La actuación ferroviaria, de 1,2 kilómetros, arrancará a finales de año y será una de las más caras de las que se acometan en España
16.04.2010 -
IGNACIO LILLO
MÁLAGA.
El tren de mercancías del puerto dejará de interrumpir varias veces al día el tráfico en el paseo marítimo Antonio Machado, pero tendrá daños colaterales, en la medida en que obligará a expropiar o trasladar a al menos cuarenta vecinos de viviendas que ahora quedan sobre la traza del futuro túnel.
Antonio González Marín, presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), compareció ayer en Málaga ante representantes del Ayuntamiento y de colectivos vecinales para dar a conocer el proyecto, que supondrá una inversión de casi 51 millones de euros en un ámbito de actuación de 1.146 metros, un coste por kilómetro superior al del propio AVE y que lo convierte en uno de los tramos ferroviarios más caros de cuantos se ejecutan en España.
El grueso de la obra es un túnel de 700 metros de longitud y una profundidad máxima de 30 metros, ejecutado mediante muros pantalla, que cruzará bajo el paseo marítimo y las calles Héroe de Sostoa, Ayala y López Pinto, con la consiguiente supresión de los pasos a nivel existentes. Estará electrificado en un recorrido de 600 metros -en la zona portuaria los trenes circularán con motor diésel- y con una vía única montada en placa flotante para reducir la vibración y los ruidos.
Según el calendario previsto, antes de verano se conocerá la empresa encargada de su ejecución y los trabajos se iniciarán a finales de año o principios del próximo, con un plazo de 18 meses. La iniciativa se complementa con la rehabilitación y refuerzo del puente metálico sobre el río Guadalmedina.
Respecto a la incidencia sobre viviendas, González Marín explicó que el proyecto incluye una petición del Ayuntamiento para corregir y suavizar el trazado actual, lo que supondrá que la curva se abra de radio. En este punto, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, comentó que la mayoría de los afectados son los 36 inquilinos del llamado edificio de pescadores, que es propiedad del Instituto Municipal de la Vivienda y que será el encargado de realojarlos. El resto son un número todavía indeterminado de casas de propiedad privada que se ubican en la trasera de ese bloque, cerca del albergue de la calle Góngora, y que habrá que expropiar.
Los vecinos mostraron su preocupación por el tráfico en la zona mientras duren las obras, a lo que González Marín respondió que los desvíos serán consensuados con el Ayuntamiento y los residentes para causar las mínimas molestias.
Espero que los vecinos salgan lo mejor compensados que sea posible; pero este edificio estaba llamado a desaparecer con la rehabilitación de todo el paseo maríticmo-huelin-muelle de heredia. No creo que un edificio en este estado fuera la mejor estampa frente al futuro auditorio.
ResponderEliminar