Como responsable del Plan Especial del Puerto de 1997, Alfonso Peralta discrepa de la idea de edificar por encima de la cota del Paseo de la Farola y reclama que si se plantean cambios sean objeto de debate
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 14.06.2010 - 01:00
-Su nombre está ligado a Marbella y a su urbanismo. Su firma está en el PGOU de 1986, que no llegó a ser publicado hasta varios años después. ¿Cómo era ese documento?
-Lo hizo un equipo amplísimo, organizado por la Diputación, aunque el plan lo pagaba la Junta y la formulación correspondía al Ayuntamiento. Era un plan complejo desde el punto de vista administrativo. El equipo trabajó en Málaga, no en Marbella, para estar más tranquilos. Era un plan necesario, porque el documento anterior procedía del documento la Costa del Sol del año 68. Eran años en los que ya había presión urbanística y era necesario dotar a Marbella de un marco jurídico. Lo primero que se buscaba era abrir cauces para el desarrollo que se avecinaba, al tiempo que trataba de poner orden en lo que ya se había construido, especialmente en las urbanizaciones.
-E imagino que se incidió en las infraestructuras...
-Se buscó dotar el municipio de infraestructuras, empezando por la autovía. Y en ese momento se trató de hacer el corredor ferroviario de la costa, pero no tuvimos acogida. Ni el Ministerio de Transporte, ni Renfe ni casi el Ayuntamiento estaban interesados. Marbella era un mundo aparte y pensaban que estar aislados era maravilloso. No llegaron a ver este futuro y paseamos la idea por diferentes departamentos, con un cerrojazo total. Si se hubiese tenido en cuenta ahora tendríamos al menos marcado el corredor y una reserva de suelo.
-Si el plan hubiese entrado en vigor, ¿qué habría pasado?
-El plan se suponía que iba a ser la solución. Pero ese plan fue usado por Jesús Gil cuando llegó a la Alcaldía. Toda la estructura del documento, los sistemas viarios, los sectores, todo siguió igual. Lo que pasa es que dio una vuelta de tuerca y subió la edificabilidad. Al traje empezaron a meterle por todos lados y a la manguita pequeñita de niño le quisieron meter un brazo gordo. Si hubiese entrado en vigor se hubiesen puesto en marcha muchas infraestructuras y las salidas de madre de Gil no hubiesen ocurrido.
-Decía que el equipo redactor trabajaba en Marbella.
-Había una presión económica importante. No sólo árabe, sino también nacional, que había empezado antes y que dio lugar a urbanizaciones y hoteles históricos. Elviria fue la primera gran urbanización de Marbella. El plan que acaban de aprobar el Ayuntamiento y la Junta viene a poner orden sobre un desmadre, pero el que nosotros hicimos también lo hizo. En ese documento se inventaron los expedientes de regularización, que tenían que ser redactados por las urbanizaciones para detallar aquellas cosas que tenía que haber y no había.
-¿Aquella Marbella era muy diferente de la de ahora?
-Claro. No diría si mejor o peor. Había mucha menos población y el tipo de turismo era más elitista. Pero ya se apuntaba un cambio en el modelo de crecimiento. Marbella pasó de ser un pueblo a ser destino turístico-residencial de personas muy exclusivas.
-¿Cómo ha asistido al proceso de derrumbe del sistema de Gil?
-Lo que cayó sobre Marbella fue una plaga bíblica. Y ahora reorganizar todo lo que se hizo en esos años es difícil. Tiene mucho mérito sacar adelante el nuevo PGOU.
-Usted es además responsable del Plan Especial del Puerto de 1997, que tuvo el aval de todos los actores vinculados a la actuación. ¿Cómo era aquel documento?
-Lo bueno que tenía era que contemplaba el puerto como un todo. En algunos casos con concesiones privadas y en otros con actuaciones públicas. Había que contemplar variedad de usos en los muelles 1 y 2, mientras que en Muelle Heredia se planteaba como prolongación de la calle. Lo que pasó luego es que se intentó sacar a concurso sólo una parte. Lo que trajeron las empresas no se correspondía ni con la forma ni con el espíritu del plan y por eso no llegó a darse a Chelverton la concesión. A partir de ahí el plan entró en una deriva que acaba con el muelle 2 como actuación pública y en el uno se mantenía la idea de locales bajo la rasante.
-Un aspecto que quedó claro es que no se hiciese nada sobre la cota del Paseo de la Farola. Ahora se reabre esa cuestión.
-Se habla de construir en la esquina pero nadie ha explicado las razones. Las cosas se pueden cambiar si hay una razón adecuada y si se hace de una forma adecuada. Lo que no he visto por ninguna parte es a nadie explicar por qué hay que replantear los presupuestos del protocolo. Y desde ese punto de vista no lo veía y sigo sin verlo.
-Apuntan a que es necesario un diseño diferente, en altura, para que en el equipamiento entren exposiciones de gran formato.
-¿Qué es eso? ¿Es otro CAC? ¿Qué hacemos con el CAC? Antes de decidir hay que hablar, no sólo sobre el edificio sino sobre qué va a ser.
-Veinte años después seguimos con el debate abierto.
-Es un caso elocuente de que hay buenas ideas y buenas intenciones, pero no respeto a unos criterios generales previamente fijados. Si hay que cambiar esos criterios hay que llevarlo a un debate al mismo nivel al que se llevó el plan. Una máxima importante en el puerto es que lo que se haga se haga muy bien, porque montar el puerto es muy difícil, desmontarlo es muy fácil y volver a montarlo es imposible. Si renunciamos a espacios portuarios y los queremos incorporar a la ciudad tiene que ser haciéndolo muy bien. No se trata de que cumpla o no, es que ponemos en la sartén el último buen filete que queda. Nos estamos jugando el espacio más importante de la ciudad y no se puede hacer de una forma alocada. Si después de mucho esfuerzo conseguimos centrar algo y ahora hay que modificarlo, echémosle el mismo esfuerzo. Como norma genérica la idea de no construir por encima del Paseo de la Farola es importante.
-El el proyecto original la valla del puerto iba fuera. ¿No es así?
-No sé de dónde surge la idea de retranquear la valla. Al elevar la plataforma del muelle 2, lo que hemos creado es un palmeral con la sorpresa que nos llevamos de que estamos entre dos vallas.
-¿Y lo del supermercado junto a la esquina? ¿Qué le parece?
-No sé por que tiene que haber un supermercado ahí. En el plan especial se decía que se destinaría a restaurantes, bares, pequeño comercio y servicios turísticos... Pero dentro de un pequeño comercio no entiendo un supermercado. No acabo de ver esa necesidad.
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