Los dos empresarios enfrentados por el uso de un terreno municipal tendrán que comprarlo si lo quieren utilizar al estar calificado de patrimonial
18.01.2012 -
La clientela de la cafetería sigue conviviendo con las obras que se acometen en el local colindante.:: JOSELE-LANZA
El conflicto se enquista y el culebrón sobre el enfrentamiento de dos empresarios de Marbella por la ocupación de un triángulo de terreno en la calle Antonio Herrero suma un nuevo episodio. Tras varias denuncias cruzadas entre el responsable de la cafetería existente en la zona y el propietario de un local colindante en obras, el Ayuntamiento de Marbella entra en escena con la calificación urbanística de esos 135 metros cuadrados en la mano. No se trata de un viario público, como había defendido una de las partes en conflicto. El suelo figura con la calificación de patrimonial en el Plan General de Ordenación Urbana. En lo que no había duda es en la titularidad, que corresponde al Consistorio. Esto significa que quien quiera hacer uso de este terreno deberá aflojar el bolsillo.
El área de Urbanismo, a través de Patrimonio, ha hecho ya una primera valoración del suelo en cuestión: unos 65.000 euros. «El Ayuntamiento ofrece ahora a las dos partes la posibilidad de optar a la compra de este espacio», comentó el concejal de Urbanismo, Pablo Moro.
A partir de ahora, y mientras las denuncias que se han cruzado los protagonistas de la historia en las últimas semanas se resuelven en los juzgados, las partes deben decidir si se acogen o no a la propuesta lanzada desde Urbanismo con el objetivo de poner paz en el asunto.
Diego García, propietario del local en obras anexo al terreno no duda en confirmar su interés por una posible adquisición de los 135 metros de suelo. «Una vez que nos sentemos con el Ayuntamiento y veamos la oferta económica que nos ponen sobre la mesa, empezaremos a negociar. No dudo en hacerlo», explicó.
Conflicto con historia
Cuando se le nombra el conflicto, García siempre recuerda el proceso por el que precisamente ese trozo de terreno le fue expropiado a su familia -actual propietaria del edificio colindante- hace más de una década para proceder a la apertura de la calle Antonio Herrero. «Es un asunto sobre el que prefiero no pronunciarme. Ahora lo único que me interesa es que tengo mi licencia correspondiente que me autoriza a seguir con las obras».
Los conflictos entre las partes se desataron en diciembre pasado. La cafetería Gratto venía ocupando -sin licencia, según el área de Comercio- el triángulo de terreno que hay sobre la acera con mesas y sillas. El propietario del local anexo iniciaba unas obras para abrir varias ventanas que dan precisamente a la terraza. Ambos se han interpuesto denuncias. A la cafetería por no contar con la licencia para terraza. Al local, por un supuesto error en el proyecto de obras. La tensión acabó el viernes pasado con la detención del responsable del café que trató de impedir el trabajo de los obreros.
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