jueves, 18 de julio de 2013

Urbanismo ajusta su solución a los malos olores del río para que cueste lo mismo que a Emasa (Málaga Hoy)

Maldonado confía en poder sacar a licitación la obra "en breve", con un coste de unos 415.000 euros
S. SÁNCHEZ MÁLAGA | ACTUALIZADO 18.07.2013 - 01:00
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Obras en el cauce del río.

La Gerencia de Urbanismo busca ajustar al máximo el coste de la obra con la que acabar con los malos olores en la parte baja del río Guadalmedina, que asume en solitario tras arrebatarle la intervención a la Empresa Municipal de Aguas (Emasa). A la espera de que se conozcan los detalles de la actuación que se plasmará sobre la desembocadura, que tiene como aliciente mantener intacta la actual lámina de agua, el coordinador general de Ordenación del Territorio, Diego Maldonado, aseguró que la intención es que la misma cueste del orden de 414.000 euros, misma cuantía en la que se valoró la operación de adecuación ideada por Emasa y que fue rechazada por Urbanismo. 

La cuantía es sensiblemente inferior a la que, en el marco de una comparecencia plenaria, aportó el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, quien situó la inversión planteada por Urbanismo en unos 550.000 euros. Tras varias semanas de análisis sobre la posible solución al hedor que sufren los vecinos de esta parte del río, es Urbanismo el que asume en solitario la tarea. 

Una circunstancia que provocó el malestar en el seno del área de Medio Ambiente, dado que Emasa, una vez dispuso de los fondos económicos necesarios, abrió incluso el procedimiento de licitación para la contratación de las obras, ahora anulado. Aparcada la convocatoria, resta por conocer cuándo hará lo propio Urbanismo, dado que el interés es que los trabajos de adecuación puedan desarrollarse durante este verano. 

Maldonado confirmó que se está terminando el proyecto de actuación, con lo que podrá salir a concurso "en breve". Una vez cerrada la parte técnica será cuando se pueda precisar el plazo de ejecución, que en el caso de Emasa era de un mes para la redacción del proyecto y de dos meses para la obra. 

La diferencia fundamental entre el proyecto capitaneado por Urbanismo y el aparcado de Emasa es que mientras ésta apostaba por enterrar con tierra y hormigón la parte ahora ocupada por el agua, en la idea de evitar el estancamiento del agua y del lodo, aquella mantiene intacta la lámina. La variante es que se cubrirá con hormigón líquido el fondo de esta zona del río, compuesto por escolleras, posibilitando la creación de una base que facilite la limpieza de los lodos.

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