El Gobierno estudiará el nivel de ruido como primera respuesta a la petición de soterramiento efectuada por Mijas
Con el objetivo de eliminar la contaminación acústica y acabar con la actual cicatriz que divide a Las Lagunas, el alcalde de Mijas, Antonio Sánchez, envió recientemente un escrito al Ministerio de Fomento en el que solicitaba el soterramiento de la autovía A-7 a su paso por este núcleo urbano. Por el momento, el departamento que dirige Magdalena Álvarez ha cogido el guante, aunque sólo en parte, ya que, como respuesta a la misiva, la Dirección General de Carreteras ha puesto en marcha un estudio para conocer los niveles de ruido de la autovía para posteriormente desarrollar unos planes de acción que incluirán las medidas necesarias para que éstos no sea superiores a los permitidos por la legislación actual (65 decibelios de día y 55 de noche en las zonas residenciales; y 60 y 55 decibelios en las inmediaciones de hospitales y colegios).Unos planes que consistirán en la instalación en 2008 de pantallas acústicas en la A-7 a su paso por Fuengirola y Mijas Costa, tal y como confirmó a este periódico el diputado socialista Luis Tomás.Esta medida se enmarca dentro de las actuaciones previstas por Fomento para reducir los niveles de ruido en varios tramos -unos 70 kilómetros en total- de la autovía por la provincia. Así, se instalarán pantallas en los términos municipales de Estepona, Marbella, Fuengirola, Mijas Costa y la capital hasta Rincón de la Victoria por el crecimiento constante del tráfico en estas vías, que discurren junto a zonas habitadas. Para ello, hay un presupuesto de unos 22 millones de euros.
Viario intermedio
Por otra parte, Carreteras está estudiando la viabilidad de las propuestas viarias del Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol Occidental, que incluyen la construcción de un viario intermedio entre la autopista de peaje AP-7 y la A-7 que permita la especialización funcional de los itinerarios. De este modo, la autopista asumiría (con la creación de nuevos tramos) la canalización de los desplazamientos de largo recorrido; el eje intermedio, los de medio recorrido; y los tramos más urbanos de la actual A-7, los tráficos locales y de agitación. Ello permitirá, según Fomento, la integración territorial urbanística y paisajística de la actual A-7, resolviendo muchos de los problemas actualmente existentes, sobre todo si se incluyen vías transversales que permitan distribuir los tráficos entre los tres itinerarios longitudinales costeros.
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