No son euros a día de hoy, pero sí que lo serán en el futuro. Ésta es la premisa que mantienen en el Ayuntamiento de Málaga para defender la modificación del convenio urbanístico de los antiguos terrenos de Repsol, que se podría firmar la próxima semana y que conlleva que los 70,3 millones de euros que los propietarios de los terrenos, liderados por NovaGaliciaBanco, debían abonar al Consistorio (ya se ingresaron otros 12) a cambio de triplicar la edificabilidad se pagarán en suelo. Con el nuevo acuerdo, la Administración municipal pasará a ser copropietario del proyecto, correspondiéndole dos tercios de los aprovechamientos urbanísticos que se generarán en el propio sector donde están previstas cuatro torres de pisos y otros cuatro bloques de VPO, además de zonas verdes y equipamientos. En cualquier caso, lo que no se plantean en la Casona del Parque es meterse a promotores, de ahí que en lugar de ejecutar directamente estos aprovechamientos optarán por sacarlos al mercado para hacer caja.
Según reconoció ayer el delegado municipal de Ordenación del Territorio, Diego Maldonado, aún no se ha contactado con ningún posible inversor ya que antes habrá que conocer qué parte del proyecto queda en manos del Ayuntamiento. «El reparto aún no se ha hecho. Todo está pendiente de la reparcelación de los terrenos, de forma que hasta que no sepamos lo que podemos ofrecer no buscaremos con inversores ya que igual nos corresponde una torre, que las VPO o la parte destinada a uso terciario y comercial», afirmó el edil, quien se mostró confiado en que, pese a la crisis, «lo que ahora se cobrará en especie acabará convirtiéndose en euros» para las arcas municipales.
Valor de los terrenos
Un optimismo que se sustenta en los estudios de mercado que manejan en la Gerencia de Urbanismo en los que, según apuntan, el valor del suelo es el mismo al que tenía cuando se firmó el convenio en 2006, todo lo contrario a lo que ha ocurrido con los terrenos de La Térmica, cuya devaluación obligará al Ayuntamiento a rebajar los 58 millones pactados en 2008 con Endesa para el desarrollo urbanístico del litoral oeste.
El que sí que está resuelto definitivamente es el tercero de los millonarios convenios urbanísticos que se firmaron en pleno 'boom' inmobiliario y cuya ejecución quedaba supeditada al nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU): el de Martiricos, asociado al proyecto para construir en los antiguos terrenos de Citesa y del rastro dos torres de 30 plantas, 200 VPO, un edificio de oficinas y un parque. A mediados de enero se cerró un nuevo calendario de pagos por el que la entidad Espacio Medina (integrada por Inmobiliaria Espacio y Unicaja) abonará en cinco años los 11,6 millones pendientes de cobro (la otra mitad ya fueron ingresados), de los que 7,1 se destinarán a la realización de obras de mejora en el entorno.
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