La empresaria recuerda que ya hubo un intento fallido de retirarles la concesión y advierte de que el proceso judicial llevaría unos seis años
05.06.10 - 01:50 -
IGNACIO LILLO | MÁLAGA.
Siempre que se habla de la rehabilitación de los Baños del Carmen a renglón seguido se plantea el escollo que suponen las concesiones que hay en los terrenos, en especial la de los astilleros Nereo. El pasado jueves la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, anunció en Málaga la aprobación definitiva del plan especial, que contempla el derribo de estas instalaciones. Sin embargo, en esta empresa familiar el proyecto no se ve como una amenaza, sino como una oportunidad de poner en valor sus actividades.
-¿Qué posición se plantean ante el plan de los Baños del Carmen?
-Estamos de acuerdo con el plan, el paraje de los Baños del Carmen está en mal estado y hay que ordenarlo, pero creemos que es posible integrarnos como una pieza más del proyecto, y por ello hemos presentado una propuesta al Ayuntamiento de Málaga, que respeta el plan especial e integra el astillero como un museo de la carpintería de ribera al modo tradicional. Desde 2008 este astillero, su actividad y el material están inventariados como patrimonio etnográfico de Andalucía por la Junta. Hemos propuesto al Ayuntamiento un convenio de colaboración para hacer réplicas de embarcaciones históricas, fenicias, griegas y romanas, como un parque temático del patrimonio marítimo malagueño y su herencia cultural. Esto es perfectamente posible en el espigón que se quiere hacer a levante, que de hecho supone rehacer el antiguo puerto de San Telmo, que hoy es el balneario.
-El plan, tal y como está, contempla el derribo de sus instalaciones.
-No se explicaría ni racional ni jurídicamente. La única razón para tirarnos abajo es la prolongación del paseo marítimo, pero ya hubo un paseo delante del astillero que se rompió, por donde ahora pasa una tubería de Emasa y con diez metros de escollera. Sólo hay que adecentar ese paso e integrarlo. Además, cuando se haga la playa que contempla el plan se verá con más claridad que el paseo marítimo puede discurrir por delante. La propuesta de tirarlo abajo viene por inercia de los proyectos de los años 80.
-¿Cómo se han tomado el anuncio de la ministra?
-Lo esperábamos desde 2008. Primero queremos conocer la propuesta de Costas, ver lo que dicen, cómo responden a nuestras alegaciones y a la propuesta de integrar el astillero en el plan especial, y de lo contrario seguiremos los trámites para hacer valer nuestros derechos y la opinión de los ciudadanos e instituciones que nos apoyan. Con diálogo, justicia y movilización.
-¿Se plantean la vía jurídica?
-En 1.989 se inició un intento de rescate de la concesión y en 1.994 una sentencia de la Audiencia Nacional lo declaró nulo. Entonces se valoró en 200 millones de pesetas el traslado a otro sitio. No nos planteamos negociar la expropiación. Si llegamos a la vía jurídica los trámites pueden durar seis años y el coste sería de unos dos millones de euros. ¿Estamos para tirar el dinero? Con buena voluntad podemos hablar, pero aquí nunca ha habido buena voluntad, porque siempre se ha dado por hecho que había que tirarlo. Además hay precedentes en otros lugares que hablan a nuestro favor. En el País Vasco, en Lekeitio, un astillero en una situación parecida a la nuestra ha llegado al supremo y les han dado la razón.
-La concesión caducará en 2018.
-Si llegamos a 2018 y nos deniegan la prórroga haremos las maletas, pero hasta entonces cuesta dos millones y además tendrán que explicar técnica y jurídicamente por qué vienen de Madrid a cargarse el patrimonio cultural de Málaga. Estamos a verlas venir, esperaremos la respuesta a nuestras alegaciones.
-¿Cómo marcha la empresa?
-La empresa está saneada. Pero en vez de aprovechar unas infraestructuras para crear más de treinta puestos de trabajo con programas de formación y recuperación del patrimonio prefieren hacer treinta metros de paseo marítimo.
-Dicen sus detractores que el astillero no tiene actividad.
-Quien dice eso manipula a la opinión pública. En estos momentos estamos construyendo el bergantín Galveztown con la colaboración del Gobierno de Estados Unidos, que acaba de donar para este proyecto madera de roble valorada en 300.000 euros. Estamos restaurando la jábega de la hermandad de la Virgen del Carmen de El Palo y se está construyendo otra nueva. En la pasada Noche en Blanco se botó un sardinal restaurado que ha permitido recuperar la vela latina en Málaga. Ofrecemos el servicio de varadero, que mantiene las patrulleras de la Marina desde hace cuarenta años, y en esta línea se ha hecho el nuevo mascarón del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Tenemos un convenio con la Cruz Roja para formar a personas en riesgo de exclusión. Y el ecomuseo del astillero, que da a conocer entre los escolares las técnicas de la carpintería de ribera malagueña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario