sábado, 19 de noviembre de 2011

Llegar a buen puerto (SUR)


El centro comercial del muelle 1 abrirá sus puertas en diez díasLa actividad de los obreros es frenética para que el próximo día 29 puedan abrir los negocios de servicios, moda y restauración

Llegar a buen puerto
Jardines. Sobre la cubierta de los locales se ha creado una amplia zona peatonal con miradores y zonas de juegos infantiles. :: ANTONIO SALAS
'Faltan 10 días'. Si no fuera por dos carteles que marcan la cuenta atrás, parecería casi imposible que el centro comercial del muelle del paseo de la Farola abra sus puertas el próximo día 29. «Dará tiempo», asegura el director de Muelle Uno, Patricio Gutiérrez del Álamo, en medio de un ir y venir de obreros, electricistas, instaladores de aire acondicionado y montadores de muebles. Y es que el muelle 1 se encuentra todavía en pleno proceso de transformación y acondicionamiento de locales a apenas una semana de su puesta de largo, que será en la tarde del día 28. Ese momento estará reservado para las autoridades y los medios de comunicación. Al día siguiente, martes, los comercios y restaurantes abrirán sus puertas al público a las nueve de la mañana, dando vida a un entorno que pretende complementar la oferta del Centro Histórico de la ciudad.
«Creo que el Centro se va a quedar para los turistas y la gente de Málaga se va a venir aquí», afirma Vicente Martínez, veterano hostelero que abrirá en el muelle un restaurante llamado 'Muelle 1 Art', en el que pretende combinar la cocina con pequeñas exposiciones temporales de obras de arte. «He apostado por este proyecto desde el principio porque es un lugar privilegiado, tenemos una vista de la ciudad maravillosa y estamos a quinientos metros de la calle Larios. Pese a la crisis, las expectativas son muy buenas», añade este empresario que, como muchos otros, lleva días supervisando la marcha de los trabajos para acondicionar su local. Algunos de ellos -casi el 30%- no estarán ocupados en el momento de la inauguración pero, según los encargados de su comercialización, es lo normal en este tipo de actuaciones, que atraen a más empresarios cuando ya están en marcha.
La zona de bares y restaurantes, ninguno de copas, como se encarga de recordar Patricio Gutiérrez del Álamo, será la más próxima a la Farola. Está casi completamente ocupada a falta de tres locales para los que ya hay un posible arrendatario. «Estamos en conversaciones con operadores que nos ofrecen un nuevo concepto de negocio muy atractivo, pero no puedo adelantar nada», apunta el director del centro comercial. La oferta de restaurantes será muy variada y abarcará desde los dedicados al tapeo y al 'pescaíto' frito, hasta italianos, orientales y de comida mexicana e india.
De este último tipo habrá un establecimiento similar a uno que existe en Puerto Marina. Su promotor, Jagdeep Singh, destaca que va ser el primero de su género en la ciudad. «Hemos apostado por una especialidad diferente que faltaba en Málaga, por lo que creemos que puede tener éxito», comenta este operador, que también abrirá en el muelle una tienda de souvenirs tailandeses y de la India.
No todos los negocios de hostelería estarán agrupados en el tramo del paseo más próximo a la Farola. También habrá cafetería y heladería en la zona de los locales de servicios y complementos, así como enmarcando la plaza creada frente a la antigua capilla del puerto. Allí irán el Café de París y la marisquería Godoy.
Cinco cervezas a tres euros
Otra importante incorporación será la de la franquicia Sureña, que abrirá por vez primera en la provincia. Se trata de un local en el que se ofrecen cubos de hielo con tres botellines de cerveza por tres euros y raciones a seis euros. Además, los jueves, por el precio de una ración, se regala otra más. «La gente acude en masas a los locales que tenemos en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Mérida, así que tenemos muy buenas perspectivas en Málaga», explica Francisco Luque, responsable de Sureña, que también tiene previsto abrir en Plaza Mayor estas navidades. «En el muelle 1 vamos a tener un entorno privilegiado, ya que gozaremos de tranquilidad y del paisaje que componen la ciudad y el monte Gibralfaro. Nuestro lema es 'sí al botellín, no al botellón'», añade.
Las vistas es uno de los principales atractivos del muelle, que quedará conectado peatonalmente con el palmeral levantado junto al paseo de los Curas. De este modo, se generará un recorrido entre la plaza de la Constitución y la Farola interrumpido, eso sí, por el tráfico de la plaza de la Marina, cuestión que podría resolverse si se hacen realidad las propuestas del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía para soterrarlo. Tampoco facilita el acceso la existencia aún de la verja junto al palmeral, cuestión sobre la que todavía no han alcanzado un acuerdo las dos administraciones mencionadas.
Pese a todo, los responsables de Muelle Uno confían en que la zona sea muy visitada. A ello van a ayudar las zonas ajardinadas que ya están ejecutándose sobre los locales y que supondrán una considerable ampliación del paseo de la Farola como tal. Finalmente no van a instalarse en ellas tres quioscos previstos, pero sí se han construido cinco edificios para las máquinas de los sistemas de refrigeración de los locales que quedarán ocultos por vegetación. El nuevo paseo junto a la calzada tiene una considerable anchura y está jalonado por varios miradores en los que la barandilla metálica de color blanco se sustituye por otra de cristal para crear la sensación de transparencia. «El paseo de la Farola se va a revalorizar con toda esta actuación», recalca Gutiérrez del Álamo.
Tres ascensores y varias escaleras comunican este paseo peatonal, que llega hasta las proximidades de la Farola, con el nivel del muelle, en el que el tráfico de tránsito desaparecerá para que no haya obstáculos entre las mesas y sillas de las terrazas de los bares y el cantil del muelle, donde atracan pequeños yates. «La única separación va a ser una línea de bancos y palmeras y la zona de pérgolas, que estarán dotadas con un sistema microdifusor de agua para aliviar el calor en los meses de verano», concreta el director de Muelle Uno. De siete a diez de la mañana, en la zona más próxima a la Farola, se llevará a cabo la carga y descarga para abastecer a los establecimientos.
Una de las principales facilidades que ofrecerá es la disponibilidad de aparcamientos -más de mil plazas entre el 'parking' de la esquina y el de la Farola- que tendrán un precio «muy atractivo» que Patricio Gutiérrez del Álamo se niega a desvelar hasta el momento de la inauguración. «Va ser un lugar cómodo para aparcar desde las nueve de la mañana hasta que cierren los restaurantes, que tendrán el mismo horario que los del Centro», aclara.
En el centro del muelle se localizarán los locales de moda y complementos. Yamamay, Amichi, Mango, Gerry Weber, Adolfo Domínguez, Etxart & Panno, Tommy Hilfiger, Roberto Verino, Hackett, Bimba y Lola, Dolores Promesas, Lacoste, Levi's, Timberland, Diesel, Miss Sixty, Energy, Guess y G-Star son algunas de las firmas que podrán encontrarse a pie de muelle.
Servicios
Siguiendo hacia la esquina con el paseo de los Curas, la siguiente zona será la de servicios, donde estarán negocios de peluquería, estética, perfumería, cosmética natural, solarium, óptica, telefonía, prensa, libros, agencias de viajes, de alquiler de coches y bicicletas, joyerías y tiendas de hogar como la Mandrágora. De este modo se llega hasta la esquina, donde ya se levanta el cubo que ejercerá de lucernario del centro cultural construido por la promotora del muelle, Unión de Iniciativas Marina de la Farola, a nivel de estructura. Sorprenden las dimensiones que se atisban del interior de este espacio, por el que Unicaja ha vuelto a mostrarse interesada en las últimas semanas. Queda separado de la zona comercial por un amplio acceso peatonal hacia la calle Vélez-Málaga para el que ha sido necesario echar abajo un tramo de la calzada del paseo de la Farola y volverlo a construir.
Finalmente, seguida de una rampa que ejerce como acceso más directo al muelle desde la esquina con el paseo del Parque, está la zona comercial en la que inicialmente estaba previsto un supermercado de alta gama de la cadena Carrefour que fue rechazado por la Autoridad Portuaria. El sustituto será Poping Park, un centro de ocio infantil similar a los que existen en los centros comerciales de Fuengirola y Rincón de la Victoria. Un lugar para celebrar cumpleaños y dar rienda suelta al disfrute de los más pequeños que se completará con una tienda de artículos de la marca Disney. Todo ello situado frente a una enorme plaza que está llamada a ser punto de encuentro de los que se dispongan a descubrir la oferta comercial y de ocio de este espacio ganado por la ciudad dentro de su puerto.

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