miércoles, 31 de marzo de 2010

BENALMADENA. Arroyo espera una solución para la mejora de los accesos desde la autovía. (SUR)

La solución a los kilométricos atascos en la salida de la A-7 de Arroyo de la Miel sigue en paradero desconocido. Mientras los conductores se abonan a este habitual calvario que se repite hasta tres veces al día (en horas punta), el Ministerio de Fomento sigue sin dar respuesta. El último paso que se dio en este sentido sirvió para poner de manifiesto que durante 2009 no se había avanzado nada al respecto. Fue a finales de septiembre del pasado año, cuando la Demarcación de Carreteras solicitó al Ayuntamiento que le volviera a enviar los tres proyectos alternativos elaborados en su día por técnicos municipales, los mismos proyectos para cuyo estudio Fomento había anunciado un año antes la inminente convocatoria de un concurso público para pronunciarse acerca de cuál de las tres propuestas era la más idónea.
En el Ayuntamiento de Benalmádena existe la sensación de estar hablando con una pared de la que difícilmente cabe esperar respuesta. Pese a ello, se agarran a eso de que el que la sigue, la consigue para continuar erre que erre. «No vamos a dejar este asunto aparcado; vamos a estar encima y a seguir insistiendo hasta que encontremos una solución», asegura el alcalde de la localidad, Enrique Moya (PP). Para ello, el máximo mandatario municipal tiene pendiente la celebración de una nueva reunión (aún sin fecha concreta) con responsables de Carreteras para que sus reivindicaciones no caigan en el olvido. «Lo cierto es que no se ha producido ningún avance porque los proyectos aún no se han aprobado», afirmó el primer edil a pregunta de IU.
Carriles colectores
Al margen de cuestiones técnicas, los tres diseños planteados por el Consistorio contemplan la creación de carriles colectores en un tramo de tres kilómetros que discurrirían paralelos a la autovía (similar a los puestos en marcha en la ronda oeste de circunvalación de la capital), así como la ampliación de la calzada principal de tres a cuatro carriles por sentido.
La salida de Arroyo de la Miel se ha convertido en uno de los principales puntos negros de la red viaria de la provincia en lo que a atascos se refiere. A la altura del fatídico punto kilométrico 222, en las horas punta llegan a contabilizarse hasta 2.200 vehículos en la zona, una situación que va a más con las nuevas promociones residenciales levantadas al norte de la autovía y cuyo único acceso (y salida) viene a desembocar en el nudo viario que enlaza con la A-7. Todo esto se traduce en el colapso de los accesos a Arroyo de la Miel y a la habitual invasión del carril derecho de la autovía, puesto que el de desaceleración se queda pequeño.

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