El Ayuntamiento sigue sin hallar salida para el edificio del puerto y el Astoria · Caneda subraya la necesidad de encontrar socios privados "solventes" para ambos espacios
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 13.04.2012 - 01:00
El viento dejó de soplar hace meses en Málaga. Los aires que años atrás permitieron impulsar una ciudad repleta de proyectos han dejado de hinchar sus velas. No hay proyectos en marcha ni previsión a corto plazo de que los haya. Y de ello es consciente el Ayuntamiento, que asume con resignación cómo sus aspiraciones y ambiciones se topan de lleno con un contexto económico en el que los aliados privados escasean. Bien lo sabe el concejal de Cultura, Damián Caneda, cuyo departamento trata desde hace meses por encontrar una luz con la que iluminar las principales operaciones ideadas por el alcalde, Francisco de la Torre: el uso de la esquina de orodel puerto de Málaga y la recuperación de la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria. No cabe siquiera mencionar entre los propósitos de futuro el descalabro de Art Natura, que sigue ocupando hoy, dos meses después de su fallida apertura, las instalaciones de Tabacalera, a la espera de que un juez dictamine qué ocurre con este proyecto.
El cubo de cristal que se levanta en la conexión de los muelles 1 y 2 sigue vacío y sin función alguna, a pesar de ser diseñado como lucernario de un espacio cultural de 6.000 metros cuadrados a ras de muelle. El inmueble, objeto de no poca controversia en los últimos años, tiene aún un futuro incierto. El edil popular admite que a día de hoy el edificio sigue sin estar en manos del Ayuntamiento, dado el retraso acumulado por la promotora del espacio comercial Muelle Uno en finalizarlo y hacer entrega del mismo. Y por lo que se ve el asunto puede ir para largo.
"He parado todas las gestiones con las empresas interesadas en gestionar este espacio cultural hasta el momento en que el edificio esté en nuestras manos", dice de forma categórica Caneda. ¿Y cuándo puede ocurrir eso? El concejal lo ignora, aunque apunta que podría dilatarse, por tratarse de una construcción que antes ha de ser entregada a la Autoridad Portuaria que, posteriormente, hará lo propio con el Ayuntamiento. Sobre ello, el presidente del Puerto, Enrique Linde, confió en que este último trámite, sustentado en un convenio de colaboración, pueda producirse en unas semanas, aunque admitió que siempre cabe demoras por cuestiones jurídicas o administrativas.
Hasta que llegue ese día, Caneda asegura que no continuará con los contactos para buscarinquilino para este equipamiento. El concejal parece tener claro que el futuro del mismo pasa necesariamente por un contenido que deje algún rédito económico a la firma que lo impulse. "No es lo mismo tener un Thyssen como el de Madrid, que ya ha llegado al equilibrio cobrando las entradas o el CAC, que es gratis y cuesta tres millones al año", dice a modo de ejemplo. Extremo nada baladí si se tiene en cuenta que la adecuación del inmueble obligará a desembolsar del orden de 7 millones de euros, a los que sumar un coste de mantenimiento anual de unos 3 millones.
"Tenemos que ser muy cautelosos a la hora de firmar un acuerdo; vamos a mirar con lupa, porque hay pocos que tengan la capacidad de sacar adelante el proyecto y lo puedan mantener", señaló Caneda, que apuntó que de las alrededor de 60 empresas que hace cuatro años podían hacer frente a una acción como ésta, "ahora hay ocho o nueve". Y de ellas, según añade, el Ayuntamiento trabaja "con tres o cuatro posibilidades".
Todas ellas encabezadas, a día de hoy, por Unicaja. No obstante, la determinación de la caja por apostar por este equipamiento se conocerá en los próximos días. "Queremos ofrecerle la posibilidad de que sea incluso un uso mixto, que Unicaja lo haga suyo pero que le traigamos un gestor que le permita que la actividad no le sea onerosa", admite. "Nos tenemos que convencer todos de que más que un uso cultural, debe ser creativo, porque lo cultural se asocia a gratis; puede ser un espacio cultural con sala de grabaciones, anuncios, videoclips, por lo que se cobra y eso ayuda al mantenimiento", añade.
La otra joya descolorida que hoy tiene en sus manos el equipo de gobierno es el Astoria. El inmueble, adquirido hace ahora casi dos años a la empresa Baensa por alrededor de 25 millones de euros, sigue siendo una construcción medio en ruina y a la espera de destino. Y ello a pesar de que la compra tenía un claro objetivo: ser el continente de lo que De la Torre bautizó como Museo de Museos. La ambición del regidor ha quedado totalmente aparcada por los problemas económicos, quedando cualquier solución en manos de la colaboración privada. Pero esta salida tampoco es fácil. Caneda trata de evitar un nuevo Art Natura. "Antes de hacer nada tenemos que estar muy convencidos de la solvencia de quien viene, de su capacidad; cuando tengamos claro que responden a los criterios y es un proyecto adecuado, lo haremos, sino lo seguiremos reteniendo".
El cubo de cristal que se levanta en la conexión de los muelles 1 y 2 sigue vacío y sin función alguna, a pesar de ser diseñado como lucernario de un espacio cultural de 6.000 metros cuadrados a ras de muelle. El inmueble, objeto de no poca controversia en los últimos años, tiene aún un futuro incierto. El edil popular admite que a día de hoy el edificio sigue sin estar en manos del Ayuntamiento, dado el retraso acumulado por la promotora del espacio comercial Muelle Uno en finalizarlo y hacer entrega del mismo. Y por lo que se ve el asunto puede ir para largo.
"He parado todas las gestiones con las empresas interesadas en gestionar este espacio cultural hasta el momento en que el edificio esté en nuestras manos", dice de forma categórica Caneda. ¿Y cuándo puede ocurrir eso? El concejal lo ignora, aunque apunta que podría dilatarse, por tratarse de una construcción que antes ha de ser entregada a la Autoridad Portuaria que, posteriormente, hará lo propio con el Ayuntamiento. Sobre ello, el presidente del Puerto, Enrique Linde, confió en que este último trámite, sustentado en un convenio de colaboración, pueda producirse en unas semanas, aunque admitió que siempre cabe demoras por cuestiones jurídicas o administrativas.
Hasta que llegue ese día, Caneda asegura que no continuará con los contactos para buscarinquilino para este equipamiento. El concejal parece tener claro que el futuro del mismo pasa necesariamente por un contenido que deje algún rédito económico a la firma que lo impulse. "No es lo mismo tener un Thyssen como el de Madrid, que ya ha llegado al equilibrio cobrando las entradas o el CAC, que es gratis y cuesta tres millones al año", dice a modo de ejemplo. Extremo nada baladí si se tiene en cuenta que la adecuación del inmueble obligará a desembolsar del orden de 7 millones de euros, a los que sumar un coste de mantenimiento anual de unos 3 millones.
"Tenemos que ser muy cautelosos a la hora de firmar un acuerdo; vamos a mirar con lupa, porque hay pocos que tengan la capacidad de sacar adelante el proyecto y lo puedan mantener", señaló Caneda, que apuntó que de las alrededor de 60 empresas que hace cuatro años podían hacer frente a una acción como ésta, "ahora hay ocho o nueve". Y de ellas, según añade, el Ayuntamiento trabaja "con tres o cuatro posibilidades".
Todas ellas encabezadas, a día de hoy, por Unicaja. No obstante, la determinación de la caja por apostar por este equipamiento se conocerá en los próximos días. "Queremos ofrecerle la posibilidad de que sea incluso un uso mixto, que Unicaja lo haga suyo pero que le traigamos un gestor que le permita que la actividad no le sea onerosa", admite. "Nos tenemos que convencer todos de que más que un uso cultural, debe ser creativo, porque lo cultural se asocia a gratis; puede ser un espacio cultural con sala de grabaciones, anuncios, videoclips, por lo que se cobra y eso ayuda al mantenimiento", añade.
La otra joya descolorida que hoy tiene en sus manos el equipo de gobierno es el Astoria. El inmueble, adquirido hace ahora casi dos años a la empresa Baensa por alrededor de 25 millones de euros, sigue siendo una construcción medio en ruina y a la espera de destino. Y ello a pesar de que la compra tenía un claro objetivo: ser el continente de lo que De la Torre bautizó como Museo de Museos. La ambición del regidor ha quedado totalmente aparcada por los problemas económicos, quedando cualquier solución en manos de la colaboración privada. Pero esta salida tampoco es fácil. Caneda trata de evitar un nuevo Art Natura. "Antes de hacer nada tenemos que estar muy convencidos de la solvencia de quien viene, de su capacidad; cuando tengamos claro que responden a los criterios y es un proyecto adecuado, lo haremos, sino lo seguiremos reteniendo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario