viernes, 31 de octubre de 2008

¿Un parking en la Victoria? Sí, pero que no me toquen la plaza (La Opinión)


La posibilidad de habilitar un garaje subterráneo en el entorno de la iglesia es aplaudida por muchos vecinos, aunque con reticencias ante posibles cambios
LUCAS MARTÍN. MÁLAGA Si se asciende por la calle Victoria el paisaje más repetido tiene el cuerpo metalizado y se mueve sobre ruedas. Engarzar a través de Conde Ureña tampoco mejora el asunto: el cambio, de la docilidad del monte al corazón de la bestia es mucho más brusco. El entorno de la basílica de la Victoria está repleto de vehículos. Algunos pasan más de una vez y se les observa al acecho de bordillos. Los problemas de aparcamiento parecen evidentes. El Ayuntamiento estudia habilitar un parking subterráneo bajo las escalinatas del templo. Los vecinos están divididos.Más que cisma, lo que suscita son remilgos. La población consultada por este periódico está cansada de los problemas de tráfico, pero que no le toquen su basílica. Muchos de ellos, como Mónica Navarro, no confían en los milagros de la arquitectura. Dice que construir bajo tierra está bien, pero que cambiaría la fisonomía de la plaza. "No sé dónde pondrán la entrada pero puede entorpecer la vista", señala.Al igual que el resto de vecinos, Mónica es consciente de la carestía de plazas de estacionamiento. A las siete de la tarde, aún trabajan los ´gorrillas´ y la mayoría de las veces se ven obligados a perder clientes. Apenas queda sitio. Carmen Ruiz acude cada semana a un salón de belleza situado en una de las calles adyacentes. Asegura que siempre se decanta por las primeras horas de apertura. "Si llego antes de las ocho, esto se vuelve imposible".Las densidad circulatoria que soporta la zona tiene motivos estratégicos. El conjunto de calles que circunda a la basílica ejerce de conexión natural con numerosos puntos. Además, están en el trazado de algunos de los centros educativos más populosos de la provincia. Con tanto ruido de motor, los vecinos no pierden el interés y siguen al tanto. La maquinaria colocada ayer por la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa), que verifica en estos días la viabilidad del proyecto, no dejaba de reclamar atención. Algunos se temían lo peor. "No es la primera vez que nos la cambian por otra más fea". Pero la razón era muy distinta.Entre los vecinos, tampoco falta el que saluda el proyecto con entusiasmo. José María Sánchez fundamenta su opinión en experiencias anteriores. "He visto los aparcamientos subterráneos que han hecho en otras partes y quedan muy bien. No creo que se altere la plaza", puntualiza.Sánchez amplifica la voz de la mayoría de los residentes. El problema de la falta de plazas es abrumador. Dice que el territorio está completo y que a ciertas horas es difícil no tropezar con la Policía Local atiborrándose de poner multas. "Supongo que la entrada al parking la harían en el lateral", reseña.Pero no todos están de acuerdo. Lorenzo Ramos mira la maquinaria con recelo y no quiere oír ni hablar de un proyecto semejante. Insiste en que existen otros puntos más idóneos en los alrededores. "Sencillamente me parece absurdo. Hay plazas vacantes al lado del campo de fútbol. Viendo como se hacen las cosas aquí, estoy seguro de que acabara rompiendo la visión", resalta.Parece que una cosa está clara. La demanda de aparcamientos es general, pero el Ayuntamiento deberá garantizar el paisaje de la basílica. Si no quiere protestas y enfrenamientos.

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