Este periódico se pone en contacto con varias entidades financieras para conocer el modo de financiación de las viviendas que exponen en sus portales inmobiliarios. Desde la entidad nos explican que con una nómina y un puesto de trabajo fijo «no hay ningún problema para que nos concedan el cien por cien de la hipoteca».
ROSALÍA ROMERO Las entidades financieras muestran en sus portales inmobiliarios todo tipo de ofertas: desde promociones de pisos de nueva construcción hasta chalets, adosados y viviendas de segunda mano. Entre pisos procedentes de embargos por la imposibilidad de pago del cliente y promociones en propiedad, los bancos se han convertido en una especie de agencia inmobiliaria, que intenta dar salida a su stock de la forma más ventajosa posible.
Para comprobar el trato y la forma de captar a los compradores, nos hacemos pasar por un cliente interesado en adquirir una vivienda en la capital. En una de las entidades nos emplazan a acudir a la oficina donde nos atenderá «alguien especializado que le explique el modo de financiación». Sin embargo, al ponernos en contacto con otra entidad nos explican que los requisitos son como los que exigiría cualquier inmobiliaria o promotor: tener nómina, un puesto fijo y que nos concedan la hipoteca.
«Es lo mismo que si usted quisiera realizar la comprar a un promotor. En este caso, en lugar de comprarlo a una agencia o promotor el banco es la promotora», señala una trabajadora. Acto seguido añade: «si usted accede a la financiación de la hipoteca, se la concedemos al cien por cien».
A continuación, nos ponemos en contacto con otra entidad donde, si bien nos remiten a pedir una solicitud para que nos atiendan personalmente en la oficina, desde el primer momento nos hablan de las condiciones. «Aquí lo normal es que demos la hipoteca al cien por cien a 40 años», asegura.
Cliente
Asimismo, este periódico contacta con un cliente que compró hace unos meses un inmueble por valor de 246.414,96 euros. Este comprador relata que cuando acudió a la oficina le pidieron la entrega del certificado del titulo de su plaza fija y la nómina, ofreciéndole además un crédito especial para vivienda.
«Me concedieron un préstamos de 214.000 euros, el 80 por ciento de lo que costaba el piso incluido el garaje. Tuve que dar una entrada de 60.101,21 euros y el resto lo puedo pagar en 30 años».
De este modo, el cliente señala que le ofrecieron «un préstamo en buenas condiciones y que no responde al crédito habitual». En este sentido, detalla que el banco «hizo una excepción» con él puesto que, al tener 47 años y poder financiar la hipoteca a 30 no terminará de abonar el préstamo hasta que cumpla 77 años. «Ellos me explicaron que prefieren no tener a nadie que pase de los 70 años y tenga la hipoteca pendiente de pago. Pero como vieron que tenía un puesto fijo y, además, tengo todos los servicios incluido un seguro de vivienda contratados con esa entidad, me lo permitieron como cosa especial. Así se cubren las espaldas», relata.
Situaciones como ésta revelan hasta qué punto la banca ofrece buenas condiciones para dar salida a viviendas sin vender y por cuya comercialización pueden obtener beneficios seguros.
Para comprobar el trato y la forma de captar a los compradores, nos hacemos pasar por un cliente interesado en adquirir una vivienda en la capital. En una de las entidades nos emplazan a acudir a la oficina donde nos atenderá «alguien especializado que le explique el modo de financiación». Sin embargo, al ponernos en contacto con otra entidad nos explican que los requisitos son como los que exigiría cualquier inmobiliaria o promotor: tener nómina, un puesto fijo y que nos concedan la hipoteca.
«Es lo mismo que si usted quisiera realizar la comprar a un promotor. En este caso, en lugar de comprarlo a una agencia o promotor el banco es la promotora», señala una trabajadora. Acto seguido añade: «si usted accede a la financiación de la hipoteca, se la concedemos al cien por cien».
A continuación, nos ponemos en contacto con otra entidad donde, si bien nos remiten a pedir una solicitud para que nos atiendan personalmente en la oficina, desde el primer momento nos hablan de las condiciones. «Aquí lo normal es que demos la hipoteca al cien por cien a 40 años», asegura.
Cliente
Asimismo, este periódico contacta con un cliente que compró hace unos meses un inmueble por valor de 246.414,96 euros. Este comprador relata que cuando acudió a la oficina le pidieron la entrega del certificado del titulo de su plaza fija y la nómina, ofreciéndole además un crédito especial para vivienda.
«Me concedieron un préstamos de 214.000 euros, el 80 por ciento de lo que costaba el piso incluido el garaje. Tuve que dar una entrada de 60.101,21 euros y el resto lo puedo pagar en 30 años».
De este modo, el cliente señala que le ofrecieron «un préstamo en buenas condiciones y que no responde al crédito habitual». En este sentido, detalla que el banco «hizo una excepción» con él puesto que, al tener 47 años y poder financiar la hipoteca a 30 no terminará de abonar el préstamo hasta que cumpla 77 años. «Ellos me explicaron que prefieren no tener a nadie que pase de los 70 años y tenga la hipoteca pendiente de pago. Pero como vieron que tenía un puesto fijo y, además, tengo todos los servicios incluido un seguro de vivienda contratados con esa entidad, me lo permitieron como cosa especial. Así se cubren las espaldas», relata.
Situaciones como ésta revelan hasta qué punto la banca ofrece buenas condiciones para dar salida a viviendas sin vender y por cuya comercialización pueden obtener beneficios seguros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario