jueves, 6 de septiembre de 2012

Expedientan al Villa Padierna por el club de playa acotado para Obama. Marbella (Málaga Hoy)


La Junta de Andalucía prevé una sanción contra el lujoso hotel por excederse en la superficie pública ocupada y por levantar el precinto puesto antes del verano
REDACCIÓN / MÁLAGA | ACTUALIZADO 06.09.2012 - 01:00
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La hija menor del presidente de EEUU y unas amigas durante su estancia en el hotel Villa Padierna en 2010.

El lujoso hotel de cinco estrellas Villa Padierna de Estepona, a punto de recibir su sexta estrella, se enfrenta a un expediente sancionador por presuntamente mantener ocupados unos 900 metros cuadrados del dominio público marítimo-terrestre, cuando la Ley de Costas establece un máximo de 150, por el club de playa que adornó con césped, palmeras y camas balinesas con motivo de la visita hace ya más de dos años de la primera dama de EEUU, Michelle Obama, y que sólo contaba con un permiso puntual. 

El expediente abierto por la Delegación Provincial de Medio Ambiente, que desde el año pasado es la administración competente en la concesión de las autorizaciones para ocupar estos espacios públicos, podría conllevar no sólo la imposición de una sanción por considerarse una falta grave, sino además la obligatoriedad de abonar la cantidad correspondiente al canon de ocupación de la playa durante todo este tiempo. 

El establecimiento sólo disponía de una autorización "verbal" de la Demarcación de Costas de Málaga para su instalación en ese momento, según confirmó ayer el propio propietario, Ricardo Arranz, y de un permiso especial que el Ayuntamiento de Estepona otorgó in extremis para que pudiera abrirse durante la estancia de la mujer del presidente norteamericano. 

El anterior equipo de gobierno de Estepona, dirigido por el entonces alcalde socialista David Valadez, le otorgó un permiso precario de ocupación con fecha 4 de agosto de 2010, justo el día que llegó a Málaga la primera dama, y que caducaba el 8 de agosto, el día que el séquito de la primera dama abandonó la Costa del Sol. Pero sólo permitía el uso privado puntual de este club de playa para la tan sonada visita con la condición de no poder abrir al público. 

Sin embargo, y según ha podido saber este periódico, el propietario del hotel y el propio Consistorio de Estepona solicitaron después a la Junta de Andalucía la regularización de este club de playa, construido delante del chiringuito también perteneciente al Villa Padierna, y fue cuando los técnicos de Medio Ambiente comprobaron que la ocupación de este espacio privado en plena playa de Costalita se mantenía y que incluso se había invadido una zona de servidumbre de tránsito sin ningún tipo de licencia. 

La Delegación Provincial de Medio Ambiente ordenó entonces el precinto de todo el espacio que, según reconoció Arranz, "levantamos porque el césped lo pusimos para poder ofrecer calidad y un servicio digno a nuestros clientes e impedir que vean las aguas fecales de la red de saneamiento que sale a borbotones en esta playa". 

La Junta de Andalucía se negó en rotundo a conceder al hotel este verano la autorización excepcional que sí ha otorgado al resto de los chiringuitos de la Costa del Sol mientras se termina el proceso de regularización de sus concesiones. 

La polémica sobre esta instalación viene de atrás y se remonta al momento en el que se realizó la reforma del chiringuito sobre el que se construyó el club de playa, que ha permanecido abierto durante todo el verano para los clientes del lujoso hotel.

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