El diseño del edificio cultural en la conexión de los muelles 1 y 2 acaba de ser presentado a los vecinos de La Malagueta y destaca por el gran cubo transparente que sale de la cubierta.
REDACCIÓN | ACTUALIZADO 28.09.2011 - 07:05
Tras no pocos meses de polémica, el icono arquitectónico que coronará la transformación del muelle 1 del puerto de Málaga, toma forma. El diseño del edificio de uso cultural que se ejecutará en la esquina de conexión de la dársena de la Farola y del Palmeral de las Sorpresas ya se ha hecho público, después de que hace algunos días responsables de la empresa promotora del proyecto, Unión de Iniciativas Marina de la Farola, y de la Gerencia de Urbanismo mostrasen a los vecinos de La Malagueta las primeras infografías del nuevo inmueble.
De las imágenes, a las que ha tenido acceso Málaga Hoy, destaca el cubo acristalado que sobresale de la cubierta y que se eleva unos 16 metros de alto sobre la cota del Paseo de la Farola, con una base de 256 metros cuadrados (un cuadrado de 16 metros de lado).
Éste es el gran atractivo visual de un equipamiento marcado en los últimos años por la duda y la incertidumbre, toda vez que las primeras propuestas planteadas por la empresa e inicialmente avaladas por el Puerto y por el Ayuntamiento (un paralepípedo de 19 metros de alto, 13 de ellos sobre la cota de la Farola; 20 metros de ancho, y 100 metros de largo) se vinieron abajo tras la protesta de una amplia representación de la sociedad malagueña, disconformes con la idea de que la construcción superase con creces el límite físico del Paseo de la Farola.
De hecho, esa primera iniciativa, que fue presentada públicamente, obligaba a modificar el Plan Especial del Puerto, que imposibilitaba que el edificio de la esquina de oro se alzase por encima de esa cota. La actuación que desde hace meses se ejecuta en este mismo espacio asume en su totalidad los parámetros fijados en el planeamiento del espacio portuario, que sí autoriza la opción del cubo en altura.
A falta de conocer los detalles exactos de la actuación, que la promotora sigue sin sacar a la luz, lo que sí se sabe hasta la fecha es que el cubo tendrá continuidad en las dos plantas en las que estará dividido el inmueble, la primera de ellas a ras del muelle (2.000 metros cuadrados) y la segunda, en semisótano (4.000 metros cuadrados), desde la que esta estructura tendrá unos 25 metros de gálibo. Un dato nada baladí, por cuanto ello garantizará la altura suficiente como para poder organizar exposiciones de gran formato.
Otra de las particularidades de la futura esquina es que será totalmente transitable desde el Palmeral de las Sorpresas. De este modo, los peatones que deambulen por el muelle 2 podrán avanzar a pie sobre la cubierta, que estará repleta de múltiples aristas, simulando las olas del mar, del inmueble de uso cultural y enlazar directamente o bien con el Paseo de la Farola o con la nueva calle comercial que se desarrolla en el muelle 1. El interrogante que aún está sin resolver es quién asumirá la explotación del edificio cultural.
De las imágenes, a las que ha tenido acceso Málaga Hoy, destaca el cubo acristalado que sobresale de la cubierta y que se eleva unos 16 metros de alto sobre la cota del Paseo de la Farola, con una base de 256 metros cuadrados (un cuadrado de 16 metros de lado).
Éste es el gran atractivo visual de un equipamiento marcado en los últimos años por la duda y la incertidumbre, toda vez que las primeras propuestas planteadas por la empresa e inicialmente avaladas por el Puerto y por el Ayuntamiento (un paralepípedo de 19 metros de alto, 13 de ellos sobre la cota de la Farola; 20 metros de ancho, y 100 metros de largo) se vinieron abajo tras la protesta de una amplia representación de la sociedad malagueña, disconformes con la idea de que la construcción superase con creces el límite físico del Paseo de la Farola.
De hecho, esa primera iniciativa, que fue presentada públicamente, obligaba a modificar el Plan Especial del Puerto, que imposibilitaba que el edificio de la esquina de oro se alzase por encima de esa cota. La actuación que desde hace meses se ejecuta en este mismo espacio asume en su totalidad los parámetros fijados en el planeamiento del espacio portuario, que sí autoriza la opción del cubo en altura.
A falta de conocer los detalles exactos de la actuación, que la promotora sigue sin sacar a la luz, lo que sí se sabe hasta la fecha es que el cubo tendrá continuidad en las dos plantas en las que estará dividido el inmueble, la primera de ellas a ras del muelle (2.000 metros cuadrados) y la segunda, en semisótano (4.000 metros cuadrados), desde la que esta estructura tendrá unos 25 metros de gálibo. Un dato nada baladí, por cuanto ello garantizará la altura suficiente como para poder organizar exposiciones de gran formato.
Otra de las particularidades de la futura esquina es que será totalmente transitable desde el Palmeral de las Sorpresas. De este modo, los peatones que deambulen por el muelle 2 podrán avanzar a pie sobre la cubierta, que estará repleta de múltiples aristas, simulando las olas del mar, del inmueble de uso cultural y enlazar directamente o bien con el Paseo de la Farola o con la nueva calle comercial que se desarrolla en el muelle 1. El interrogante que aún está sin resolver es quién asumirá la explotación del edificio cultural.
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