El hotel contará con una sala de conferencias con capacidad para 350 personas
Una sociedad de capital norteamericano y español ultima los trámites para iniciar las obras en dos edificios abandonados de los siglos XVIII y XIX de la calle Vendeja, esquina con la plaza de la Marina, para convertirlos en hotel y área comercial. Las obras tendrían un plazo de duración de 18 meses.
ALFONSO VÁZQUEZ Desde 2008, unos andamios abrazan los dos edificios abandonados frente a los jardines de Alfonso Canales o del Barrilito, una puerta sur de la ciudad que contemplan cada semana miles de cruceristas. El primer edificio, del siglo XVIII, tiene fachada a las calles Vendeja y Trinidad Grund, mientras que el segundo, del siglo XIX, hace esquina con la calle Vendeja y la plaza de la Marina.
Después de serias desavenencias entre el anterior propietario y la Gerencia de Urbanismo por el grado de protección del inmueble del XVIII, lo que provocó que no cuajara un proyecto de hotel de cinco estrellas, la compañía Hurar Investment Group, formada por inversores españoles y norteamericanos, ha adquirido estos dos inmuebles y tiene muy avanzado un proyecto para construir un hotel de cuatro estrellas y alquilarlo a una cadena hotelera. De hecho, como explicaba ayer a este diario Gonzalo Armenteros, representante de la compañía, ya hay tres cadenas interesadas. Además, se prevé que tenga uso comercial y una sala de conferencias para 350 personas. Está previsto que las obras duren 18 meses y cuentan con el visto bueno de Cultura de la Junta.
La adquisición por este grupo hispano norteamericano se produce tras más de una década de paralización del proyecto del hotel de cinco estrellas con el anterior propietario, y la degradación del entorno, algo que los vecinos ya criticaron en estas páginas en febrero del año pasado. De hecho, desde 2008 los dos edificios están en el registro municipal de solares y un año antes sufrieron un incendio.
A este respecto, el arquitecto Alejandro Armenteros, responsable del proyecto y hermano de Gonzalo, descartó ayer cualquier problema con Urbanismo. «Nuestra intención es por un lado hacer una arquitectura representativa de cara a un edificio singular, en un sitio que está requiriendo un edificio de este tipo y por otro lado, mantener todas las protecciones que se nos digan: fachadas, patios y alturas pero dentro de eso hacer buena arquitectura y, cumpliendo con la ordenanza, sacar el máximo de metros cuadrados dado que esto es una inversión privada».
El arquitecto ha realizado tres proyectos distintos para adaptarse a lo que dictamine Urbanismo, y es que, como ya informó La Opinión en 2011, el arquitecto Aurelio Atienza presentó una alegación a Urbanismo por la disparidad de cifras del total construido que han tenido los dos edificios con la anterior propiedad, variando desde los 2.239 metros cuadrados a los 2.804. Finalmente, la Gerencia ha contestado que los metros totales son los que marca la ficha catastral de 1.987: 2.453 metros cuadrados.
El arquitecto ha realizado tres proyectos distintos para adaptarse a lo que dictamine Urbanismo, y es que, como ya informó La Opinión en 2011, el arquitecto Aurelio Atienza presentó una alegación a Urbanismo por la disparidad de cifras del total construido que han tenido los dos edificios con la anterior propiedad, variando desde los 2.239 metros cuadrados a los 2.804. Finalmente, la Gerencia ha contestado que los metros totales son los que marca la ficha catastral de 1.987: 2.453 metros cuadrados.
El arquitecto quiere proponer a Urbanismo y a Aurelio Atienza un proyecto que, respetando la legalidad, aumente los metros cuadrados construidos y al mismo tiempo, en la calle Vendeja baje la altura del edificio donde se encuentra el inmueble del XVIII (que sólo tiene protección arquitectónica por la fachada que da a la calle Trinidad Grund). En todo caso, tras la respuesta de la Gerencia, el proyecto de 2.452 metros cuadrados plantea, en la fachada de la calle Vendeja, recuperar el edificio del XIX y realizar uno de nueva planta en el edificio de al lado, que pasaría a tener cuatro plantas (baja más 3) y ático, mientras que en la calle Trinidad Grund se recuperaría el edificio del XVIII.
«El socio americano está enamorado de Málaga», cuenta Gonzalo Armenteros, que detalla que la compañía está construyendo otro hotel, que alquilará a la cadena Ítaca Hoteles, en la calle Compañía, esquina con la calle Fajardo, obra de Alejandro Armenteros.
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