El presidente de la Junta propone la creación de una mesa de negociación con el Gobierno y los empresarios. El PP pide "flexibilidad" en la aplicación de la norma y critica a Heredia
L. MARTÍN / AGENCIAS. MÁLAGA El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se sumó ayer al resto de cargos del PSOE que exigen la permanencia de los chiringuitos en las playas. El mandatario autonómico defendió la singularidad e importancia turística de este tipo de establecimientos y adelantó una propuesta que va más allá de la mera declaración de intenciones: la constitución de una mesa de negociación entre el Gobierno, la Junta y los empresarios de playa afectados.
Se trata de la primera medida en firme que se pone en liza desde que la secretaría general del Mar anunciara su intención de aplicar la ley de manera estricta, circunstancia que obligaría a los chiringuitos a reubicarse fuera de la zona de baños. Chaves amplificó la opinión expresada anteriormente por el consejero de Turismo, Luciano Alonso, que en los últimos días defendió el emplazamiento actual de los chiringuitos a la luz de su condición de elementos identitarios del litoral andaluz.
El máximo responsable de la Junta adujo que la ley aporta un margen de flexibilidad, en alusión al artículo que exime de cumplimiento a las actividades que, por su naturaleza, no puedan alojarse en puntos diferentes a la primera línea de playa.
Al igual que Chaves, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, se mostró convencido de la idoneidad de la medida y lanzó un mensaje de optimismo a los empresarios. "Estoy convencido de que encontraremos una solución satisfactoria para todas las partes implicadas", resaltó.
Ambos confían en que la iniciativa expresada ayer por Chaves derive en un acuerdo que ponga fin a la polémica, avivada a raíz de la última visita a la provincia del secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro.
No obstante, por el momento, el asunto no ha rebajado su intensidad en el calendario de los representantes políticos de la provincia, que, ya sea para expresar su oposición o buscar soluciones, han incluido a los chiringuitos en su agenda de temas de actualidad.
El pasado martes, a través de este periódico, los portavoces de los diez municipios litorales de mayor población de la Costa del Sol ratificaron su desacuerdo con el eventual traslado de los chiringuitos y exigieron una rectificación al Ministerio de Medio Ambiente.
Una visión que fue refrendada ayer por el presidente del PP en Málaga, Elías Bendodo, que demandó a Costas una "interpretación flexible y amplia" de la normativa, y que criticó al secretario provincial del PSOE, Miguel Ángel Heredia: "Ha demostrado su incapacidad para defender los intereses de la provincia de Málaga al no ser capaz de presionar al Gobierno", reseñó Bendodo. El propio Heredia aseguró que su partido "no va a parar" hasta que la situación de estos establecimientos de la provincia esté resuelta "para la tranquilidad de los empresarios y los trabajadores".
Al margen de la diatriba puramente política, el líder de los populares en Málaga acusó a Costas de propugnar una postura incongruente, ya que hace unos meses, dijo, remitió una carta en la que autorizaba a los chiringuitos de la capital a continuar sobre la arena.
20.000 empleos. De acuerdo con Bendodo, la provincia dispone en la actualidad de 400 chiringuitos, de los cuales la mitad tienen la concesión caducada y el noventa por ciento se sitúa sobre la arena.
No obstante, la importancia del subsector se refleja en su capacidad de generar empleo. Según los datos de las agrupaciones de empresarios de playa, los chiringuitos dan empleo a alrededor de 20.000 personas, cifra que se duplica si se tiene en cuenta el resto del territorio andaluz. Su facturación tampoco es desdeñable, ya que anualmente se eleva a un montante cercano a los quinientos millones de euros.
L. MARTÍN / AGENCIAS. MÁLAGA El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se sumó ayer al resto de cargos del PSOE que exigen la permanencia de los chiringuitos en las playas. El mandatario autonómico defendió la singularidad e importancia turística de este tipo de establecimientos y adelantó una propuesta que va más allá de la mera declaración de intenciones: la constitución de una mesa de negociación entre el Gobierno, la Junta y los empresarios de playa afectados.
Se trata de la primera medida en firme que se pone en liza desde que la secretaría general del Mar anunciara su intención de aplicar la ley de manera estricta, circunstancia que obligaría a los chiringuitos a reubicarse fuera de la zona de baños. Chaves amplificó la opinión expresada anteriormente por el consejero de Turismo, Luciano Alonso, que en los últimos días defendió el emplazamiento actual de los chiringuitos a la luz de su condición de elementos identitarios del litoral andaluz.
El máximo responsable de la Junta adujo que la ley aporta un margen de flexibilidad, en alusión al artículo que exime de cumplimiento a las actividades que, por su naturaleza, no puedan alojarse en puntos diferentes a la primera línea de playa.
Al igual que Chaves, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, se mostró convencido de la idoneidad de la medida y lanzó un mensaje de optimismo a los empresarios. "Estoy convencido de que encontraremos una solución satisfactoria para todas las partes implicadas", resaltó.
Ambos confían en que la iniciativa expresada ayer por Chaves derive en un acuerdo que ponga fin a la polémica, avivada a raíz de la última visita a la provincia del secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro.
No obstante, por el momento, el asunto no ha rebajado su intensidad en el calendario de los representantes políticos de la provincia, que, ya sea para expresar su oposición o buscar soluciones, han incluido a los chiringuitos en su agenda de temas de actualidad.
El pasado martes, a través de este periódico, los portavoces de los diez municipios litorales de mayor población de la Costa del Sol ratificaron su desacuerdo con el eventual traslado de los chiringuitos y exigieron una rectificación al Ministerio de Medio Ambiente.
Una visión que fue refrendada ayer por el presidente del PP en Málaga, Elías Bendodo, que demandó a Costas una "interpretación flexible y amplia" de la normativa, y que criticó al secretario provincial del PSOE, Miguel Ángel Heredia: "Ha demostrado su incapacidad para defender los intereses de la provincia de Málaga al no ser capaz de presionar al Gobierno", reseñó Bendodo. El propio Heredia aseguró que su partido "no va a parar" hasta que la situación de estos establecimientos de la provincia esté resuelta "para la tranquilidad de los empresarios y los trabajadores".
Al margen de la diatriba puramente política, el líder de los populares en Málaga acusó a Costas de propugnar una postura incongruente, ya que hace unos meses, dijo, remitió una carta en la que autorizaba a los chiringuitos de la capital a continuar sobre la arena.
20.000 empleos. De acuerdo con Bendodo, la provincia dispone en la actualidad de 400 chiringuitos, de los cuales la mitad tienen la concesión caducada y el noventa por ciento se sitúa sobre la arena.
No obstante, la importancia del subsector se refleja en su capacidad de generar empleo. Según los datos de las agrupaciones de empresarios de playa, los chiringuitos dan empleo a alrededor de 20.000 personas, cifra que se duplica si se tiene en cuenta el resto del territorio andaluz. Su facturación tampoco es desdeñable, ya que anualmente se eleva a un montante cercano a los quinientos millones de euros.
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