viernes, 24 de febrero de 2012

El dueño de Mirador dice que es víctima de una «persecución» de la Seguridad Social (SUR)


El constructor Enrique Faura reconoce ante la juez que adeuda 2,6 millones de euros, pero niega que simulara insolvencia para no pagar
24.02.2012 - 
M. MARTÍN
 
MÁLAGA.

El dueño de Mirador dice que es víctima de una «persecución» de la Seguridad Social
Enrique Faura, ayer a su llegada a los juzgados. ::SALVADOR SALAS
El dueño del Grupo Mirador se presentó ayer ante la juez que le juzga por un delito de fraude y alzamiento de bienes como un empresario víctima de una «persecución» por parte de la Seguridad Social. El constructor vinculó este supuesto acoso a intereses políticos, relacionados con su paso como concejal independiente por el Ayuntamiento de Vélez, así como al de su excuñado -el actual alcalde del PP, Francisco Delgado Bonilla (PP)-, que fue un alto cargo de la Dirección Provincial de Trabajo, -«no afiliado al PSOE», precisó Faura-, que resultó elegido en 2003 edil del PP en esta localidad. 
Faura dijo que desde entonces la «actitud colaboradora» que había mantenido la Seguridad Social se convirtió en una persecución y vino a decir que aunque intentó pagar las deudas que acumuló el Grupo Mirador a causa, según aseguró, de «tensiones de tesorería» no le dejaron saldarla. «A mí la crisis del ladrillo me la adelantó un año y medio la Seguridad Social», apostilló Faura a preguntas de su abogado, Gonzalo Fernández de Cuéllar, defensor también del dueño de Aifos en 'Malaya'.
Enrique Faura y su hermano Leopoldo están acusados de simular, presuntamente, la insolvencia de tres de sus empresas para no pagar la deuda de 2.674.978 euros que contrajo Mirador entre enero 2002 y junio de 2008 con la Seguridad Social. Ambos se enfrentan a una petición fiscal de seis años y medio de cárcel y multa de cuatro millones de euros, así como al pago a la Tesorería de la Seguridad Social de 2,4 millones de euros.
Según el fiscal, los acusados han venido desarrollando «una estrategia dirigida a incumplir sistemáticamente sus obligaciones con la Seguridad Social». En ese sentido, afirma que pese a que todas las sociedades del grupo requería de trabajadores, éstos sólo eran contratados por cuatro empresas sin que, por regla general, ingresaran la cuotas empresariales ni obreras. Asimismo, asegura que los acusados «de forma intencionada» dieron de alta a los trabajadores en las sociedades con un menor capital y que carecían de patrimonio y constituyeron otra empresa ocultando que ellos eran los titulares reales haciendo figurar como socios a empleados de otras empresas de Mirador. Los trabajadores fueron trasvasados de una empresa a otra.
Bonanza económica
Faura negó ayer haber simulado insolvencia y justificó estos movimientos en sus empresas en un «proceso de fusión, no para aparecer opacos, sino para disminuir el riesgo bancario», matizó. Asimismo, a preguntas del fiscal, de por qué en tiempos de «bonanza económica» no pagó a la Seguridad Social, respondió que, «sí pagué algunas cantidades», pero tras serle denegado un aplazamiento de la deuda «empezaron los problemas».
«Tenía dos posibilidades: disminuir el volumen de las empresa y despedir a trabajadores o pagar -añadió-. Y los bancos me daban crédito para ampliar el negocio no para pagar a la Seguridad Social». Faura rechazó que se financiara a costa de esta deuda.
El Grupo Mirador tiene abiertos varios frente judiciales por reclamaciones de compradores que pagaron por unas viviendas que no llegaron a construirse y que no han podido recuperar su dinero. Se calcula que hay unos seiscientos afectados.

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