jueves, 14 de julio de 2011

El PGOU de los 1.000 millones ve la luz (Málaga Hoy)

Las últimas correcciones se aprobarán en Pleno extraordinario el viernes de la próxima semana y entrará en vigor a mediados de agosto · De la Torre mantiene vivo el recurso judicial por el rechazo al salto de la ronda

SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 14.07.2011 - 01:00
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Vista aérea de Málaga capital.

Larga ha sido la espera y dichoso el momento en que el camino culmina. Esto deben pensar y sentir los técnicos municipales que en los últimos siete años han convivido a diario con la revisión del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga y que son testigos, ahora, del desbloqueo definitivo del un documento cuya plasmación debe traducirse en casi 1.000 millones de euros de inversión. Porque el nuevo planeamiento, enfrascado en la constante confrontación de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento, dibuja la Málaga de los próximos 15 ó 20 años y la sustenta sobre un modelo que si bien agota los últimos suelos libres en Campanillas y Puerto de la Torre también transforma la imagen futura de la urbe con las nuevas centralidades de Térmica, Martiricos y Repsol, donde las alturas de las edificaciones serán referentes.

El documento, reajustado por enésima vez el pasado martes en Sevilla, verá la luz y entrará en vigor, previsiblemente, a mediados de agosto, coincidiendo con la Feria. Para que ello sea así, el concejal de Ordenación del Territorio, Diego Maldonado, informó de que será la próxima semana cuando tengan lugar la comisión informativa de Ordenación del Territorio, el martes, y un Pleno extraordinario, el viernes, para ratificar las 56 subsanaciones últimas introducidas en el plan, la mayoría, dijo, "intrascendentes". Desde ese momento, la Junta habrá de cumplir con el compromiso de tramitar en 48 horas su envío y publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).

¿Pero qué es lo que el ya hastiado Plan General propone para la ciudad? Los grandes números que se inscriben en el documento son claros: 40.000 viviendas de nueva construcción, de las que 17.000 serán protegidas, a las que sumar las aproximadamente 30.000 que aún no se han desarrollado y que se corresponden al plan de 1997. El nuevo diseño presta especial atención a que lo que durante años ha sido considerada una asignatura pendiente, la reserva de suelo para usos industriales y productivos, con 4,5 millones de metros cuadrados.

Pero más allá de las cifras, lo que los malagueños podrán visualizar en los próximos años, de cumplirse con las expectativas, será una urbe donde, por ejemplo, disfrutarán de un nuevo parque metropolitano en Arraijanal, cuya delimitación y extensión habrá de esperar a la ciudad deportiva del Málaga; de tres grandes operaciones urbanísticas en Térmica, Repsol y Martiricos donde se levantarán grandes edificios en altura y que supondrán para las arcas municipales algo más de 150 millones de euros de ingresos procedentes de los convenios urbanísticos. Eso siempre que las empresas acaben por cumplir con los plazos marcados, si bien se abre la opción a negociar aplazamientos en el abono de las cantidades.

Son algunas pinceladas de un planeamiento que, bien es cierto, poco tiene que ver con el que originariamente manó de las manos de sus redactores, que no sólo han visto cercenadas las dimensiones de las torres, sino que han visto cómo el entorno de Campanillas, donde se abogaba por un modelo residencial de escasa densidad, ha acabado por masificarse para responder a las exigencias que la Junta planteó para que se obtuviese el sector de Arraijanal sin coste alguno.

A ello se suma la imposibilidad de ejecutar 3.500 viviendas en las márgenes del río Campanillas por problemas de inundación. No son los únicos reveses del documento, ya que quedan suspendidas otras propuestas como la construcción de medio millar de viviendas al norte de la ronda este y la reclasificación de la parcela de La Rosaleda para uso residencial, paso condicionado por la Junta de Andalucía a que previamente se ejecute un nuevo estadio.

Precisamente, el alcalde, Francisco de la Torre, confirmó ayer que mantiene vivos los recursos judiciales que en su día presentó contra el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana (Potaum) en lo relativo al salto de la ronda y a la consideración que reciben las casas de El Palo. El regidor, preguntado por si de trata del documento que la ciudad necesita en el actual escenario de crisis, no lo dudó: "No les quepa duda". En esta materia, hizo hincapié en los "grandes" espacios de suelo productivo, lo que supone "una oportunidad" para la ciudad. No obstante, admitió que no es el PGOU que "hubiésemos querido". Por su parte, PSOE consideró que "es completamente anacrónico para lo que requieren los tiempos actuales", mientras IU estimó que no es el plan que Málaga necesita.

Los últimos ajustes en la memoria económica, de la que se extraen por ejemplo inversiones como las previstas en el intercambiador de transportes de Renfe y varios aparcamientos disuasorios deja la inversión programado en 863 millones, de los que más de la mitad, 550 millones, van a parar a la mejora de la red de comunicaciones, como la implantación de una red de carriles bus valorada en 43 millones; carriles bici por unos 13 millones, la red de aparcamientos urbanos y metropolitanos de 85 millones, así como el soterramiento de Cánovas, con 32,5 millones.

El segundo elemento que más dinero se reserva es el de los sistemas generales de espacios libres, que se centran en parques y zonas verdes como las previstas en Puerto de la Torre y valoradas en 19 millones. La adecuación de la red de agua potable y de saneamiento se lleva otros 129 millones y la red eléctrica, unos 50 millones.

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