El futuro auditorio ha sido diseñado como un gran espacio artístico, con una sala de conciertos, otra para representaciones de ópera y una sala para música de cámara.
MIGUEL FERRARY El adelanto electoral y la crisis han jugado en contra de este proyecto, que cuenta con un presupuesto aproximado de 100 millones de euros. La situación de incertidumbre ante el cambio de Gobierno ha frenado cualquier decisión que se pudiera haber tomado para el inicio de las obras y que estaba previsto que empezaran a finales de este año.
La mayoría del Estado en el consorcio del auditorio deja en sus manos cualquier decisión sobre los plazos de obra, decisión que no se ha tomado todavía por la situación de interinidad de los representantes gubernamentales.
El futuro auditorio ha sido diseñado como un gran espacio artístico, con una sala de conciertos, otra para representaciones de ópera y una sala para música de cámara.
La sala principal tendrá varias configuraciones, ya que podrá adaptarse a las condiciones de un teatro de ópera con forma de herradura con 1.750 butacas. No obstante, podrá cambiar para acoger conciertos de música, con la orquesta en el centro y el público rodeando a los músicos, lo que ofrecería 1.905 plazas. En los interiores habrá camerinos colectivos e individuales e incluye una sala para conciertos de cámara, con 450 plazas.
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