El Ayuntamiento y la entidad financiera negocian el futuro del edificio de los antiguos cines y del equipamiento previsto en el puerto
04.03.10 - 02:01 -
ANTONIO JAVIER LÓPEZ ajlopez@diariosur.es | MÁLAGA.
CRONOLOGÍA
Finales de 2004. Cierran los cines Astoria y Victoria.
2005. La promotora Baensa compra la parcela para construir viviendas y locales comerciales.
Febrero de 2008. El futuro edificio prevé una sala de exposiciones para la Casa Natal. La Junta de Andalucía rechaza el proyecto por su impacto visual.
Diciembre de 2009. El alcalde anuncia la compra de la parcela.
Febrero de 2010. Problemas financieros complican la operación. El Ayuntamiento negocia con Unicaja.
Marzo de 2010. El alcalde plantea que Unicaja acometa ahí su centro cultural.
En los corrillos de la escena cultural de la ciudad despunta un nuevo tema de conversación. Un asunto de los que dan juego: política, economía, banca, anuncios públicos, intereses cruzados y grandes proyectos se combinan en una trama dispuesta a dar una sorpresa cada pocos días. Por entrar en situación, la historia tiene dos protagonistas (el Ayuntamiento y Unicaja); dos secundarios (la Autoridad Portuaria y la promotora Baensa) y un par de escenarios (la plaza de la Merced y la esquina entre el Paseo de los Curas y el de la Farola).
La última novedad llegaba ayer mismo con un anuncio del alcalde Francisco de la Torre. El regidor adelantaba la disposición de Unicaja a «participar» en el equipamiento cultural previsto en el edificio de los antiguos cines. Es más, De la Torre deslizaba la posibilidad de que el proyecto se acometa «por el Ayuntamiento, por Unicaja o conjuntamente».
El alcalde matizó acto seguido que se trata de un asunto «abierto», aunque sostuvo que el gobierno local no tiene «ningún afán de protagonismo» a la hora de acometer nuevas infraestructuras culturales. Así, con sus declaraciones, De la Torre abría la puerta a que el inmueble de la plaza de la plaza de la Merced se convierta en la ansiada sede cultural de Unicaja en Málaga.
No en vano, fuentes de la entidad financiera confirmaron ayer a este periódico su intención de «centrarse» en uno de los proyectos que hay sobre la mesa. El otro se refiere al equipamiento cultural programado en el interior del puerto, cuya gestión negocian desde hace meses el Ayuntamiento y Unicaja.
Destinos cruzados
Para entender por qué están entrelazados los destinos de ambas iniciativas conviene retroceder un poco en el tiempo. Hasta el pasado 11 de diciembre, cuando el alcalde aprovechó el debate sobre el estado de la ciudad para anunciar dos proyectos: hacerse con la parcela del Astoria para dedicarla a uso cultural y ceder a Unicaja el espacio (también cultural) de la esquina portuaria.
En el primer frente, los planes del consistorio pasaban por compensar al dueño de la parcela (Baensa) con suelos en otras zonas de la ciudad. Sin embargo, aún quedaba por resolver el crédito hipotecario de 15 millones de euros que pesa sobre el inmueble. Un préstamo que está suscrito con Unicaja.
Como adelantó este periódico (SUR, 5-2-2010), el Ayuntamiento planteó a Unicaja reducir esa deuda a cambio de la gestión del edificio portuario; sin embargo, la entidad financiera rechazó esta solución. Pese a esto, el Ayuntamiento se mostró dispuesto a dar su aprobación al centro cultural del puerto ofrecido a Unicaja. Un proyecto que debe remitir la Autoridad Portuaria y cuyo diseño supera el volumen de edificación previsto en esta zona de la ciudad.
En medio de este enrevesado escenario, el alcalde planteó ayer la posibilidad de que sea Unicaja la que gestione el futuro equipamiento cultural en el Astoria, aunque los primeros planes del regidor pasaban por crear allí un espacio de titularidad municipal.
Además, queda por saber el futuro del crédito suscrito por Baenas, cuyos responsables en Málaga adelantaron ayer que ya han presentado la solicitud de licencia para construir 45 viviendas y locales comerciales en la parcela.
Así, parece que a esta rocambolesca historia aún le quedan algunos capítulos por escribir.
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