domingo, 12 de agosto de 2012

Cuatro joyas abandonadas (SUR)


Los proyectos para rehabilitarlos y abrirlos al público están demorados o paralizados por la crisis Un recorrido por valiosos edificios religiosos del casco antiguo cerrados a cal y canto



Cuatro joyas abandonadas
Abadía de Santa Ana. Permanece almacenada y sin poder visitarse la colección del Museo de Arte Sacro, un catálogo que supera las 300 piezas realizadas entre los siglos XVI y XX. :: ANTONIO SALAS
Su presencia pasa en ocasiones casi desapercibida para los que transitan por el Centro Histórico, pero están ahí. Son testigos mudos de la historia de la ciudad que ahora, por el devenir de la crisis, no puede disfrutar de ellos. Están cerrados a cal y canto y abandonados a la suerte de unos proyectos de rehabilitación y reapertura que se antojan cada vez más complicados a medida que pasan los meses y se descubren nuevas informaciones sobre la pésima situación económica de administraciones y empresas. La iglesia del Santo Cristo de la Salud, en la calle Compañía, el antiguo Hospital de Santo Tomás, junto a la Catedral, el antiguo colegio de San Agustín y el desaparecido convento y museo del Císter constituyen una singular ruta de joyas abandonadas que, en un mismo eje de apenas 400 metros de recorrido, dan buena muestra de cómo la dejadez de instituciones públicas y privadas pueden esquilmar el patrimonio de una ciudad.
La Junta debe acometer su restauración
Puede iniciarse el itinerario por la iglesia del Santo Cristo de la Salud, uno de los templos de Málaga con más historia que cerró sus puertas a finales del año pasado para someterse a una obra de restauración por parte del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) que todavía no ha comenzado. Fueron la Junta de Andalucía y el Obispado quienes promovieron en otoño del año pasado el desalojo del templo, del que tuvieron que salir varias imágenes titulares de cofradías, para unos trabajos que se preveían como inmediatos. Nada más lejos de la realidad.
La restauración del Santo Cristo, que pondrá especialmente en valor las pinturas murales que decoran su cúpula interior, está valorada en unos 2,3 millones de euros de los que la Fundación Caja Madrid financia el 60%, unos 1,4 millones, en virtud de un convenio que firmó en septiembre de 2009. Sin embargo, en 2010, Caja Madrid quedó integrada dentro de Bankia, una nueva entidad financiera que no pasa precisamente por su mejor momento tras la dimisión de su presidente, Rodrigo Rato, y todo lo que ha sucedido después. La Fundación Caja Madrid ha seguido funcionando como tal, pero a nadie escapa que la aparición de Bankia y, sobre todo, sus actuales problemas internos, suponen una amenaza para el proyecto.
Con todo, fuentes cercanas al proyecto consultadas señalaron que el compromiso de financiación de Caja Madrid para esta obra «se mantiene» y que, a la vuelta del verano, se retomarán los contactos para impulsar una obra que tendrá la singularidad de que será visitable. Así, está previsto que se organicen visitas guiadas al templo, que fue construido por los jesuitas en el siglo XVI, durante su restauración y que el público pueda incluso acceder a los andamios para contemplar de cerca la recuperación de las pinturas.
Herencia de un caballero de los Reyes Católicos
Muchos más años lleva cerrado el edificio del antiguo Hospital de Santo Tomás, ubicado justo frente a la portada gótica de la iglesia del Sagrario, junto a la Catedral. Este hospital fue fundado en 1505 por el caballero de los Reyes Católicos Diego García de Hinestrosa, que legó a la ciudad todos los bienes que poseía para la creación y mantenimiento de un centro sanitario que todavía tiene como fin prestar asistencia a las personas más desfavorecidas.
El hospital, que fue reconstruido casi en su totalidad a finales del siglo XIX tras el terremoto que la ciudad padeció en 1884, estuvo funcionando hasta mediados del pasado siglo, destinado especialmente a la atención a personas con problemas oculares y que demostraran ser 'pobres de solemnidad', como se decía por aquel entonces. Con la creación de la sanidad pública, cesó el uso sanitario del edificio, que sigue en manos de una fundación, posiblemente la más antiguas de la ciudad, de la que forman parte las ordenes de los franciscanos y de los dominicos, un representante de la Catedral y el patrono de sangre, heredero del citado caballero que fundó el hospital.
Tras el desahucio del último inquilino del edificio, hace cinco años, se dio vía libre a su posible uso como centro social y cultural. Unicaja llegó a estar interesada por ocuparlo, pero la operación no fructificó. En estos momentos, se desconoce cuál va a ser el final de un valioso inmueble no solo por su privilegiada ubicación, sino por su valor arquitectónico y artístico, sobre todo en lo concerniente a su capilla, que conserva un artesonado de madera del siglo XVI y varios retablos barrocos con pinturas. Hay fotos de ellos en el archivo Díaz de Escovar.
Con licencia para ser convertido en biblioteca
Otro de los edificios fantasma enclavados en el corazón de la ciudad está muy cerca, en plena calle San Agustín, ruta de los turistas hacia el Museo Picasso. El antiguo convento y colegio de la orden que dan nombre a la vía no puede presentar un aspecto más desalentador. Los gatos y las palomas campan a sus anchas por un inmueble que, desprovisto de muchas de sus ventanas, ofrece una mala imagen de la ciudad.
Hace ya más de dos años que el Ayuntamiento otorgó al Ministerio de Cultura, propietario del edificio, la licencia de obras para convertirlo en sede de la Biblioteca Pública del Estado en Málaga. Tras cuatro años de trámites llegó un permiso que para nada supuso la entrada de los albañiles en el otrora convento. ¿El motivo? Los casi 15 millones de euros en que está presupuestada su reforma y adaptación como contenedor de unos fondos que actualmente se conservan de forma 'provisional' en un edificio de la avenida de Europa desde hace más de 15 años.
Los Presupuestos Generales del Estado de este año recogen para este proyecto una simbólica partida de 50.000 euros. No obstante, se trata de un proyecto compartido en cierto modo por el Gobierno y la Junta de Andalucía, que es la administración que asumirá la gestión de la biblioteca. Nada hay claro para un inmueble que atesora en sus muros buena parte de la historia de la ciudad. No en vano llegó a ser sede del ayuntamiento, hospital, juzgado y facultad, entre otros usos.
A la espera de resolver un litigio sobre la propiedad
Apenas tres años, de 2007 a 2010, estuvo abierto el museo de arte sacro que el Ayuntamiento promovió en el ahora desaparecido convento de monjas del Císter, junto a la calle del mismo nombre. Las religiosas se marcharon en 2009 y al año cerró el museo, para el que el Consistorio ha planeado su cesión a una empresa privada que lo explote y mantenga. La Iglesia también quiere dar uso al templo del convento. Sin embargo, antes debe resolverse el litigio generado entre el Obispado y el heredero de un marqués del siglo XIX por la propiedad del inmueble, que ya va camino de los dos años cerrado a malagueños y visitantes.

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