domingo, 13 de marzo de 2011

El puerto, 22 años después. (LAOPINION)

La inauguración del palmeral en la semana del 21 de marzo es el primer paso para la apertura efectiva del puerto a la ciudad.


Cronología


Marzo 2004
Cambio en el Plan Especial del Puerto
Las reuniones mantenidas entre el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; y el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, terminan dando sus frutos y acuerdan cambiar el plan original de 1989 y reimpulsar el proyecto.

Abril 2006
Derribo del silo
El silo y los dos almacenes auxiliares situados a cada lado caen de forma definitiva, eliminando la postal de la entrada de Málaga de los últimos 50 años y abriendo una nueva perspectiva de la ciudad desde el mar.

Abril 2008
Obras en el muelle 2
La construcción del palmeral no ha estado exenta de problemas. La empresa que inició las obras –Tiferca– abandonó las obras a mediados de 2009 al entrar en quiebra y fue la constructora Heliopol quien las retomó a finales de ese año.

Diciembre 2010
La retirada de la verja
Comienzan los trabajos para quitar la verja que impedía el acceso de los peatones desde la plaza de la Marina, que es la entrada natural al muelle 2. Además, se ha peatonalizado toda esta entrada y eliminado el paso de vehículos.

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA
Hay proyectos que son como una receta de mermelada. Necesitan de una cocción lenta y cualquier despiste provoca que se eche a perder. La unión del puerto y la ciudad es uno de esos proyectos, que ha requerido de 22 años de cambios, avances, retrocesos y varios impulsos, que presumían de ser definitivos, para que se materialice. En poco más de una semana se inaugurará el palmeral del muelle 2. Una zona de uso público que invita a pasear por una parte del puerto como si fuera una extensión de la ciudad al borde del mar. El resultado se podrá comprobar en pocos días, pero sí que se aprecia ya un cambio sustancial respecto al año 1989, cuando se firmó el Plan Especial del Puerto y que prometía que la ciudad empezaría a mirar al mar también en la zona portuaria.

Hacer un repaso por estos 22 años supone revisar siete propuestas diferentes para reorganizar los muelles 1 y 2 hasta encontrar la definitiva, que luego se ha cambiado en, al menos, dos ocasiones y todavía no se conoce la configuración definitiva de la esquina, la clave de todo este nuevo eje ciudadano.

Los momentos clave de la unión del puerto y de la ciudad se pueden resumir en tres, a falta de que se inaugure el palmeral. El primero es el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de Málaga y la Autoridad Portuaria un Martes Santo de 2004 para cambiar el Plan Especial original. Quince años después de cerrar el primer documento de reordenación del espacio, Francisco de la Torre firmó con Enrique Linde un convenio que desbloqueó el diseño de los muelles pegados a la vida ciudadana. Acordaron primar el uso público en el muelle 2 que daría lugar al palmeral y concentrar los establecimientos hosteleros y comerciales en el muelle 1 (paralelo al paseo de la Farola), con una limitación de uso a 14.000 metros cuadrados y de altura.
El siguiente hito fue el derribo del silo y los almacenes situados a los lados. Comenzó a principios de 2006 y marcó el final del uso de ese muelle para los tráficos portuarios. Era el fin de una época y el inicio de un destino ciudadano que se ha concretado con el palmeral diseñado por Jerónimo Junquera y elegido en un concurso de ideas internacional.

El tercer gran hito de este proceso fue el derribo de más de un centenar de metros de la verja que bloqueaba la normal entrada al puerto desde la plaza de la Marina. En estos días se está completando dicha obra, que ha supuesto dar prioridad al peatón y trasladar el acceso de los coches a otra puerta.
Es una obra aparentemente sencilla, pero de gran calado psicológico, puesto que la verja ha dejado de ser una barrera a quedar como elemento decorativo entre las columnas situadas en la entrada. O de protección para el usuario del palmeral a lo largo del paseo de los Curas.

Retos

La inauguración del muelle 2 no supone el final del proceso. Simplemente abre una serie de interrogantes que ya estaban planteados y en los que el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria tienen la última palabra.
El aspecto más inmediato es definir la esquina entre el muelle 1 y 2. El rechazo del alcalde de Málaga al edificio cultural que inicialmente había apoyado el Ayuntamiento, dejó en el aire el futuro del espacio cultural que se ha previsto en esa zona. La limitación de no superar la altura del Paseo de la Farola coarta el futuro de este espacio cultural de cara a atraer exposiciones. Pero eso es adelantar mucho todavía, cuando no hay una idea clara de cómo va a ser. Ni de quién lo va a gestionar.

Inicialmente será de titularidad municipal. El alcalde intentó que Unicaja asumiera este espacio cultural, pero la entidad financiera ya dejó claro que tiene otros planes. El Ayuntamiento, con unos recursos limitados, tiene que dar ahora respuesta a la gestión de este espacio y a definirlo arquitectónicamente.
El acceso peatonal al muelle 2 es la otra gran incógnita. Tras eliminar la verja de donde puede resultar un obstáculo real, ha aparecido una barrera más compleja de quitar: el tráfico. El Ayuntamiento incluye la reducción del tráfico un 40% en el Paseo de los Curas, según su Plan de Movilidad Sostenible. Sin embargo, a la vez pide que esta vía pase de cinco a seis carriles de circulación. La falta de un criterio claro del Ayuntamiento de Málaga y la presencia de un intenso tráfico sigue dejando en manos de los semáforos el paso del peatón hacia el puerto. Aquí empieza a pasar factura la decisión de Francisco de la Torre de negarse a que se construyera una pasarela peatonal desde la plaza de la Marina hasta el puerto, como proponía Jerónimo Junquera.

También se abren algunas duda sobre el uso ciudadano que tendrá el palmeral. Por un lado el Aula del Mar sigue a la espera de firmar el convenio que le permita trasladarse a dos de los tres edificios construidos en el muelle 2, lo que asegurará un mínimo de actividad ciudadana en este entorno. Por otra parte, queda por aclarar quién asumirá el mantenimiento del palmeral, cuál será su coste y qué actividades se organizarán para atraer a los ciudadanos, como ya planteaban los arquitectos Jerónimo Junquera y Liliana Obal en su proyecto original del Palmeral de las Sorpresas.

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