viernes, 14 de diciembre de 2007

Rehabilitación: Las Adoratrices recuperan su capilla tras 99 años de actividad (La Opinión)

La reforma del templo, con la subvención de la Oficina de Rehabilitación del Centro, ha permitido erradicar las humedades que afectaban al interior
Casi 100 años después de haber sido construida, la capilla de las Adoratrices en Málaga, situada en la esquina entre las calles Cristo de la Epidemia y Santa María Micaela, se encuentra casi como el día de su estreno. El pasado 4 de diciembre fue reinaugurada tras un profundo arreglo a cargo de la Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro Histórico, que aportó 116.000 euros para esta actuación, con un proyecto del arquitecto técnico Pablo Pastor.Una misa del obispo de Málaga, Antonio Dorado Soto, sirvió para reabrir al culto esta capilla, construida en 1908 siguiendo un proyecto de Manuel Rivera Valentín, que por aquella época era el arquitecto de la diócesis y que también fue el autor de los conventos de las Carmelitas Descalzas y las Mercedarias. El estilo con que fue construido el templo es neogótico, con la típica crucería de nervios que marcan las cinco cúpulas que hay sobre la única nave de la capilla, con una superficie total de 260,60 metros cuadrados.Los nervios que cruzan el techo nacen a partir de unas columnas de tres cuerpos insertadas en el muro de la nave y que arrancan a media altura. Destaca mucho la capilla mayor, con su bóveda, así como el coro. Éste elemento se encuentra situado a los pies y tiene una balaustrada de yeso. Su ventana principal, que adorna la fachada, está enmarcada por columnas y rematada por arcos apuntados.Problemas. El paso de los años había provocado que las tejas se hubieran roto y desplazado en algunos puntos, con las consiguientes filtraciones de agua. Estas humedades producían un deterioro generalizado en todos los elementos de madera, en especial en las uniones de la cubierta con los muros, donde había hongos que pudrían la madera.Esa humedad también afectó a las bóvedas, con numerosas grietas. Pero no sólo perjudicó a la parte alta, ya que la falta de drenaje del suelo y el nivel freático de la zona afectaron al terrazo del suelo y a la conservación de los muros, que en su parte baja estaban en muy mal estado.Las obras se han centrado en la mejora de la cubierta, con el tratamiento a las maderas de la cubierta, la colocación de telas asfálticas impermeabilizantes y de las tejas árabes.Las fachadas fueron limpiadas tras ser picadas, con la reparación de la carpintería y la apertura de las ventanas que estaban tapiadas. Los muros fueron impermeabilizados y se cubrió el suelo con mármol.

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