miércoles, 23 de enero de 2008

La casa de Norman Bates recupera al fin la dignidad (La Opinión)

Un edificio situado junto a la plaza de la Marina y que durante años lució un anuncio gigante de la Cueva de Nerja sale del olvido
Cueva de Nerja, maravilla natural´. En los años 70 y 80, el edificio de cuatro plantas que montaba guardia en una esquina de la calle Vendeja con la plaza de la Marina exhibió este reclamo comercial. En los años 60, este bonito bloque no lucía anuncio alguno y se mostraba reluciente al lado de la recién inaugurada fuente de la plaza. El paso del tiempo, sin embargo, trajo como novedad el anuncio, que luego terminó descolorido y pasó de cueva a ´túnel del terror´. Esta esquina, en la que el paseante tenía la impresión de que le podían atracar, estaba a juego con el catálogo de edificios ´desvanecidos´ de la zona. El de la esquina, en concreto, era en los últimos tiempos un barco fantasma muy a tono con el vecino puerto. Tampoco ayuda el suelo de adoquines, que las raíces de los árboles han convertido en una ´marejadilla de piedras´, tan inestable como las plazas del Carbón y del Siglo.Pero hablando del estado de la mar, tras la tempestad viene la calma, aunque haya tardado 20 años en llegar. El edificio, vaciado, conserva al menos la fachada, sostenida estos días por una gran estructura metálica. En la parte que da a la plaza de la Marina todavía pueden verse las letras de una firma comercial ´Mac Andrew Line´. Tiene como hemos dicho cuatro plantas y la verdad es que merecerá la pena verlo restaurado, con unos dinteles muy bonitos, adornados con jardineras y motivos vegetales. La recuperación de este bloque, que era ´talmente´ la casa de Norman Bates (el chaveta de ´Psicosis´), dará nuevos aires a este alicaído rincón de Málaga, imbuido de un decadente ambiente portuario. Más edificios de esta manzana merecen recuperarse y si hemos esperado 20 años a que se arregle uno, aguantaremos lo que sea. Museo al aire libreEn la calle Duque de Rivas, en la zona de Segalerva-Molinillo, una terraza se ha convertido en un verdadero museo al aire libre. Una cantidad respetable de cuadros al óleo de todo tipo pueblan las paredes, que también tienen espacio para albergar un reloj de pared, y por supuesto hay espacio para la ropa colgada. Una ´solución habitacional´ práctica y artística.EscalinatasLas escalinatas de la iglesia de la Victoria, tan criticadas en su día, hasta el punto de que la idea original tuvo que ser remodelada, siguen transmitiendo una imagen de ´escalinata de Odessa´ que es aprovechada, antes que por los peatones, por los practicantes de monopatín, que pegan unos saltos de escándalo. Muchos de los ´skaters´ unen a su audacia la inconsciencia y utilizan como casco su ´azotea´.

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