jueves, 26 de marzo de 2009

El Gobierno acepta la mesa impulsada por Chaves para negociar sobre los chiringuitos (SUR)


La Junta defiende su ubicación en la arena por ser un elemento de identidad de la oferta turística del litoral malagueño El subdelegado asegura que habrá una solución satisfactoria

El futuro de los chiringuitos malagueños se ha convertido en motivo de debate en las altas esferas del Gobierno central y autonómico. La propuesta para crear una mesa de negociación, auspiciada por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha sido bien acogida por los responsables del Ministerio de Medio Ambiente, de quien depende Costas. El objetivo, planteado por el propio Chaves, es la continuidad de estos negocios en la arena, tal y como reclaman los empresarios.
El presidente autonómico explicó que los chiringuitos son elementos singulares e identitarios de la oferta de ocio de las playas andaluzas, y aseguró que la ley permite un margen de flexibilidad en cuanto a su interpretación. Por ello, informó de que el Gobierno ha aceptado la constitución de una mesa de negociación junto con la Junta y el sector para solucionar el problema desde el punto de partida de su continuidad, en determinadas condiciones de calidad y excelencia. Chaves se mostró convencido de que el proceso de negociación y diálogo con el Gobierno permitirá alcanzar una solución satisfactoria.
En la misma línea, fuentes de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte reiteraron su defensa del mantenimiento de los chiringuitos en la arena, ya expresada por el consejero, Luciano Alonso, y aseguraron que nadie entendería el litoral sin estos establecimientos turísticos, que son una seña de identidad propia del destino andaluz.
Solución imaginativa
El consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, abogó por una solución imaginativa similar a la que se dio a los toros de Osborne. La fórmula pasaría por declarar singulares aquellos emplazamientos justificados como parte de la oferta turística.
El subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, lanzó un mensaje de tranquilidad y optimismo al sector, y se mostró seguro de que habrá una solución satisfactoria para todas las partes. Al tiempo, afirmó que el Ejecutivo está trabajando para encontrar una solución.
Desde las filas del PP, su presidente provincial, Elías Bendodo, exigió al Ministerio de Medio Ambiente y a la Demarcación de Costas que hagan una interpretación «flexible y amplia» de la Ley de Costas para mantener a los chiringuitos en la arena.
Esgrimió el propio articulado de la norma, del que se desprende que estos pueden continuar legalmente en la arena, y se refirió a un documento de Costas remitido al Ayuntamiento de Málaga en enero de 2008, en el que le autoriza a mantener los chiringuitos en la playa de La Malagueta. «Es incongruente e incomprensible que, por un lado, se hable de potenciar el turismo y, por otro, se esté dando una bofetada al sector», precisó Bendodo, quien instó a la Junta a presionar al Gobierno central para que la actividad continúe tal y como está.
Agresión al turismo
El líder de los populares criticó lo que calificó como «continuas agresiones a los intereses de Málaga», y denunció los perjuicios que supondría para la industria turística, y para la economía y el empleo de la provincia, el traslado de estos espacios. «No pueden jugar con el turismo y eso es lo que viene haciendo el PSOE», sentenció.
Como colofón, el secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, manifestó que su partido «no va a parar» hasta que la situación de estos establecimientos esté resuelta, para la tranquilidad de los empresarios y los trabajadores.
Heredia afirmó que su partido es firme en su reivindicación de diálogo en favor de este sector económico malagueño. «Dentro de la legislación vigente pedimos flexibilidad para abordar esta cuestión porque los socialistas estamos con el sector de los chiringuitos», dijo, y mostró su apoyo al proceso de negociación abierto entre el Gobierno central y la Junta.

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