El atentado estético del edificio más impactante de Málaga (La Opinión)

Vuelve a quedar vacío el engendro arquitectónico que, desde hace demasiados años, agrede con su presencia a la iglesia de San Juan
ALFONSO VÁZQUEZ La proyección de ´El exorcista´ en el cine Astoria de Málaga no causó el mismo impacto que en otras ciudades del mundo. La oferta arquitectónica que se extiende por la Ciudad del Paraíso forma en ocasiones un gigantesco ´túnel del terror´, por el que los malagueños nos hemos habituado a pasear.Desde los años 60 hasta nuestros días estamos acostumbrados a los sustos que nos depara nuestra ´trama urbana´, mucho más intensos que una endemoniada con tortícolis y ´vomitaura´ verde, con perdón. Ni siquiera el terror psicológico de H. P. Lovecraft puede hacer nada ante el edificio con azulejos de cuarto de baño de la calle Compañía, futuro museo Thyssen, una vez despejado el exceso de merdellonismo.Pero quizás el campeón de este ´urbanismo de terror´ sea el engendro que acompaña, como una maldición ´de la máscara roja´, a la iglesia de San Juan. El autor de este atentado urbanístico dejó en pañales a Boris Karloff, concibiendo un edificio del que es imposible apartar la mirada, y que destruye durante generaciones las ´posibilidades estéticas´ de la calle San Juan. ¿Qué sistema legislativo de ´terror gótico´ permitió levantar el que para muchos es el edificio más feo y agresivo de Málaga? Edgar Allan Poe, de vivir en nuestros días, habría escrito el cuento de una ciudad poseída por un espíritu maligno, partidario de la planta baja más once y si no es posible, al menos de cargarse el entorno. El pasado viernes, un avispado lector escribía una carta al director llamando la atención sobre este monstruito arquitectónico, ahora que han cerrado los queridos almacenes Félix Sáenz, que le dieron por dentro una dignidad estética encomiable. Pero el problema sigue siendo el edificio por fuera. ¿Algún Ayuntamiento se atreverá a comprarlo y hacerlo desaparecer? El Centro Histórico ganaría en belleza. Ese día los malagueños comprenderemos que lo que escoltaba a la iglesia de San Juan sólo fue una pesadilla. Tendremos que esperar.