El Ayuntamiento autoriza la obra de dos bloques en una finca catalogada de El Limonar (SUR)

Urbanismo permite la construcción de medio centenar de pisos en las zonas que menos afectan a la arboleda del jardín
La actividad promotora en el este de la ciudad llega incluso a las parcelas de las antiguas villas nobles. El Ayuntamiento ha autorizado el proyecto presentado por los propietarios de una de las fincas catalogadas de El Limonar para hacer posible la construcción de medio centenar de viviendas. Se trata del recinto conocido como Villa Fernanda, cuyas tres edificaciones cuentan con protección arquitectónica y su jardín está catalogado debido a su gran riqueza botánica.
En un principio, los dueños de la villa, ubicada en el número 20 del paseo de Miramar, aportaron un proyecto que recogía cuatro nuevas edificaciones en los terrenos del jardín. Sin embargo, tras las indicaciones de la Gerencia Municipal de Urbanismo para lograr las menos afecciones posibles a las zonas verdes, han tenido que reducir su propuesta a dos únicos bloques que no podrán superar los diez metros de altura.
El primero de ellos se ubicará en la zona noroeste de la parcela y tendrá su fachada a la calle Ramos Carrión. Se alzara sobre la actual pista de tenis de la finca. No obstante, su construcción implicará el traslado de una yuca y una palmera dentro del propio jardín, y la desaparición de algunos eucaliptos que, según se indica en el estudio urbanístico para el proyecto, causan daños en la valla que rodea a la parcela y en el pavimento de la calle Ramos Carrión por el crecimiento de sus raíces.
Sobre la piscina
La otra edificación irá sobre la actual piscina, emplazada en el extremo sureste de la finca, y no implica la desaparición de especie arbórea alguna, según el estudio previo a la licencia de obras, que aún no ha sido concedida. Entre ambas, suman 5.282 metros cuadrados construidos que se destinarán a uso residencial.
Villa Fernanda es una de las fincas de El Limonar más conocidas y admiradas por los viandantes. Destacan sus dos edificaciones principales, grandes villas de principios del siglo XX. Una de ellas responde a un diseño regionalista y la otra es más racionalista, con fachadas de ladrillo y decoración de cerámica.
El jardín cuenta con 136 ejemplares de 26 especies vegetales que lo convierten en una de las más importantes zonas verdes privadas de la ciudad. Se trata de un jardín paisajístico, con reminiscencias románticas y conjuntos de jardinería contemporánea.