Las deudas llevan a 20 firmas a instar concurso de acreedores en sólo 15 días (Málaga Hoy)

La mayoría de las empresas que han solicitado de forma voluntaria un proceso concursal en las dos primeras semanas de enero son pequeñas constructoras

Mientras se debate si el sector inmobiliario está en crisis o se trata sólo de un aterrizaje suave, 20 empresas, fundamentalmente pequeñas constructoras, se han visto obligadas en las últimas dos semanas a acudir al Juzgado de lo Mercantil de Málaga para instar un proceso concursal, agobiadas por las deudas y con los acreedores pisándoles los talones.La magnitud de estos 20 procesos, equivalentes a lo que antiguamente se conocía como suspensión de pagos y quiebras, se entiende si se comparan con los registrados durante todo el año pasado: 50.El titular del Juzgado de lo Mercantil de Málaga, Enrique Sanjuán, ha confirmado que la mayoría de los concursos de acreedores instados este mes corresponden a pequeños constructores de la provincia. Fundamentalmente se trata de empresarios que al no poder hacer frente a sus números rojos optan por solicitar de forma voluntaria el proceso concursal, ya que de esta forma participan de la administración de la empresa en el momento de hacer un convenio con los acreedores para organizar los pagos pendientes o abordar la liquidación de la empresa.El Juzgado de lo Mercantil se creó en septiembre de 2004, tras entrar en vigor la Ley Concursal. Desde entonces, este órgano ha registrado 115 procedimientos de este tipo. Es decir, en las dos primeras semanas de enero se han presentado el 23 por ciento de los procesos registrados en los últimos tres años y cuatro meses.Sólo 18 de esos 115 concursos de acreedores se han considerado abreviados, es decir, tenían un pasivo inferior a un millón de euros. En los demás casos, las deudas de las empresas superaban con holgura esta cifra.Málaga es en la actualidad la provincia andaluza que registra más actividad en la jurisdicción mercantil. Según el titular de este juzgado, dobla la cifra de Sevilla y, pese a ello, cuenta con cinco funcionarios, justamente la mitad.Enrique Sanjuán se quejó ayer de la situación de colapso que sufre este juzgado, pese a su reciente creación. Frente a los 350 asuntos que el Consejo General del Poder Judicial entiende que son óptimos para un funcionamiento fluido y adecuado de un juzgado mercantil, en Málaga se tramitaron el año pasado 1.700 asuntos. Además de los concursos de acreedores, este órgano entiende de la totalidad de cuestiones relacionadas con las incidencias que se detectan en las empresas, al tiempo que ostenta competencias adicionales en materia de propiedad industrial, intelectual y publicidad, transporte y derecho marítimo, recursos contra las resoluciones de los registros mercantiles o procedimientos relacionados con los tratados de la Unión Europea.El elevado volumen de asuntos y la sobrecarga de trabajo han llevado al titular del juzgado de Málaga a requerir la creación de un órgano judicial más para atender la jurisdicción mercantil en la provincia, así como a reclamar una mayor dotación de funcionarios porque en este momento la plantilla, compuesta por un agente y cuatro tramitadores, no tiene capacidad para absorber la cantidad de asuntos que llegan.