El alto coste económico que se prevé tendrán las viviendas de lujo de la urbanización Colinas del Limonar, que podría superar los 6.000 euros el metro cuadrado construido, no parece disuadir a los posibles compradores. El secretario de la Junta de Compensación de este sector, que reúne a los propietarios de las parcelas, Jorge León Gross, aseguró que en estos momentos, cuando apenas se ha iniciado la primera fase de urbanización, existe una lista de 700 personas interesadas en la adquisición de una de las casas de este enclave.
Todos estos potenciales compradores parecen estar en disposición de abonar unos 600.000 euros, que es el valor que podría rondar una vivienda con una superficie media de cien metros cuadrados. A pesar de lo elevado de los precios, que sin estar cerrados, lo sorprendente del caso es la expectación despertada por una actuación en la que no se verán ejecutadas las primeras unidades al menos hasta dentro de dos años o dos años y medio.
León Gross admite que aunque las obras se desarrollen en diferentes fases, lo normal es el sector al completo no será una realidad al menos hasta dentro de cinco o seis años. Un periodo de tiempo que, en apariencia, podría beneficiar la venta de esta urbanización ante la supuesta paralización que sufre el sector de la construcción en la provincia de Málaga. Sin embargo, el secretario de la Junta de Compensación de Colinas del Limonar estima que el producto que ofrece esta urbanización no está excesivamente afectada por esta situación.
En estas parcelas, que ocupan los últimos suelos libres de la zona este de la capital de la Costa del Sol, se prevé la ejecución de algo menos de un millar de viviendas, de las que casi 300 serán unifamiliares y el resto irán agrupadas en bloques. Todas ellas repartidas en un espacio con grandes zonas verdes, pistas de pádel y piscina, entre otros equipamientos. Todos estos componentes, unido a la dificultad del terreno sobre el que se localizarán, hacen de Colinas del Limonar la urbanización más cara de Málaga.
Sólo el desmonte de las colinas donde se situarán los usos residenciales va a suponer un movimiento de 3,1 millones de metros cúbicos de tierra, lo que es más del doble de los restos que se extraerán de la excavación de los túneles del Metro. La espectacularidad de este dato queda, igualmente, corroborada al conocer el coste de urbanización del sector, de 617.000 metros cuadrados. Esta fase de la obra va a suponer a las empresas implicadas en la actuación un desembolso de 38,2 millones de euros, con una repercusión de unos 326 euros por metro cuadrado.
Esta cifra se ha visto reducida en unos seis millones respecto a la inicialmente prevista, después de que la asamblea de la junta de compensación aprobase una modificación del proyecto de urbanización. La variación evita que durante esta primera etapa de la actuación se ejecuten los muros de las casas unifamiliares, inicialmente previsto, lo que reduce el coste en unos cuatro millones.
El planteamiento deberá ser, no obstante, aprobado por el Consejo de la Gerencia de Urbanismo para salir adelante. Aunque los contactos mantenidos con los técnicos de este departamento hace que los propietarios de los suelos sean optimistas al respecto.
La parte mayoritaria de los terrenos está en manos de la promotora Noriega, con un 55 por ciento. Asimismo, están presentes Y resto Ramoncater y Hotel Bellamar, con casi el 9 por ciento; Bruesa, con un 5 por ciento; Unión Seis (producto de la unión de Edipsa, Myramar, Parque Málaga y Proquinter) con un 4,5 por ciento, y Diursa, con algo más del 2 por ciento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario