El alcalde apuesta por embovedar el río para convertirlo en una gran avenida que una la ciudad De la Torre cita a la Junta de Andalucía y el Gobierno central «cuanto antes» para una reunión en el seno de la Fundación Ciedes
14.01.2011 -
De la Torre apuesta por empezar la futura transformación del río por el tramo sur del cauce.:: S.SALAS
El eterno proyecto pendiente del Guadalmedina, el de su definitiva integración en la ciudad, ha vuelto con fuerza a la escena política a raíz de la realización de un informe técnico por parte del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), organismo del Ministerio de Fomento, que avala la posibilidad de embovedar el río y establece medidas para garantizar la capacidad de su cajón hidráulico en caso de grandes riadas. Este pronunciamiento técnico, largamente esperado en los últimos años, abre la puerta al debate para sentar las bases del que está llamado a convertirse en el «gran reto del siglo XXI» para Málaga, como así lo define el II Plan Estratégico, elaborado por todas las administraciones públicas y entidades sociales y económicas representadas en la Fundación Ciedes.
Para el equipo de gobierno local, el Cedex viene a dar respuesta a la aspiración de los gobiernos del PP -antes con Celia Villalobos y ahora con Francisco de la Torre- de embovedar el cauce para convertirlo en una gran rambla o avenida que cosa la ciudad. «El informe demuestra que el embovedado es viable», afirmó ayer De la Torre, quien aseveró que «la ciudad puede ya pensar en que ese cauce seco que la afea y que le produce una herida puede transformarse en algo útil».
En ese sentido, recordó que el Consistorio ya realizó en la década de los noventa estudios sobre un posible embovedado y uso del río en los que incluso se planteaba la posibilidad de aprovechar esa actuación para llevar a cabo soterramientos del tráfico rodado, aparcamientos y plataformas para el transporte público en el subsuelo, con lo que la superficie quedaría como una gran rambla de jardines y zonas peatonales, que estaría cruzada por viales para conectar las dos orillas de la ciudad.
Usar la presa de otra forma
A juicio del alcalde, el análisis del Cedex aporta viabilidad para todas esas opciones. «Ahora caben todas las alternativas y estamos abiertos a verlas todas», insistió. Además, valoró especialmente que una de las opciones que el informe apunta para garantizar la seguridad de la actuación en el cauce urbano es simplemente cambiar el modo de explotación de la presa de El Limonero, una infraestructura que aportaría 400 de los 600 metros cúbicos por segundo cuantificados como caudal máximo para el actual encauzamiento en un recorrido de mil años. Los otros 200 corresponden a los arroyos situados aguas abajo que conectan con el río.
Según De la Torre, esa opción es «la más barata», ya que únicamente supondría desembalsar con cierta frecuencia El Limonero para potenciar su función de defensa de la ciudad en caso de grandes avenidas. Como obra complementaria sí tendría que realizarse tal vez una ampliación de la puerta de desembalse del pantano que, según el alcalde, apenas supone el 2% de los recursos para abastecer de agua a la ciudad.
No obstante, el alcalde recalcó que lo que toca ahora es recabar el máximo consenso institucional y ciudadano sobre el Guadalmedina, un acuerdo para el que se ha marcado como escenario la Fundación Ciedes, cuya reunión ya está siendo convocada por el Ayuntamiento para celebrarla «cuanto antes».
En ese sentido, la delegada del Gobierno andaluz, María Gámez, subrayó mediante un comunicado que Ciedes «es el lugar de encuentro adecuado para debatir sobre el futuro del río Guadalmedina a su paso por la ciudad», ya que de allí partió la iniciativa de solicitar el informe técnico al Cedex.
Dispuesta al análisis
A diferencia de De la Torre, Gámez señaló que el pronunciamiento de los técnicos de Fomento «no apuesta por una alternativa concreta, sino que ofrece varias posibilidades para estudiarse, con determinados condicionantes que deberán de ser valorados». No obstante, añadió que la Junta, que ha impulsado la elaboración del informe, está dispuesta a contribuir a su análisis.
Para el subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna, la decisión que se adopte a raíz de este debate a nivel institucional debe ir precedida por una consulta a los ciudadanos sobre dos puntos. El primero es si consideran o no prioritario este proyecto para Málaga y el segundo supone recabar sus propuestas al respecto «sin apriorismos». En ese sentido, comentó que el informe «no es categórico» a la hora de apostar por el embovedado del río y «condiciona cualquier solución que se tome». «En estos momentos no es posible abordar la ejecución material del proyecto por lo que, para no perder el tiempo, lo importante es abordar primero el debate ciudadano», añadió.
Por otro lado, De la Torre confió en que la ciudad sea capaz de tomar una decisión sobre qué hacer con el Guadalmedina en el plazo de un año, aproximadamente. «Lo que importa es que se abra un camino, que no se dé pie a los enfrentamientos y que muchos ciudadanos puedan ilusionarse, porque la situación actual del río no es defendible», dijo.
Para el regidor, no tiene sentido dejar el cauce abierto. «Es un cauce feo, que se ensucia y que provoca problemas a la ciudad como los malos olores», reconoció, al tiempo que apuntó que se podría trabajar en una línea parecida a la de Almería, en la que el embovedado de un río ha dado lugar a la realización de una gran rambla urbana.
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