domingo, 25 de octubre de 2009

MARBELLA El PGOU de Marbella se atasca en la burocracia. (SUR)

El Ayuntamiento lleva dos meses y medio esperando los informes sectoriales de la Junta y el Gobierno. El Ejecutivo andaluz prevé remitirlos en breve pero Madrid va rezagada.


El Ayuntamiento vive estos días pendiente del fax y del trasiego de la mensajería. Desde la delegación municipal de Urbanismo tampoco dan mucha tregua al teléfono. A diario, con puntualidad británica, hay llamadas a distintos departamentos de la Junta y del Gobierno central. La pregunta siempre es la misma: «¿Cómo va el informe sectorial?». A día de hoy éstas son las dos palabras más importantes para seguir la pista al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que lleva ya dos meses y medio, desde su aprobación provisional a final de julio, atascado en la burocracia. La que trata por igual a municipios modestos y a grandes ciudades, como Marbella, pese a su situación excepcional: 23 años con el mismo Plan General y 18.000 viviendas que esperan ser legalizadas tras el caos urbanístico del gilismo.
Los trámites son los que son. Tanto el Gobierno andaluz como el Ejecutivo central deben emitir cinco informes preceptivos que tendrán que incorporarse al Plan General para que la tramitación siga su curso. Hasta que el Consistorio no los tenga en su poder y remita el expediente completo a la Consejería de Ordenación del Territorio, el calendario previsto, que según las previsiones más optimistas fijaba la aprobación definitiva para finales de octubre, irá sumando días. De hecho, ya se empieza a hablar con resignación de finales de año e incluso principios de 2010. Eso si los informes de Medio Ambiente, Cultura y Carreteras, que dependen de la administración autonómica, y los de Costas y Carreteras, de la administración central, llegan en los próximos días.
«A final de mes»
No será por falta de interés, al menos es lo que aseguran desde la Junta. La propia delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez, explicó que se encarga personalmente de coordinar a las distintas delegaciones provinciales para que los tres informes sectoriales que dependen de su administración estén en la plaza de Los Naranjos lo antes posible. «Esperamos que todos lleguen antes de final de mes», explicó a este periódico. Descartó que haya habido parón en la elaboración. Tan sólo refirió un retraso en el caso de Medio Ambiente, que achacó a un requerimiento de información puntual al Ayuntamiento ya solventado.
Además, Gámez indicó que está en contacto con el subdelegado del Gobierno central, Hilario López Luna, para seguir la pista de los informes que deben elaborar las direcciones generales de Carreteras y Costas. En este caso, según ha podido saber este periódico, el papeleo va más rezagado. Al contrario que en el Gobierno andaluz -donde se redactan desde Málaga o a lo sumo desde Sevilla- los técnicos provinciales elaboran un informe previo que se remite posteriormente a Madrid, de donde sale el definitivo.
Costas lleva más camino recorrido en este viaje de ida y vuelta a Madrid. Según explicaron desde la jefatura provincial, el dictamen elaborado por los técnicos de Málaga ya está sobre la mesa del Ministerio de Medio Ambiente. Sólo queda que la Subdirección General de Dominio Público le eche un vistazo, le ponga el membrete y le dé curso. Mientras, el Ministerio de Fomento no dice nada. La única información la maneja el Ayuntamiento, que espera que la próxima semana los informes lleguen a las direcciones generales de Carreteras y Planificación. Lo que tarden en cruzar Despeñaperros es toda una incógnita.
Fuera de plazo
En todos los casos el plazo oficial para que las administraciones se pronuncien sobre el contenido del Plan General cumplió hace algunos días pero el Ayuntamiento ha tenido en cuenta dos factores. De un lado que el PGOU se aprobó prácticamente en agosto, fecha en que las administraciones están casi desérticas. De otro, las propias dificultades técnicas para estudiar el documento, que se entregó por parte del equipo redactor en un DVD saturado de información que deja corto algunos ordenadores de los organismos oficiales y que ha dado más de un quebradero de cabeza para su consulta.
En todo caso, al ser informes preceptivos y vinculantes, la tramitación se estanca hasta que estén sobre la mesa. No así en el caso del dictamen de Cultura, que según matizaron fuentes municipales no es de obligatorio cumplimiento. En este caso, además, Ayuntamiento y Junta acordaron recientemente dejar en suspenso el catálogo de nuevos inmuebles protegidos, al margen de los BIC u otras figuras oficiales, para después de la aprobación definitiva.
El resto sí son imprescindibles y una vez estén a buen recaudo al planeamiento sólo le restará un último trámite: la aprobación definitiva por parte de la Junta. El compromiso de Gámez va en la línea del que expresó el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, en su última visita a Málaga. «Una vez que el Plan General llegue completo a la Junta los plazos para la aprobación serán mínimos», dijo.

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