afirma que "entra mucha gente a la oficina y quiere comprar pisos, áticos o adosados de hasta 300.000 euros pero el gran problema es la financiación. Cuando van al banco y empiezan a ver las cuotas se anula la operación".
Dorothy es una simpática alemana que trabaja en la inmobiliaria Mileno en Alhaurín de la Torre. Es, según el Ministerio de Vivienda, el municipio con mayor incremento en la venta de pisos. Esta profesional reconoce "que hay mucho interés por comprar pisos en Alhaurín y está siendo una zona muy demandada tanto por españoles como por extranjeros". Afirma que lo que más se vende son pisos pequeños, principalmente para gente joven, aunque también están teniendo dificultades por la falta de financiación y porque los precios se mantienen altos. "Sólo está bajando el precio aquel al que le urge vender el piso. Si no, todo es más lento porque hay muchas reuniones, visitas al inmueble y un mayor margen para negociar y eso acaba alargando mucho el proceso de venta", continúa Dorothy quien afirma que los extranjeros "se sorprenden de que aún el precio de los pisos no baje pese a todo lo que leen o escuchan en los medios de comunicación".

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