lunes, 28 de noviembre de 2011

Urbanismo abandonará el próximo mes el edificio que fue cuartel general de Roca. Marbella (SUR)


El Ayuntamiento prepara la mudanza a su nueva sede, el bloque en el antiguo emplazamiento de Correos regularizado en el Plan General
28.11.2011 - 
MARBELLA.

Urbanismo abandonará el próximo mes el edificio que fue cuartel general de Roca
Edificio de Alonso Bazán donde se ubicarán las dependencias de Urbanismo. :: JOSELE-LANZA
A Marbella le queda un largo camino para poder pasar página del capítulo más oscuro de su historia reciente. Las esquilmadas arcas municipales, las miles de viviendas pendientes de regularizar y el propio juicio por el 'caso Malaya' mantienen la herida abierta, pero al menos la ciudad consigue sacudirse poco a poco algunos símbolos de los gobiernos gilistas. Uno de los que arrastra más connotaciones negativas está a punto de pasar a la historia, aunque sea en la utilidad que tuvo durante los años en que el desaparecido Jesús Gil estuvo al frente de la Alcaldía. El equipo de gobierno está preparando la mudanza para que la Delegación de Urbanismo abandone definitivamente el próximo mes el edificio que antaño funcionó como cuartel general del exasesor urbanístico y presunto cerebro de 'Malaya', Juan Antonio Roca. La antigua sede de planeamiento, las oficinas acristaladas que se ubican en la céntrica avenida Ricardo Soriano, dejaron hace meses de ser de titularidad municipal para pasar a manos de la Junta de Andalucía. Con este acuerdo el Ayuntamiento rebaja en casi cinco millones de euros la deuda por el anticipo de cien millones de euros que se le concedió en 2006 tras la disolución de la Corporación municipal precisamente a raíz del estallido de la 'Operación Malaya'.
Resultas las discrepancias iniciales en el precio y el cambio de titularidad, lo único que quedaba pendiente es que los funcionarios municipales hicieran las maletas. La Junta no había puesto ningún plazo al Ayuntamiento para que desalojara el inmueble. De hecho, se desconocen los planes del Gobierno andaluz para estas oficinas, compuestas de dos locales comerciales de más de mil metros cuadrados y un sótano de 750 metros cuadrados.
El nuevo destino será, paradójicamente, un edificio regularizado en virtud del sistema de compensaciones del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado el año pasado. Se trata del bloque que se levanta sobre los terrenos de la antigua sede de Correos, en la calle Alonso Bazán. El nuevo planeamiento legalizó el inmueble a cambio de la cesión de 1.400 metros cuadrados en planta baja más tres alturas, las que ocupará la Delegación Municipal de Urbanismo. Unas dependencias que se entregarán totalmente acondicionadas. «Todo lo ha costeado la sociedad titular del edificio», apuntó el delegado municipal de Urbanismo, Pablo Moro.
Tres plantas
Los trabajos para el traslado van a «muy buen ritmo». La previsión es que, por tanto, para diciembre ya estén instalados en la nueva sede. Todos los detalles están previstos, desde la empresa de mudanza al alta de la luz, lo que no garantiza que no haya algún contratiempo. «Hemos querido aprovechar las navidades porque es una época en la que baja un poco la actividad y así arrancar con fuerza en enero», señaló el concejal. El acceso a las oficinas será por la calle Alonso de Bazán. En la planta baja se ubicarán la oficina de atención al ciudadano y la inspección; en la primera, el departamento de disciplina urbanística; en la segunda, vivienda, aparcamientos, asesoría jurídica, urbanismo e infraestructuras; y en la tercera, planeamiento y gestión.
«La superficie es similar a la actual sede pero con el cambio salimos ganado algo porque en las nuevas oficinas el espacio está más aprovechado, no hay zonas sin utilidad», valoró. El concejal de Urbanismo destacó además que la nueva ubicación facilitará los trámites a los usuarios por la cercanía de la Casa Consistorial, donde si hay que realizar liquidaciones habrá que realizar desplazamientos menores.
Tampoco quiso dejar pasar la oportunidad para destacar no solo que se trata de unas oficinas obtenidas por un proceso de normalización, por la importancia que supone que sean fruto de la gestión del PGOU, sino que además abandonar la actual sede permite rebajar la deuda con la Junta y dejar atrás un edificio «que tiene una carga política y simbólica muy importante».

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