miércoles, 14 de noviembre de 2007

El Ayuntamiento sigue sin dar una solución a las VPO de la Judería (Málaga Hoy)

Una de las piezas del puzle en el que se ha convertido el proyecto de reforma del barrio de la Judería, el edificio de viviendas de protección oficial (VPO) que prevé construir el Ayuntamiento de Málaga para realojar a las familias expropiadas, sigue estancada casi un año después de que se paralizase esta intervención. Así lo confirma el hecho de que en estos momentos los responsables del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) sigan sin dar una salida a la ejecución de este bloque residencial, después de que se detectase, a finales del 2006, un error en las mediciones de la parcela.
El concejal del departamento, Diego Maldonado, afirmó que en estos momentos el arquitecto responsable del proyecto está revisando la documentación y adaptando el documento a los parámetros correctos y a la superficie real de la pastilla sobre la que se ejecutará esta edificación. "Estamos pendientes de que nos entreguen esos datos, para, posteriormente, sacar a concurso los trabajos de construcción", apuntó el edil del PP.
Sin embargo, el concejal del IMV ignora qué plazos puede suponer esta fase. "No sé cuándo podrá salir", admitió Maldonado. Otras fuentes cercanas al proyecto indicaron que lo que se está haciendo ahora es ver "cómo compatibilizar los usos residenciales con los otros que se plantean en la construcción". "De aquí a poco tiempo se decidirán las necesidades", apuntaron las fuentes.
El error al que se refirió el concejal se produjo a finales del pasado año, cuando los técnicos comprobaron que las dimensiones de la parcela sobre la que se iba a construir el edificio del IMV no coincidían con los parámetros marcados en los planos del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del centro. En concreto, el fallo se produjo cuando se diseñó la actuación contando con una finca que finalmente no fue expropiada ni demolida, tras haber sido rehabilitada.
La disminución en la superficie de la pastilla de suelo, de unos 380 metros cuadrados, puede implicar una merma en el número de pisos planteado originalmente. En este sentido, de las diez viviendas previstas se podría pasar a un máximo de 8, que es justamente el número de pisos comprometidos para realojar a los afectados por las expropiaciones. A ellas se sumará un espacio en planta baja para el establecimiento Libritos, a lo que desde el Consistorio se quiere añadir algún espacio de uso municipal.
Lo ocurrido con este bloque del IMV es un ejemplo más de la constante que viene marcando desde hace años uno de los proyectos más emblemáticos del Ayuntamiento de la ciudad en lo que a recuperación del casco antiguo se refiere. Después de que se diesen los primeros pasos en el año 2004, lo cierto es que en estos momentos sigue sin estar clarificado el futuro de la actuación. De las diversas intervenciones que se plantean en la iniciativa, sólo se avanza de manera notoria en la restauración de la torre mudéjar, mientras la comunidad judía desarrolla el proyecto para la construcción del museo sefardí

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