viernes, 14 de enero de 2011

Un palacio cerrado (SUR)

La casa que perteneciera a Trinidad Grund se encuentra totalmente rehabilitada a la espera de hallar un comprador. ¿Y las instituciones?
14.01.2011 -
ANTONIO ROCHE alroche@diariosur.es

Un palacio cerrado
Fachada principal del palacete, que está en manos de la promotora de Ricardo Arranz. :: ÁLVARO CABRERA
Más de uno, cuando pasa por el tramo peatonal de la calle Trinidad Grund y observa un reluciente palacio recientemente rehabilitado, se pregunta por qué está cerrado. La casona es propiedad de la promotora del presidente de la Federación de Urbanizadores y Turismo Residencial de Andalucía, Ricardo Arranz, con sede en Marbella, que lo ha recuperado con exquisito gusto y delicadeza. Está a la venta.
El palacio de Trinidad Grund, en la calle del mismo nombre, pudo salir felizmente del abandono en el que estuvo sometido durante varios años cuando dejó de albergar oficinas del Ministerio de Trabajo. La empresa R&A Capital lo adquirió en una subasta para convertirlo inicialmente en un hotel de cinco estrellas. Sin embargo, ese proyecto se desvaneció. Desde hace poco tiempo luce una placa en la fachada principal con la inscripción 'Medical center'. Sin embargo, vecinos y trabajadores del entorno aseguran que allí no hay ninguna clínica.
El edificio, construido en el siglo XVIII, está cargado de historia. Se hizo para albergar a algunas de las familias de la más alta clase social de Málaga. La tradición oral relata que en el edificio llegó a estar alojado brevemente José Bonaparte, hermano de Napoleón, en su etapa como rey de España (1808-1813). El también conocido como 'Pepe Botella' emprendió en los primeros meses de 1810 una expedición a Andalucía que constituyó la etapa más feliz de su breve reinado. Las familias Delio y Pastor y, más tarde, la de Herrero y Sevilla fueron propietarias del palacete, que también albergó el Consulado Alemán y fue residencia del cónsul de Uruguay. Finalmente, fue sede de la Delegación Provincial de Mutualidades Laborales y, posteriormente, albergó dependencias del Instituto Nacional de Empleo (INEM) hasta 1995.
Sin embargo, la figura que marcó el devenir del palacio y que incluso dio nombre a la calle en la que se ubica es la de Trinidad Grund y Cerero de Campos, nacida en Sevilla (28-2-1821), pero que llegó a Málaga en 1836 y contrajo matrimonio con Manuel Heredia Livermore, hijo mayor del matrimonio de Manuel Agustín Heredia e Isabel Livermore.
Un descendiente directo de 'doña Trinidad', como así era conocida, Manuel Grund, de 70 años, sobrino bisnieto de la célebre señora, se pregunta: «¿No hay una institución malagueña que se interese por este palacio?». Lleva razón. El Ayuntamiento, que lleva una política de dotar a Málaga de equipamientos culturales, tiene aquí un continente por el que pasan a escasos metros miles de cruceristas al estar el puerto a escasos metros. Además, con ese proyecto de convertir el ensanche de Heredia en un soho, el palacio de Trinidad Grund puede ser imprescindible.

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