miércoles, 31 de marzo de 2010

MARBELLA La recuperación ambiental de las dunas de Artola sale del punto muerto. (SUR)

Fue en 2003. La Junta de Andalucía garantizaba la supervivencia de uno de los enclaves más valiosos de Marbella. A pie de playa, 20 hectáreas vestigio del cordón de dunas que antaño dibujaba toda la costa y que, en muchos rincones, desapareció bajo el avance del ladrillo. El Consejo de Gobierno aprobaba hace ahora siete años la declaración de las dunas de Artola -o de Cabopino- como monumento natural, una figura de protección prevista en la Ley de Espacios Naturales de Andalucía para salvaguardar de forma especial aquellos elementos de la naturaleza y enclaves singulares que sobresalen por sus valores geológicos, florísticos, científicos, paisajísticos o culturales. En este caso, el cóctel lleva un poco de cada uno de los ingredientes. También del cultural, con la presencia de Torre Ladrones, una de las vigías que aún se erige junto al Mediterráneo. El primer paso ya estaba dado: Blindar las dunas ante el avance de la construcción. El siguiente, su puesta en valor con una red de senderos y equipamientos, se ha hecho de rogar.
El Gobierno central dio ayer un paso definitivo pasa sacar del punto muerto la recuperación ambiental de este valioso espacio natural, que lleva bloqueada más de seis años por la necesidad de obtener tres parcelas en manos privadas. Finalmente la solución pasará por la expropiación de los terrenos. El Consejo de Ministros aprobó ayer la declaración de utilidad pública de los bienes y derechos afectados por esta actuación. Sólo faltará hacerse con los suelos; trámite que el Ministerio de Medio Ambiente encomendará al Ayuntamiento, según explicó ayer a este periódico Juan Carlos Fernández Rañada, coordinador de Urbanismo.
«Nosotros nos encargaremos de expropiar los terrenos pero Costas se encargará de pagarlos», apuntó. Con este acuerdo entre ambas administraciones, al que llegaron la alcaldesa, Ángeles Muñoz, y la directora general de Costas, Alicia Paz, en la reunión que mantuvieron hace meses, se agilizará la obtención del suelo, que podría estar lista en agosto. «Son tres parcelas que se encuentran en servidumbre de tránsito y dos zonas que se dedicarán a aparcamiento», añadió. En el primer caso, la superficie será de seis metros lineales hacia el norte a lo largo de todas las dunas.
Vehículos y peatones
Con la titularidad de las parcelas, el Gobierno central tendrá vía libre para sacar a concurso las obras, presupuestadas inicialmente en 1,6 millones de euros. El proyecto ya está redactado. El objetivo es poner en valor este pulmón del término municipal, que se extiende desde el puerto de Cabopino a la desembocadura del arroyo Las Cabrillas. De una parte, borrando la huella en forma de veredas y pavimento del paso desordenado durante años de vehículos y peatones. Los coches tendrán totalmente vetado el tráfico, mientras que una red de senderos con pavimentos de traviesas de madera marcarán el camino a los viandantes.
Nuevo mobiliario urbano y un acceso a Torre Ladrones, una de las fortificaciones vigías que jalonan el litoral, completarán las mejoras. La regeneración del monumento natural, por su parte, pasará por eliminar veredas y especies dañinas, como las uñas de gato, y por plantar en su lugar especies autóctonas, como los alcornoques o las sabinas costeras.
No es la única actuación prevista por Costas en Marbella. El organismo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ultima los proyectos de recuperación ambiental de las dunas de Bahía de Marbella y Real de Zaragoza, ambas en dominio público, donde también se habilitará una red de pasarelas peatonales para frenar el deterioro. Ambos proyectos están pendientes de su supervisión.

1 comentario:

  1. ¿Es así como se cuida un paraje ecológico único? ¿Haciendo pasarelas para que la gente lo invada?
    Por otro lado, es una vergüenza que las dunas están invadidas por la prostitución y es imposible pasear por ellas y descubrir su alto valor ecológico (o lo que queda de él)

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